martes. 03.12.2024
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GUÍA DE LECTURA

La giganta, de Patricia Laurent Kullick

Jaime Panqueva

La giganta, de Patricia Laurent Kullick


Con las prisas de quien prepara maletas para tomar unas vacaciones, cierro este año con La giganta (Tusquets, 2015) de la escritora Patricia Laurent Kullick (Tampico, 1962), una de las historias de familia más estremecedoras que he leído. Es posible que como lector se vaya uno ablandando con los años y por ello, los desastres familiares producen un efecto emocional más intenso que otro tipo de historias. La giganta me avasalló, tal vez esto se deba a que la voz narrativa corresponde a una mujer adulta que regresa a sus recuerdos infancia para evocar a su madre, y nos presenta su visión de hija sandwich o bisagra de una familia de diez hijos cuya madre naufraga entre el desamor, la miseria, el alcoholismo y arrebatos filicidas, que ponen los pelos de punta.

La fertilidad de la giganta contrasta con la de aquellas felices matronas paridoras, como la María de la Luz de Carrasquilla, por tratarse de algún tipo de anacrónica maldición en los tiempos de la píldora. La extensa prole, en otros tiempos vista como una feliz bendición, se asume como plaga y es víctima de los violentos desfogues paternos. El desconcierto de la narradora, que trata de comprender la preparación de las raciones de venenos, el abandono de la crianza con la disculpa del trabajo informal o las necesidades afectivas de sus padres, se traslada al lector por medio de una prosa directa, extraordinariamente eficaz, que oscila entre un diálogo con la protagonista, en segunda persona, y la tercera persona del narrador testigo.

Llegué a esta escritora tras leer uno de sus cuentos, Hombrecito. Tras la devastadora impresión que me dejó La giganta, buscaré otros de sus textos, en particular, El camino de Santiago, que fue reeditado el año pasado por Tusquets. No sé si sea posible todavía encontrar sus libros de cuentos (Están por todas partes y Esta y otras ciudades), ya aparecidos hace más de veinte años, pero lo tendré anotado para cuando visite las librerías de viejo.  

Me despido deseándoles un feliz 2017.

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Twitter: @jaimepanqueva

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