DIARIO DE NAVEGACIÓN
Abstinencia [X]
José Luis Justes Amador
Marzo, 11
Pruebo a fumar marcas que me den asco.
Se me ocurre durante una noche en que acabo con demasiado alcohol, una sobredosis de literatura con el director del festival Medellín Negro, sin dinero y sin un solo cigarro. Llevamos a una amiga a su casa y ella me corresponde regalándome unos cigarros horribles de menta y algo que parece jazmín. Prendo uno y el solo hecho de pensar en fumar otro me da asco.
No vuelvo a encender otro en toda la noche, aunque me cuesta dormirme.
Marzo, 12
Prendo otro en la mañana. No me da náuseas pero tampoco placer. Dejo la cajetilla en casa, algo que hacía tiempo que no pasaba.
Sin embargo, me detengo en la abarrotería de la esquina. Desde hace tiempo volví a acostumbrarme a llevar una cajetilla en el bolsillo. Pruebo a irme al extremo contrario del regalo del día anterior.
Pido los cigarros más baratos que haya.
Me asombran tres cosas. Primero, lo baratos que son. Segundo, lo horrible del diseño de la cajetilla. Pasa un minuto, menos de un minuto antes de que me percate de la tercera certeza. Saben horrible.
Sé que me va a costar una semana terminarlo. Sé que regresaré a casa y la dejaré junto a la otra.
Marzo, 13
Cuando el displacer es mayor que el placer, algo va mal.
Marzo, 14
Espero que mi abarrotero de confianza me pregunte por la experiencia. Lo hace y le tengo que contestar lo que pienso. Vuelvo a mi marca habitual y, como a principio de año, compro sólo uno.
He vuelto a bajarle. Parece que el propósito va a cumplirse.
Marzo, 15
Leo la correspondencia de James Agee.
“Sobre todo tengo que evitar el tabaco y los excesos alcohólicos, pero de momento mis intentos han sido más bien tímidos. Es cierto que últimamente no he cogido ninguna borrachera de consideración y que no fumo más de ocho o nueve cigarrillos diarios, pero en el caso del tabaco eso no basta, y lo peor de todo es que el alcohol, que por sí mismo resulta relativamente inofensivo, multiplica por cinco mis ganas de fumar y reduce más o menos en la misma proporción mi capacidad de resistir la tentación. Así que para mantener a raya el tabaco (lo que en mi caso equivale a suprimirlo del todo), parece que voy a tener que dejar también la bebida. Tal vez pueda volver a beber cuando haya dejado de fumar, si lo consigo”.
Marzo, 16
Como en casi todo en la vida, la mente tiende a considerar que sólo ocurre una vez y que sólo le ocurre a uno.
Repaso el librero en el que tengo las biografías y los epistolarios. De memoria repaso y encuentro que hay bastantes que hablan del tabaco.
Me propongo una selección de las selecciones.
Marzo, 17
Groucho Marx le escribe a Eliot sobre el tabaco, la princesa von Taxis habla de ver a Rilke fumando. No recuerdo si Gil de Biedma fumaba o no.
Marzo, 18
He vuelto a fumar demasiado. Pero ya no me cuesta tanto dejar las ansias para un rato después, aunque ese después llegue casi al instante.
Marzo, 19
Me preocupa el futuro mucho más que el presente aunque hasta ahora sólo he aprendido a vivir en el presente.
Marzo, 20
Un poco más adelante en el libro de Agee.
“Empiezo a sospechar que la única salida, al menos hasta que aprenda a controlar mejor mis impulsos, es la abstinencia total; y es una perspectiva tan aterradora que no dejo de intentar aplazarla y limitarme a reducir el consumo. / En fin, ya veremos”.