Es lo Cotidiano

De un tal Rius Frius

De un tal Rius Frius

No está usted para saberlo pero así es: Rius nos tocó, primero con sus publicaciones casi tan esclarecedoras como cualquier primera lectura porno de adolescencia, y ahora con esa llamada de atención que es el declararse ausente de la materia.

Una parte de la familia —de qué otra forma se habría de nombrar a quienes responden con estas alturas a tan atropellada convocatoria- saca su silla al patio de platicar que es este Tachas 218, y Fátima Alba Rendón-Huerta inicia detallando cómo Extendió el brazo de su poder y disipó el orgullo de los soberbios.

Néstor Pompeyo Granja, poeta porque de lutos también se canta, dice de su ronco pecho unas Décimas del Río (Instructivo para ejercer la filosofía de don Eduardo).

Los Disfrutes Cotidianos de Fernando Cuevas ponen el dedo en el punto preciso para exponer por qué La letra con historieta entra.

Jesús Nieto Rueda inicia —pero también termina- con su ejemplar de Marx para principiantes lo que habrá de ser Rius después de Rius.

José Luis Pescador esboza el privilegio de dos semanas ha y el perdido privilegio de una nieve, en su Viñeta de Rius.

En Rius para principiantes (si todavía hay), Joserra Ortiz posa el dedo en una llaga que aquí ya recibe los primeros cuidados: la insuficiente crítica responsable hacia la obra de nuestro personaje.

Ralf Ortiz, emigrado en alguna una infancia y luego devuelto a su-nuestro México, expone los temas que allá y acá le fueron irrebatibles pasaportes de identidad: El Piporro, Chava Flores, Los Xochimilcas y Rius.

En Continuará… (La historieta mexicana después de Rius), Ulises Guzmán aprovecha el pretexto para dar un elemental repaso a lo que hoy se hace en la materia.

Aurelio González Cornejo hace Una visita a San Garabato, y Mónica Alcaraz expone cómo Rius abre vacante para monero.

El Cuaderno de Navegación de José Luis Justes Amador llega a la entrega 28 de su orbitar ruletarusiano alrededor de la Abstinencia.

La Guía de lectura de Jaime Panqueva anticipa su viaje En el país de los dioses, de Lafcadio Hearn.

Y la otra parte de esta familia, convocada desde la primera letra de Tachas 218, ya dirá con su lectura si acepta la confiancita.

¿Platicamos?

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