El destino de un suéter
Karla Gasca
Mi suéter desapareció del tendedero esta mañana.
Era un suéter cualquiera
pero eso no lo hace menos especial.
No sé si huyó del frío de la noche o se arrojó de la azotea
en un intento desesperado por retornar al origen.
La vecina sacó al gato antes del alba
y juró haber visto a mi suéter
arrastrándose escaleras abajo
como un lagarto fragante
en busca de un desvestido a quien dentellear
o de un refugio que lo protegiera de la mirada inquisitiva de los volcanes.
Seguí su pista, una clara senda de pelusas y fibras
pero al llegar al final
al final de los peldaños, del pasillo y de todo
me encontré de frente con mi esperanza convertida en cangrejo
en un horrible crustáceo que deshilaba finamente el último vestigio de mi buena fortuna.
***
Karla Gasca. Escritora, periodista y gestora cultural.
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