viernes. 19.04.2024
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Contagio 2020

Fernando Cuevas de la Garza
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Pandemia, Netflix (2020)
Contagio 2020


El cine ha retomado uno de los principales temores de la humanidad: la devastación masiva provocada por nuestros enemigos más peligrosos por su capacidad de mutación y por la dificultad de comprender su evolución, no obstante losavances científicos y tecnológicos. En Cargo (Howling, y Ramke, 2017) se planteaba la devastación australiana en términos ecológicos y con buena idea pero fallida resoluciónvimos El fin de los tiempos (The Happening, Shyamalan, 2008); para efectos didácticos, está la serie documental Pandemia (2020), en la que se retoman varios casos reales de gente que se enfrenta a las enfermedades, o sea, los verdaderos héroes.

Por lo general, las películas taquilleras de catástrofes recurren a dos elementos básicos: la construcción del héroe salvador del mundo y unos efectos especiales que terminan por sepultar cualquier recuerdo argumental, incluyendo la jerga pseudocientífica del caso. No obstante, existe otro tipo de filmes dentro del subgénero, que se abocan a puntualizar las emociones humanas y las relaciones que se establecen a partir del desastre: tal es el caso, por ejemplo, de la poderosamente dramática El último camino (The Road, EU, 2009), dirigida por John Hillcoat en la que se adapta de manera notable la novela de Cormac McCarthy. Claro que también están The Wailing (Hong-jin Na, 2016), 93 días (Gukas, 2016) y la afortunada trilogía de El planeta de los simios (Reeves, 2011-2014-2017)

Una de las catástrofes recurrentes en el cine que amenazan a la especie humana es la enfermedad provocada por algún virus o bacteria que detona la muerte de muchas personas, salvo los acostumbrados inmunes como en La amenaza de Andrómeda (Wise, 1971), o bien la transformación de las personas en seres monstruosos como veíamos en Exterminioy Exterminio 2 (Danny Boyle, 2002; Fresnadillo, 2007); en El día del Apocalipsis (Eisner, 2010); en la mutación advertida en los varios filmes basados en El hombre Omega;en la serie propensa al gusto culposo conocida como Resident Evil, y otras cintas como Guerra mundial Z (Forster, 2013), que perdió la idea original del libro, y la notable Estación zombie: Tren a Busan (Yeon, 2016).

CONTAGIO: PANDEMIA GLOBALIZADA

Steven Soderbergh (Sexo, mentiras y video, 89; El desinformante, 09), quien va y viene por las lógicas de la independencia y del mainstrem, retoma la temática y le brinda una sensible e inteligente mirada en Contagio (Contagion, EU, 2011), filme que nos remite de inmediato a la reciente crisis sucedidad de la AH1N1 y ahora en el tema del coronavirus, en particular por la realista forma de tratar el tema. Si en Epidemia (Petersen, 1995) o El factor Hades(Jackson, 2007) se exaltaba el heroísmo de último minuto, en la cinta del ecléctico realizador de Tráfico (2000), esta condición redentora se despliega pero de manera contenida y desdramatizada, a través de una discreta y persistente investigadora.

Con reparto de lujo, que se da el ídem de matar a una de las actrices conocidas en las primeras de cambio y recluir a otra de ellas, víctima de la enfermedad sin posibilidad de curaaunque dando la vida por los demás (Kate Winslet), la historia funciona como un brillante armado de rompecabezas que permite contar con un panorama global, sin perder las pequeñas luchas de las personas, en beneficio propio o de los otros según el caso, para sobrevivir ante la incontrolable enfermedad y enfrentar El peor de los miedos (Gorak, 2009): la pérdida de los seres queridos en un abrir y cerrar de ojos, sin una explicación que parezca mínimamente razonable.

La edición contribuye a la fluidez de la cinta, no obstante la multiplicidad de tramas abiertas –unas más atendidas que otras- mientras que la música continua de aires setenteros y una cámara de angulaciones varias, que busca el realismo evitando desplazamientos espectaculares o iluminaciones abrasivas, le brindan ese necesario toque de angustia al desarrollo de los acontecimientos. Más bien estamos frente a una puesta en escena funcional que permite dar cuenta de cómo se va propagando la muerte y de qué manera se empieza a descomponer toda posibilidad de convivencia civilizada, generándose el consabido Pánico en las calles (Kazan, 1950).

Personajes como el bloguero denunciante (Jude Law); el científico en dilemas continuos (Laurence Fishburne), relacionados con su novia y con el hijo del responsable de la limpieza (John Hawkes); el hombre común en proceso de pérdida (Matt Damon) y de sobre protección de la hija sobreviviente, toman preponderancia frente a la catástrofe en cuanto a personas y no estadísticas. De igual forma, la funcionaria de salud (Marion Cotillard) y su inesperado destino, en la línea de Al otro lado del mundo (Curran, 2006), abre un debate acerca de los criterios para determinar prioridades y cómo las políticas mundiales dependen de quienes detentan el control económico y del conocimiento.

Más cercana a películas como la cienciaficcional 12 monos(Gilliam, 1995), la doliente Ceguera (Meirelles, 2008), Niños del hombre (Cuarón, 2006) con todo y la amenaza del fin de los nacimientos y Pandemia (The Dead Outside, GB, 2008),dirigida por Kerry Anne Mullaney y en la que se aprecia una desolada campiña británica, apenas poblada por personajes con pasados cargados de culpas y temores, la cinta del director de Vengar la sangre (1999) y Bubble (2005) es una muestra más del gran potencial que tiene el cine para plasmar fenónemos globales de impacto devastador.

Estructurada a partir de los días que van pasando, la historia inicia en las siguientes 24 horas del origen del problema, presumiblemente dejada para cerrar la cinta en una estructura anunciada como circular desde el inicio mismo. Un buen ejemplo de que los géneros establecidos pueden admitirperspectivas innovadoras, diversas e integradas a realidades circundantes que parecen presentarse cuando menos te lo imaginas.