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GUÍA DE LECTURA

La peste, de Albert Camus

Jaime Panqueva

La peste
Tachas 363
La peste, de Albert Camus

Una de las lecturas más recomendadas a lo largo de este confinamiento que tiene hartos a casi todos, excepto a nuestras autoridades y a quienes padecen claustrofilia, es La peste de Albert Camus. Novela conmovedora de muy digna lectura, despliega las preocupaciones del autor sobre la naturaleza humana ante el embate de las enfermedades, y muestra su efecto en el corazón de sus protagonistas.

Orán, colonia francesa por el tiempo de la escritura, es elegida por Camus como la ciudad apestada, cuyo microcosmos es perfectamente trasladable a cualquier ciudad del mundo. Bernard Rieux, el médico a cargo de los hospitales de la ciudad, viste una imposible máscara de objetividad para narrar cómo la ciudad se sume en la desesperanza y resurge en el momento más oscuro, transformando para bien o para mal a sus víctimas. La indiferencia posible al ver morir de forma cotidiana cientos de conciudadanos se quiebra, no sólo en el punto álgido de la epidemia, al asistir la muerte de un niño, sino al final, cuando ésta parecía haberse extinguido. El humanismo esgrimido por Camus a lo largo de su obra se condensa de una manera más positiva en La peste que en otros escritos, como El extranjero. El diálogo de Tarrou con el cronista y sus apuntes esbozan una tesis de santidad laica fiel a las ideas del autor, que busca sentido en medio de lo absurdo de la existencia.

La peste puede hacernos reflexionar sobre el sentido de la vida, sobre la constante necesidad de resiliencia y la búsqueda de la paz, pero su atmósfera de los años cuarenta la aleja de nuestra actualidad hiperconectada, donde el exilio me parece imposible de concebirse en los términos planteados por el autor francés, donde la única ventana que poseen los oranenses son los telegramas, y el encierro de la ciudad se podía paliar en los cafés y restaurantes.

Sin embargo, el corazón humano no cambia tan rápido, y la fraternidad que se extiende por los personajes, casi todos masculinos, conmueve aún en estos tiempos del Facebook. También la actuación de las autoridades, con sus aciertos y absurdos, nos recuerdan las respuestas institucionales de estos días. Ante el cercano final de esta pandemia, o por lo menos de sus encierros, valdría la pena cerrar con esta cita:

Pero la cosa es así. Los otros dicen: "Es la peste, ha habido peste." Por poco piden que les den una condecoración. Pero, ¿qué quiere decir la peste? Es la vida y nada más.
 

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