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Guía de Lectura • ‘¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?’, de Philip K. Dick • Jaime Panqueva

Jaime Panqueva

Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
Guía de Lectura • ‘¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?’, de Philip K. Dick • Jaime Panqueva

Dentro de las 36 novelas escritas por Philip K. Dick a lo largo de sus 53 años de vida, quizás su más conocida sea esta descripción del mundo futuro tras un apocalipsis nuclear donde lo real y lo artificial son tan difíciles de distinguir que los androides deben ser sometidos a un complejo test de empatía para ser identificados y aniquilados. Para muchos lectores es más fácil reconocer esta historia al mencionar que fue adaptada a la pantalla grande por Ridley Scott en 1982, mismo año de muerte de Dick, bajo el nombre de Blade Runner.

Si bien la versión cinematográfica omite aspectos de la novela que la inspiró, hasta el punto que muchos las consideran trabajos independientes, bien vale la pena su lectura para conocer otros aspectos que se escapan, como los elementos religiosos y de control social al que son sometidos los habitantes de la tierra que no han podido emigrar a las colonias espaciales; o la tensión social que prevalece en esa tierra cubierta amenazada por el polvo radiactivo donde la aspiración de los individuos consiste en comprar de animales vivos, que se hayan casi extintos. Mientras en la película éstos son reemplazados por réplicas fabricadas a partir del ADN, en la novela original la industria fabrica copias eléctricas, como la una oveja que Deckard mantiene en la azotea de la vivienda que comparte con su esposa. Es justamente la necesidad de su reemplazo (de la oveja postiza, claro) lo que anima al cazarecompensas a perseguir en un solo día a la peligrosa partida de Nexus 6 recién aterrizada en la tierra.

El éxito de la versión cinematográfica de Scott, una obra maestra del género, catapultó la fama de Dick hasta el punto que su novela, publicada originalmente en 1968, fue reeditada con cambios que la hicieran parecerse más a lo que la gente había visto en la pantalla.

Sin embargo, el autor no alcanzó a vivir para disfrutar de ese éxito. Tampoco alcanzó a ver la versión final de la película. Circula una conmovedora carta en las redes fechada el 11 de octubre de 1981, donde confiesa su admiración por el trabajo de adaptación tras haber visto un especial televisivo donde se presentaron fragmentos del film con comentarios del protagonista, Harrison Ford. Dick confiesa su admiración: “nada de los que hemos hecho, individual o colectivamente iguala a Blade Runner. Esto no es escapismo; es superrealismo tan preciso y detallado y auténtico y malditamente convincente que, bueno, después de ver ese segmento encontré mi realidad del día a día pálida en comparación”. Sus palabras finales que auguraban el triunfo futuro del film, también pueden interpretarse como una despedida, pues el autor fallecería el 2 de marzo siguiente de un derrame cerebral. “Mi vida y trabajo creativo se han justificado y culminado a través de Blade Runner. Gracias…”  

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