Poesía

Poesía • El padre de Teresa • Sergio Inestrosa

Sergio Inestrosa

Que si la vida es un acabar,
cual veleta, chirriando en lo más alto,
allá arriba me calme para siempre,
se disuelva mi hierro en el azul.

Antonio Colinas, Letanía del ciego que ve

 

 

Con la última bocanada de aire en la vida,
cae sin paracaídas
(el cual ya no le hace falta a este hombre)
en brazos de la muerte,
la que ha estado pegada a él toda su vida.

Queda estampada en sus labios,
el gesto leve de una sonrisa
que lo acompañará por toda la eternidad,
(Que es el otro nombre de la muerte).

Por medio de la muerte, este hombre
ha roto todo límite humano,
aunque en esa fuga haya acabado
con el cuerpo maltrecho
al pasar por esa larga frontera sin luz.

Para su propia sorpresa,
este encierro no le produce ni miedo, 
ni vértigos, ni desolación, ni nada 
pues, todo le resulta ya completamente indiferente.

Arropado por la muerte, este hombre
ha tocado, por fin, fondo
y ha encontrado en su caída
la paz tan anhelada.

La muerte se le ha revelado
como un espacio íntimo en el que entramos
como en una fiesta, cubiertos de flores,
aunque detrás de nosotros
se cierre para siempre la puerta de la vida.



 

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