POESÍA
Tachas 480 • Sin lágrimas • Antonio Vera
Antonio Vera

Hace años
mamá vino al mar
mojó su falda
sus falanges
un moño negro
sabía que iba a morir
se trepó a suspirar
sobre una roca grande
se llenó de verde los ojos
e intentó llorar hacia atrás
cuando la marea
recogió su lengua
parecía una estatua de espuma
azuzando gaviotas en las alturas
desde ahí se despidió
de los primeros anfibios
que le sembraron la vida
sólo le quedaba un mes
entonces el doctor recetó
un espejo inmenso de agua
donde pudiera lavar sus arrugas
su reflejo y luego nadara
de mariposa en el Adriático
de crol en el Báltico
de pecho en el Caribe
y rezara sobre el Muerto
valió la pena vender siete vacas
las trenzas de mis hermanas
un gallo que encendía el sol
a las once de la noche
mamá
al fin
pudo darle la mano al mar
departir con idiomas
cruzados de piernas
sobre sus butacas de agua
mientras bebían tacitas de sal
incluso
se arrepintió de no haber traído
una escopeta para agujerear
un parapente que manchaba
de amarillo y rojo
la bóveda celeste
a la que no ascendería
en túnica blanca
según revelación onírica
de San Jorge
risas
arena
y un niño decolorado por el sol
en la punta de un muelle
lanzando un anzuelo
para pescar un poco de hambre
por las branquias
hace años mamá vino al mar
y aquí sigue
en la transparencia del krill
en el canto de las ballenas
en el eco
de los acantilados.
LUCÍA & CHLOE
Lucía se cortó el cabello
y hemos venido a las olas
del mar picado
de Placita de Morelos
en la costa michoacana
a liberar serpientes castañas
onduladas
me gusta la marca que
el resorte de sus jeans
deja sobre sus caderas
muy parecida
a una franja de coral
que detiene huracanes
con trayectoria
hacia su ombligo
al quedar desnuda
cierra los ojos
como si así
se pusiera la ropa
otra vez
y tapara la mirada
de los otros
Amy canta Back to black
bajo una palapa
we only said goodbye with words
Chloe
la australiana que conocimos
en la central de Tecomán
baila
y nos dice hola
con una sonrisota roja roja
por los besos de la cerveza
Cloi de nombre Chloe
vino al Pacífico a liberar
las cenizas de su abuelo
y dos moretones en la cara
asestados por su exmarido
creía que en Australia
dijo Lucía durante el desayuno
todos eran cariñosos
como los eucaliptos
los koalas
no
contesto Chloe la Cloi
mientras intentaba pegar
a su dedo ensalivado
una hormiga negra
nos alejamos de Chloe
las olas absorbieron la música
los pies número veintitrés
de Lucía
tocaron el agua
manojo de pelo en mano
escalofrío en antebrazo
en el corazón
en realidad
no va a liberar cabellos
va a arrojar a su padre
en forma de rizos
y a adoptar como cabello largo
la soberanía del océano
por la noche
para celebrar
Lucía de pelo corto
bailará y bailaremos
el rock and roll de Lucille
con Little Richards
luego
tal vez
The trill is gone
nos traiga a B. B. King.
***
Antonio Vera (Chiapas, México, 1978) ha publicado poesía y cuento en revistas y antologías. Sus libros de poesía son: Horario flexible (Dirección Municipal de Cultura y Educación de Guanajuato, 2012, colección Nuevos Autores). Carta para decirle a mamá que ya no resucite (Instituto Cultural de Aguascalientes-PECDA 2016). Temporada de putas (en 20 disparos y un bonus track) (Editorial Montea, 2016 en la colección La culpa la tiene El Bajío) En 2017 obtiene el Premio Centro-Occidente de literatura infantil con el libro Piernitas de rueda, publicado por editorial La Rana en la colección Barcos de papel y Naftalina hardcore (ATZ Ediciones, Cancún 2021). En 2018, la Universidad de Aguascalientes lo incluye en su antología de relato noir en De novela negra y otras malas yerbas, y en 2020, Editorial Pre-textos publica una muestra de su trabajo poético en Nubes, Poesía hispanoamericana.