Guía de Lectura • ‘Los cínicos no sirven para este oficio’, de Ryszard Kapuscinski • Jaime Panqueva
Jaime Panqueva
A través del Seminario para las Letras Guanajuatenses 2022 en la modalidad de periodismo cultural, bautizado en honor de la China Mendoza, regresé a la lectura de este periodista considerado indispensable para comprender las dinámicas de los países del Tercer Mundo durante la segunda mitad del siglo XX, narradas “a caballo entre el reportaje periodístico y la gran literatura”. Kapuscinsky conocía como pocos el continente africano, que recorrió durante las décadas que llevaron a independizarse a la mayor parte de las antiguas colonias europeas.
“Cuando empecé a escribir sobre estos países donde la mayoría de la población vive en la pobreza, me di cuenta de que aquel era el tema al que quería dedicarme. Escribía, también por algunas razones éticas: sobre todo porque los pobres suelen ser silenciosos. La pobreza no llora, la pobreza no tiene voz. La pobreza sufre, pero sufre en silencio. La pobreza no se rebela. Encontraréis situaciones de rebeldía sólo cuando la gente pobre alberga alguna esperanza.”
Los cínicos no sirven para este oficio es una breve y pertinente transcripción de entrevistas y encuentros realizados por Kapuscinsky en Italia durante los últimos años de su vida, editados por Maria Nadotti, donde se aprecia su visión del oficio periodístico en un mundo cada vez más globalizado, cuando aún parece que “no tenemos ni instrumentos ni experiencia para pensar a escala global, para comprender lo que significa, para darnos cuenta de cómo las otras partes del planeta influyen en nosotros o cómo influimos nosotros en ellas.”
Dividido en tres partes, la primera aborda el oficio periodístico, su relación con las personas y el poder. La segunda, la evolución de África tras la descolonización, una radiografía extraordinaria sobre los derroteros de naciones muy diversas que muchos insisten en ver como una sola realidad.
El relato en un diente de ajo, la tercera de las entrevistas, corresponde a una charla con el ensayista y novelista John Berger, sobre las relaciones entre la realidad y la narración. De este último apartado, extraigo un fragmento que puede servir como reflexión final:
Por primera vez en la historia de la humanidad, en la segunda mitad del siglo XX hemos empezado a vivir no una, sino dos historias. Durante cinco o siete mil años de historia escrita, hemos vivido una sola historia, la que hemos creado y en la que hemos participado. Pero desde el desarrollo de los medios de comunicación, estamos viviendo dos historias distintas; la de verdad y la creada por los medios. La paradoja, el drama y el peligro están en el hecho de que conocemos cada vez más la historia creada por los medios de comunicación y no la de verdad. Por ello, nuestro conocimiento de la historia no se refiere a la historia real, sino a la creada por los medios.
Comentarios a mi correo electrónico: panquevadas@gmail.com
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