Tachas 490 • Todos mis hijos han muerto • Julio Rivera
Julio Rivera
El aserrín nos llegó a las rodillas
No hay una campana.
Pero si la hubiera sonaría tan fuerte
que nos destruiría los tímpanos.
No hay una campana,
pero tenemos serruchos haciendo ruido;
ciegos con sus respectivos taladros;
martillos que dan en el clavo
después de destruir la pared.
Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno
Nunca he visto a un muerto a los ojos.
Nunca he dicho nada para que me entiendan.
Tomar fotografías a la oscuridad.
Descubrir:
Hombres enterrados de pie.
Cincuenta sepulturas con el mismo
nombre alargado.
El que busca encuentra
Le pregunté a mi padre
por sus hijos:
Han muerto.
Todos mis hijos han muerto.
Miré los dedos de mi mano izquierda:
vi como cada uno iba
desapareciendo.
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