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ENSAYO

Tachas 491 • Una sociedad de señores • Alejandro Badillo

Alejandro Badillo

Una sociedad de señores, de  Mario Campaña
Una sociedad de señores, de Mario Campaña
Tachas 491 • Una sociedad de señores • Alejandro Badillo

Son los últimos de su especie. Ante el colapso de las narrativas tradicionales han optado, sabiamente, por refugiarse en el pasado. Hablo de escritores, pero también de políticos, empresarios y gente bien pensante que expresa sus opiniones en las redes sociales. Su brújula es, por supuesto, el siglo XX y todos sus mitos. No pueden ver más adelante porque este futuro prematuro que vivimos les es irreconocible. Lo único que les queda es apelar a las buenas costumbres, el respeto irrestricto a las leyes, el civismo y, últimamente, los más progresistas, al amor por la naturaleza. Claro, es una naturaleza aséptica, libre de tensiones; un lienzo en blanco para que ellos puedan construir, mentalmente, su utopía lejos de la sociedad irracional que los molesta. En realidad, el único compromiso que tienen es con la realidad inmediata que les rodea, un castillo construido a punta de privilegios. Sólo se vuelven activistas y marchan en las calles cuando las crisis les afectan directamente, ya sea en lo sentimental o en sus finanzas. 

Como las revoluciones que les tocó vivir han fracasado, defienden con ahínco las instituciones que nos legó la democracia liberal que se ha impuesto en casi todo el mundo. Repiten, con la lucidez que los caracteriza, que es mejor lo que tenemos a un retroceso que nos devolverá a las cavernas. Por supuesto: defienden las instituciones democráticas, pero son alérgicos a cualquier cosa que huela a cultura democrática a la cual le endilgan cualquier cantidad de prejuicios. Ellos piensan que no son necesarios cambios profundos, pues su experiencia indica que las grandes causas terminan en traiciones. Este escepticismo a prueba de balas los aleja de cualquier compromiso. La sociedad que denuestan los ha beneficiado de muchas formas, pero asumen que son los grandes perdedores de la historia: todo tiempo pasado fue mejor y todo futuro es un amasijo ininteligible al cual nos dirigimos en una suerte de viaje fatídico. 

Los cambios sociales que han ocurrido en los últimos años han sorprendido a estos últimos mohicanos. Entonces, para defender su visión maniquea de la realidad, optan por escribir como quien dicta un discurso: no hay interlocución posible porque, difícilmente, se bajarán de su pedestal a intentar convencer o, peor aún, debatir con argumentos. Estos personajes se refugian en la políticamente incorrecto. Ante la sociedad puritana que los intenta censurar, ellos reaccionan con la defensa de valores caducos en lugar de escudriñar las raíces del malestar global. Ellos –según su narrativa– no enarbolan un discurso de odio. Son “polémicos”. La polémica, en los últimos tiempos, se ha convertido en el refugio ideal de los últimos mohicanos. Un personaje polémico muchas veces tiene el beneficio de la duda. Como los filósofos cínicos se venden con la etiqueta de “incómodos” al poder, al statu quo y a las nuevas generaciones. La libertad de expresión es De esta forma consiguen hacer aceptables sus inaceptables apariciones en la vida pública. El filósofo Fernando Savater asume que la crisis climática es una exageración de los medios, pues ha hecho mucho calor en el pasado. Arturo Pérez-Reverte, el novelista, anuncia el reino de los tontos y el sacrificio de la élite que él tan bien representa. Mario Vargas Llosa, compañero de armas, nos advierte el peligro que corre el castellano con el apoyo que, recientemente, han tenido las otras lenguas en España. David Toscana, de este lado del charco, despotrica contra las series de televisión y sueña con un mundo en el que los sobrecargos ofrezcan libros en lugar de tragos en los carritos. El recién fallecido Javier Marías se negaba a escribir en computadora. Redactaba sus novelas y su correspondencia en una máquina de escribir. Una vez terminado el texto se lo pasaba a su secretaria para que lo escaneara y mandara la imagen por el abominable correo electrónico.  

¿Hay problemas en el mundo? Sí. ¿Vivimos en lo que llamó Guy Debord “la sociedad del espectáculo? Por supuesto. ¿Hay una erosión del pensamiento y una banalización de la convivencia social? Es indudable. El asunto con los últimos mohicanos es que no asumen el presente como una continuidad del pasado, una hipérbole de la “normalidad” que ellos alguna vez vivieron. Como no problematizan ese pasado y sus paradigmas, sólo pueden criticar lo que ocurre ahora a través de la incredulidad y el prejuicio. Me los imagino en su mecedora, diciendo groserías entre dientes, con una escopeta a un lado, esperando el final de sus días convencidos de que siempre tuvieron la razón. El escritor ecuatoriano Mario Campaña en su libro llamado, justamente, Una sociedad de señores, tiene una teoría factible: las sociedades guiadas por la brújula liberal nunca se sacudieron la impronta aristocrática que definió el pasado feudal. Las élites reprodujeron otras élites y nunca se ha ido, en realidad, la necesidad de imponer jerarquías y el llamado gobierno de los sabios, concepto que se puede rastrear hasta Platón, legitimado por la religión y el cultivo de las buenas maneras. La sociedad de los señores, refugiada en su pasado ideal, sigue con la espada desenvainada aunque su legitimidad esté cada vez más desacreditada.

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Alejandro Badillo. Escritor mexicano. Estudió Economía. Miembro del Comité Cultural del programa de Lengua y Pensamiento Crítico de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla UPAEP. También participa en las Jornadas de Pensamiento Crítico y Cultura Escrita de la misma institución. Colaborador habitual de la revista Crítica de la Universidad Autónoma de Puebla BUAP.

Autor de tres libros de cuentos. Obra suya ha formado parte de varias antologías. Ganó dos menciones honoríficas en el Premio Nacional de Cuento Fantástico y de Ciencia Ficción. En el 2007 y 2010, fue becario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes FOECA de Puebla en el área de cuento y novela y en 2016 del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes FONCA.

Textos suyos han aparecido en revistas como Manufactura, del Grupo CNN-Expansión; Punto en línea, de la Universidad Nacional Autónoma de México unam; Luvina; Tierra Adentro; Quetzal-Leipzig, de Alemania; y Narrativas, de España, entre otras.

Actualmente, es coordinador del Taller de Creación Literaria de la Universidad Iberoamericana-Puebla UIA y la UPAEP.

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