Guía de lectura 479

Tachas 502 • La risa en la antigua Roma, de Mary Beard • Jaime Panqueva

La risa en la antigua Roma, de Mary Beard
Jaime Panqueva

A pesar de que en este espacio he comentado en tres oportunidades libros de esta autora, no está de más iniciar diciendo que Mary Beard se ha convertido en las últimas décadas la más importante y divertida divulgadora de la cultura clásica en lengua inglesa. No sólo por su erudición fundamentada por décadas de investigación, sino por su estilo directo, profundo y a la vez ameno, este libro es una verdadera joya. Beard condensa investigaciones de décadas y conferencias impartidas alrededor de un tema que puede parecer banal si pensamos en la historia clásica contada a partir de los conflictos bélicos, intrigas políticas, los grandes géneros literarios o tratados fundacionales sobre arquitectura y derecho. 

La pregunta de partida ¿de qué se reían los romanos antiguos?, como es usual en la autora, conduce a importantes consideraciones sobre el objeto de estudio, que abarca un periodo de casi un milenio (del siglo V a.C. al casi VI d.C.). Primero, que a nosotros ha llegado un acervo muy nutrido de imágenes, arte, y textos, escritos por la élite de entonces, compuesta casi exclusivamente por hombres libres, cultos y adinerados. Es casi imposible encontrar huellas sobre qué hacía reír al ciudadano de a pie o a los esclavos, y muy difícil detectar, por ejemplo, las risitasfemeninas. 

Otro, que las risas que han llegado hasta nosotros, como la de Dion Casio en el Coliseo ante un amenazante Cómodo vestido de gladiador, pueden ser muchas veces un recurso retórico premeditado para quedar bien años después de los hechos ante un lector potencial de la aristocracia. 

Beard con rigor, suspicacia y mucho humor nos lleva desde las confluencias griegas de la risa romana, pasando por los autores de comedia y tratados de Cicerón o Galeno, hasta los libros de chistes, como el Philogelos, para mostrarnos que podemos aún reírnos de sus chistes, a pesar de que muchas veces las traducciones ajusten lo que se decía entonces a nuestra sensibilidad moderna. 

Así como ya existían censuras y comentarios similares a nuestro actual pudor políticamente correcto sobre de quién podemos reírnos y de quién no. ¿Por qué les causaban tanta risa a los antiguos los calvos o todos los simios en general? ¿Cuáles eran las cualidades de sus bufones o actores cómicos, conocidos también como scurra o mimos? Y, como sucede en muchos de los textos de Beard, que siempre analiza y comenta un importante acervo de estudios realizados a la fecha, ¿Cuánto sabemos  en realidad del tema en ese periodo tan amplio?

Para quienes deseen viajar en el tiempo y reconocer nuestro legado cultural en la Roma antigua, no sé si exista una mejor compañía que la de Mary Beard.

 

Comentarios a mi correo electrónico: panquevadas@gmail.com