Matadero Cinco. La cruzada de los niños, Kurt Vonnegut, Blackie Books, primera edición, julio de 2021

Comenta Ricardo Piglia en La forma Inicial la manera en que Macedonio Fernández abordaba sus lecturas: fragmentario, casi impulsivo. 

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Me pregunto si la fluidez en mi lectura de Matadero Cinco no refleja la experiencia fragmentada, condición de la época.

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“Billy Pilgrim se ha despegado del tiempo” inicia la novela que ha escrito Kurt, dentro de Matadero Cinco. Billy Pilgrim viaja como consciencia en el tiempo: resurge en su piel cuando era un niño, cuando se encuentra como prisionero de guerra en Dresde, cuando está a punto de morir.

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El farallón de concreto está tres pisos abajo, el agua sube un poco más a estas horas. Arrastro la silla hacia atrás, coloco mis manos en el escritorio, al lado del teclado, y me levanto. 

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We are so bound by time, by its order. 
I remember moments in the middle…
But now I'm not so sure I believe in beginnings and endings

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Ya hemos cumplido con nuestra cuota de héroes de guerra. La nueva generación, los héroes juveniles a la sazón de Los juegos del Hambre et al., continuan enalteciendo la misma empresa, con las mismas atrocidades. Que Billy Pilgrim sea parte imbécil, parte místico, y sobre todo, patético, está más cerca de un verdadero mérito para la narrativa de guerra. 

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La luz de la lámpara forma un eclipse en el techo de la sala. A mi derecha, la puerta abierta de su cuarto extiende una tenue sombra sobre el parquet. El resto del departamento está en penumbras, en un delicado silencio. Junto a la lámpara, el repetidor, apagado. Me acerco para asegurarme que esté conectado pero es inútil: no alcanza la energía. Volteo hacia su cuarto: no está.

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Desarticular la narrativa de la guerra -porque todavía existen grandes narrativas-. Oswaldo Zavala, en La guerra en las Palabras, lo hace desde la investigación. Vonnegut, en Matadero Cinco, lo hace desde la ficción.

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“Billy Pilgrim se ha despegado del tiempo” inicia la novela que ha escrito Kurt, dentro de Matadero Cinco. Billy Pilgrim viaja como consciencia en el tiempo; de esta manera, establece un diálogo con la experiencia condicionada a la temporalidad. Le parece natural el amor fati. Con tremendo humor, Vonnegut anota que “...entre las cosas que Billy Pilgrim no puede cambiar estaban el pasado, el presente y el futuro”

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Billy Pilgrim presencia el bombardeo de Dresde.

Uno puede pensar que fue un bombardeo inútil.

¿Acaso los hay útiles?

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“¡Boo!” - su voz súbita desde el comedor, a oscuras. Se divierte conmigo. No puedo evitar sonreír, por la ansiedad consumada, por la alegría de verla. Ha cerrado todas las persianas. “Otra vez la migraña” se anticipa. Atravieso el comedor hasta llegar a la cocina. A través de la ventana, adivino el agua que se arremolina en el patio central.

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El mundo de los hombres es el mundo de los ingleses en Matadero Cinco. Aun cuando son prisioneros se mantienen limpios, en forma, listos para hacer digeribles los horrores de la guerra. 
¿Pulcritud, en la guerra?
Otras miradas son posibles…
Cartucho, de Nellie Campobello, una mirada penetrante, curiosa, impasible, de la Revolución Mexicana, a través de los ojos de una niña

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La mujer de Lot miró hacia atrás, para ver la destrucción de Sodoma y Gomorra y se convirtió en una estatua de sal.
En Dresde también llovió fuego
Cuando Vonnegut miró hacia atrás, ¿en qué se convirtió? 

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La miro a los ojos. “Hola”, le digo, después de un rato. La luz desde la sala perfila el lado derecho de su rostro. Nos quedamos en silencio. El mutismo calcinante del añoro.

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“Se supone que la gente no debe mirar atrás. Desde luego, yo no pienso hacerlo más”

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Billy Pilgrim se despega del tiempo cuando se encuentra en la guerra. Ya no hay nada que lo sujete al tiempo de la Tierra. La guerra y la experiencia temporal de cotidianidad son incompatibles. Por eso se escapa. 

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Georgina Cebey menciona en “Arquitectura del fracaso” que la memoria consiste en volver al pasado, a ese punto donde lo habitual se quebró para tratar de darle sentido. ¿Qué es lo que resta, que es lo que queda por decir después de una guerra, después de sobrevivir a un bombardeo como el de Dresde? Vonnegut lo tiene claro: Pío pío

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“...pues no sé a donde vamos. Hace mucho que partimos. Los otros nos hablan de la ciudad de Jerusalén, que está al final del mar, y de Nuestro Señor, que ahí estará para recibirnos. Y Eustace conoce bien a Nuestro Señor Jesús, pero no sabía qué era Jerusalén, ni una ciudad, ni el mar…” 

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-Relato de la pequeña Allys

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“Billy Pilgrim se ha despegado del tiempo” inicia la novela que ha escrito Kurt, dentro de Matadero Cinco. Billy Pilgrim viaja como consciencia en el tiempo: resurge en su piel cuando era un niño, cuando se encuentra como prisionero de guerra en Dresde, cuando está a punto de morir.

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Al siguiente momento, la luz regresa, el repetidor se enciende. Hay una claridad asfixiante en la cocina, en el comedor.
Miro hacia su cuarto. La puerta se ha mantenido así, abierta. Ya no pienso mucho en ello.
Regreso a mi escritorio. El silencio se ha mantenido intacto, hasta que mis dedos terminan de escribir estas últimas palabras.



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Omar de Felipe. Omar De Felipe Solís (Orizaba, 1997), licenciado en ingeniería en computación y sistemas en UPAEP. Ha publicado ficción en la revista Mula Blanca, en el suplemento cultural El Confabulario de El Universal. Cuenta además con reseñas en El Popular de Puebla, el portal Pez Banana y una publicación en Rio Grande Review, journal de arte contemporáneo de la University of Texas at El Paso. 




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