Desperté en París…
exahusta en tintas de luz.
Mariposas de alas negras
azotaban en el vidrio de la ventana,
embriagadas por el viento de la tarde.
 
Quema
se queman
en destellos de incongruencia
reflejados en la corniza,
 
y la piel húmeda revolotea
en la incensura
del último sueño,
 
atraviesan las noches lóbregas
del invierno consumido…
 
Látigos dispersos en el aire
caen sobre sus alas,
aturden el sentido más elevado
de la obscura intriga;
 
enferman
se enferman
en el pálido rosáceo
crepuscular
desde las plegarias del aleluya
hasta el duelo que esclaviza
en ambos placeres
de contraste obsceno;
 
después caer
luego del dolor…
 
después…
gotas de tortura
adulteran dulcemente
el aroma de sus alas
 
quiebran
se quiebran.
 
Intrínseca noche rojo violento…
 
Mariposas embriagadas
por el viento de la tarde
quiebran
se queman
adulteran dulcemente…
 
Alas negras
exhaustas en tintas de luz
 
Desperté en París
…Resbalabas en la seda interior
de mi escenario.

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