DISFRUTES COTIDIANOS
Tachas 512 • Festival AXE Ceremonia 2023 • Fernando Cuevas
Fernando Cuevas

Se celebra la décima edición del festival que ha logrado mantener cierta presencia, ya con una duración de un par de días y logrando fichar algunas figuras mediáticas como Travis Scott y Rosalía. Una breve mirada a cuatro invitados que desplegarán estilo y efusividad en el escenario.
El sexteto parisino L'Impératrice, integrado por su líder y tecladista Charles de Boisseguin, el colega Hagni Gwon, el bajista David Gaugué, el guitarrista Achille Trocellier, el baterista Tom Daveau y la vocalista Flore Benguigui, quien se unió poco después, se mueven entre un pop eléctrico de sonidos retro que de pronto se encuentran con ambientes discotequeros limpiamente producidos. Presentaron cuatro EP’s (L’Impératrice, 2012; Sonate Pacifique, 2014; Odyssée, 2015; Séquences, 2017) y algunas regrabaciones antes de conformar su primer largo, Matahari (2018), sumando apuntes de la chanson con tentadores y coquetos susurros e instrumentaciones oscilantes. Tras otro EP homónimo, produjeron su segundo álbum, Tako Tsubo (2021), con ciertos aromas funkie y que puso a girar otra vez la reluciente bola de cristales para subirse a la pista sin remedio y dejarse atrapar por un colorido dancing club.
Desde Londres se deja escuchar una voz desde la acera de enfrente, en la que confluyen sonidos de todas partes. Como si se tratara de una diva pendenciera salida de alguna producción de Bollywood, MIA (Maya Arulpragasm) ha dejado que su sangre (es originaria de Sri Lanka, donde padeció la guerra civil) se entrevere con música electrónica, un poco de funk y otro tanto de dance, para gritar en clave hipopera mensajes de contenido político, desde una visión periférica y contestataria. Con su debut, Arular (2005), álbum del año según Rockdelux, y con Kala (2007), mejor disco de ese año de acuerdo con Rolling Stone (antes de su brusco desprestigio), se instaló como la hechicera del urbanismo musical, expresando esa pequeña luz migrante de la mundialización entre las penumbras de la globalización.
Continuó apuntalando su estilo con Maya (2010), en el que puso el foco para alumbrar los tiempos digitales que corren y la sobrevivencia del amor; Matangi (2013), convocando a la revuelta a las chicas malas y buscando dentro de sus propios márgenes algunas innovaciones sonoras, sobre todo en la rítmica y el armado de los sonidos; AIM (2016), con el reconocido orientalismo que se entromete en el armado digital, y Mata (2022), con lances tribales en plan exaltación y una mirada a sus orígenes estilísticos, poniendo The One y Popular como cortes más visibles. Música del mundo con fuertes anclajes étnicos llevados al sincretismo feroz de la jungla de asfalto.
Por su parte, el súper grupo Moderat, conformado por Sascha Ring (Apparat), Gernot Bronsert y Sebastian Szary, ambos de Modeselektor, ha destacado por sus envolventes presentaciones en vivo, como se puede apreciar en su álbum Live (2016), y su capacidad para incorporar la tradición berlinesa de la electrónica y sus múltiples ramificaciones, que tan bien han sido sembradas y cultivadas en la capital alemana. El proyecto se dio a conocer con el EP Auf Kosten der Gesundheit (2003); siguieron con el ídem Moderat (2009), II (2013) y III (2016), ya en plan largo: fueron obras que se aventuraron por el tecno minimal y el house progresivo pero insertando elementos pop que refrescan el entramado digital. La película de Alex Garland, Annihilation (2018), retomó un extracto de The Mark, una de sus principales composiciones. Volvieron al estudio para grabar More D4ta (2022) con Easy Prey, Copy Copy y Fast Land como cartas de presentación, confirmando esa capacidad para llevarnos de la euforia contenida a una inquietante disposición.
En tanto, el productor, DJ y compositor Fred Again…, bautizado como Frederick John Philip Gibson y de origen aristocrático, hizo sus pininos al lado de Brian Eno y Karl Hyde, ni más ni menos, y después de participar en algunas grabaciones tras bambalinas y escritura de canciones, arrancó con su proyecto llamado Actual Life, a través del cual captura diversos sonidos y voces para después integrarlas a sus tejidos electrónicos, como se advierte en Actual Life (2020) atravesados por la lógica pandémica. Vendrían después, entre diversas presentaciones, colaboraciones y participaciones en festivales, las secuelas Actual Life 2 (2021) y Actual Life 3 (2022), impregnadas por ese enfoque de cercanía ambiental edificada con paredes de sonidos que parecen atrapar la incertidumbre vital para devolverla en forma de secuencias orgánicas, sobreviviendo en tiempos de confinamientos a través de la conversación.