GUÍA DE LECTURA 495
Letragrafías, antología del estado de Guanajuato • Jaime Panqueva
Jaime Panqueva

Saludo este ejemplar colectivo, coordinado en la zona sur del estado, presentado el mes pasado en la feria del libro de Irapuato, y que por estas fechas participó en la FENAL, la gran feria del libro del estado que finaliza este domingo su edición 34 en el Poliforum de León. Un proyecto que contra viento y marea pudo ver la luz gracias a la persistencia de Camelia Rosío Moreno y Alberto José Muñoz, quienes reunieron medio centenar de relatos, poesías, grabados, pinturas, dibujos y fotografías de prácticamente todo Guanajuato, para cantar a su diversidad y a esa cara brillante que no aparece de forma cotidiana en los noticieros.
Paisajes, ciudades, hechos históricos rememorados, e incluso textos bilingües del otomí Hñähñu, se forman en parejas con sus equivalentes gráficos, como si ingresaran en un arca de Noé para preservar esa luz que portamos como parte de una civilización amenazada por el diluvio violento de las mafias locales y nacionales.
“Somos milpa y carrizo” reza uno de los poemas otomís, pero también asfalto y acero, Cervantino y canto, sueños e historia. Poetas y narradores de renombre como Baudelio Camarillo, José Manuel Ortiz Soto, Paola Tena, Víctor Hugo Pérez Nieto, Pedro Omar Rivera o Marjha Paulino, buscan en textos breves recrear al estado que habitan, en un diálogo con las artes visuales de -entre otros- Nadia Rodríguez Ramírez, Armando Espinosa Moreno, Pattho Villagrán o Jorge Muñoz. Y a su vez, comparten su mirada asombrada con escritores y artistas plásticos más jóvenes, algunos de ellos publicando por primera vez.
Me causa también emoción reencontrar al escritor y amigo Jeremías Ramírez Vasillas, quien hasta su fallecimiento el año pasado, tuvo a su cargo el diseño editorial del proyecto y participa también con un relato póstumo de corte ibargüengoitiano, La noche de las ranas. En pocas semanas se cumplirá un año de su triste partida mientras se encontraba inmerso en proyectos tan loables como este ejemplar, que por fortuna pudo salir de la imprenta.
Muchas veces pasa por mi cabeza la pregunta de cómo nos recordarán en el futuro nuestros descendientes. ¿Por los sangrientos titulares de los periódicos? ¿Por los frívolos muros digitales del Facebook? ¿Por los no menos fútiles videos o imágenes de otras redes sociales? ¿Por alguna historia, quizás escrita por una inteligencia artificial, que compile con un criterio que aún desconocemos todo ese material inabarcable? Me gustaría pensar que esta arca de Noé lanzada en nuestras ferias del libro, podría ser un buen material para acercarse a la mente y al corazón de estos tiempos.
Comentarios a mi correo electrónico: [email protected]