POESÍA
Tachas 552 • Por la ruta de Creeley • Tedi López Mills
Tedi López Mills
Que la memoria es la caverna donde acabamos viviendo
Que tumbados boca arriba miramos el techo
Que nos vemos de tamaños distintos, en movimiento,
quietos
Que corremos hacia delante aunque nos recordemos
hacia atrás
Que la caverna tiene secretos, vetas, asperezas
impersonales
Que se puede viajar en su espacio pequeño y oscuro
Que uno puede no llegar a ninguna parte y haberse ido
Que la caverna la hizo un anfitrión griego sin luz natural
Que la fabricó hipotecando conocimientos de puertas y
ventanas
Que quiso poner a prueba nuestra atracción por el sol
minutero
Que no sirvió de nada bosquejar la salida en la idea de
recinto
Que afuera hay siempre una pared blanca donde se raya
la primera versión de la experiencia
Que subsisten algunas sombras vienen de lejos y traen
noticias
Que el recuerdo dura más cuando uno se distrae del
recuerdo
Que el mío comienza con una alberca dislocada entre
árboles
Que el agua pasó por mi oído sin retirar su última
burbuja
Que respiré sin querer la sensación del azul y vi el cielo
dividido un instante como número
Que adiviné la respuesta no hay arriba desde el agua o
firmamento
donde se entreteja la perfección con el error simulado de
mi ser tan tuyo como mío
Que la caverna postula su propia caverna restituye la
alternativa de una intemperie sin doblajes
Que en el agua la memoria es pasajera se deshace
con cualquier rutina del cuerpo
Que la noticia de la sombra hoy carece de artículos no
se entiende
Que el mundo no es igual en todos los lugares allá gritan
aquí se esconden se mide el miedo con gis en mi
cabeza se distribuye en largos estambres se ahorca
Que difieren las cavernas son largas a veces estrechas
apenas cabe la memoria
Que se ajustan incluso a su inexistencia
Que me recuerdo en alguien que no es yo tumbado en
mi caverna
Que le reclamo no me pongas en esa historia no calcules
entradas por salidas algo así de banal me quedo
adentro con el techo encima
Que para eludirte propongo más cavernas mientras
recuerdo
Que la memoria es mi truco predilecto para extraviarme
Que la paradoja de la piedra negra lustrosa piedra será
otro recuerdo
Que sólo el final no tendrá principio o algo externo
el día
los árboles el manantial especulativo tu reflejo en
escorzo
Que la metáfora es infinita: caverna o cueva o gruta
ponte en mi lugar: que empiezas donde acabo.
***
Tedi López Mills (CDMX, 1959). Empezó su licenciatura en filosofía en la UNAM y la terminó en París, en la Universidad de la Sorbona. Posteriormente, en esa misma institución, llevó a cabo su maestría y cursó el primer año del doctorado en literatura hispanoamericana. En 1994 fue becaria del FONCA; en 1996 el Fideicomiso para la Cultura México/Estados Unidos le concedió un apoyo para realizar la antología del poeta estadounidense Gustaf Sobin, Matrices de viento y de sombra, que se publicó en 1999 (Ediciones del Hotel Ambosmundos), y en 1998 obtuvo la primera Beca de Poesía de la Fundación Octavio Paz, con la cual escribió su quinto libro: Horas (Premio Juan Pablos al Mérito Editorial, CANIEM). Sus otros libros de poesía son: Cinco estaciones, Un lugar ajeno, Segunda persona (Premio Nacional de Literatura Efraín Huerta 1994), Glosas, Luz por aire y agua, Un jardín, cinco noches (y otros poemas), Contracorriente (Premio Nacional de Literatura José Fuentes Mares 2008), Por la ruta de Creeley, Muerte en la rúa Augusta (Premio Xavier Villaurrutia 2009 de Escritores para Escritores) y, el más reciente, Amigo del perro cojo (Premio Iberoamericano Bellas Artes Poesía Carlos Pellicer para Obra Publicada 2015). El Fondo de Cultura Económica publicó su primer volumen de ensayos, La noche en blanco de Mallarmé, y la Editorial Almadía el volumen de ensayos narrativos-personales, Libro de las explicaciones (Premio de Narrativa Antonin Artaud en México, 2013). Ha pertenecido al Sistema Nacional de Creadores de Arte en cuatro emisiones.