Tachas 565 • Cuatro poemas breves • Sergio Inestrosa

 

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La punta del pie de la dulce noche toca ya a la puerta de la casa
Dentro, la apasionada carne de nuestros cuerpos se aligera,
Aunque esperar el alma ordena, 
Pues siempre es más gozoso el amor si se logra demorar.


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De pronto y sin ninguna razón aparente, me encontré 
lejos de ti y me partí en pedazos como se rompen las ollas de barro 
y mi cuerpo quedó hecho pedazos por todas partes. 


*
Entona una canción que haga verdecer los campos,
susurra una oración que toque el corazón de Dios 
y de pronto verás la primavera florecer por todas partes.


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Zarpar de una playa de arenas blancas para ir en busca 
de una isla que ha perdido el nombre y encontrar una casa en ruinas 

que conserva una verja de fierro viejo y traspasar ese frontera

para después perderse feliz en el espacio del olvido que nos acoge.

 

 

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