sábado. 07.06.2025
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Tachas 589 • Hambre en Tenochtitlán • Salvador Novo

Salvador Novo

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Tachas 589 • Hambre en Tenochtitlán • Salvador Novo

Los teules pusieron sitio a la ciudad, la acometieron con sus grandes casas flotantes de madera, con sus ciervos que piafaban, con el rayo de sus cañones: 

"Y todo el pueblo estaba plenamente angustiado, padecía hambre, desfallecía de hambre. No bebían agua potable, agua limpia, sino que bebían agua de salitre. Muchos hombres murieron y muchos murieron de resulta de disentería. Todo lo que comían eran lagartijas, golondrinas, la envoltura de las mazorcas, la grama salitrosa. Andaban masticando semillas de colorín y andaban masticando lirios acuáticos, y relleno de construcción y cuero y piel de venado. Algunas hierbas ásperas y aun barro. Nada hay como este tormento; tremendo es estar sitiados; dominó totalmente el hambre". 

Ochenta largos días duró el sitio, la matanza —y el hambre. La dieta de los tenochcas fue entonces la que patéticamente cantó otro poeta: 

Hemos comido palos de colorín,
hemos masticado grama salitrosa,
piedras de adobe, lagartijas,
ratones, tierra en polvo, gusanos...
Comimos la carne apenas
sobre el fuego estaba puesta.
Cuando estaba cocida la carne
de allí la arrebataron,
en el fuego mismo la comían.
Se nos puso precio.
Precio del joven, del sacerdote,
del niño y de la doncella.
Basta: de un pobre era el precio
sólo dos puñados de maíz,
sólo diez tortas de mosco;
sólo era nuestro precio
veinte tortas de grama de salitre.

Cierto, los teules morían también. Allí estaba su carne pálida. Pero ¡qué distinto sabor —amargo, vomitivo, incomible— que el de los esclavos deificados por el sacrificio, después de haberlos escogido en Azcapotzalco, o capturado en la guerra florida; engordado, mimado como ahora trufamos vivos con nueces a los pavos de Navidad; y luego aderezado en casa con su caldito y su maíz —pozole sagrado y confortante! 

Los teules triunfaron. Y para celebrar dignamente su victoria, Cortés dispuso en Coyohuacan una comida para sus capitanes. 

***
Salvador Novo 
(CDMX, 1904 – 1974) fue un poeta, ensayista, dramaturgo e historiador mexicano, miembro del grupo «Los Contemporáneos» y de la Academia Mexicana de la Lengua. Su característica principal, como autor, fue su prosa hábil, rápida, así como su picardía al escribir. Carlos Monsiváis dijo de él que era «el homosexual belicosamente reconocido y asumido en épocas de afirmación despiadada del machismo». 
 

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