Tachas 596 • Collage, collage y más collage • Francisco Rangel
Francisco Rangel
Esta vida es un camote y el que no la gocé es raíz
La Abuela Petra (abuela de Israel Martínez)
Antes que nada, me parece importante que estemos en concordancia entre lo que entraste a ver y esto que lees: es un micro-análisis sobre trece micro-dispositivos de deseo. Palabras rimbombantes para decirte que todo lo que veras está lleno de humor, deseo y disfrute. En cada una de esas imágenes, las referencias a nuestros consumos visuales se encuentran allí. Pero dislocadas, llevadas a otro lugar y, por ello, le cambia el sentido con que solemos usarlas.
Cuando uso la palabra micro, no me refiero al tamaño o contexto, si no a la táctica que usa Martínez, para llevar a su molino, el significado que les confiere a fragmentos de memes, anuncios publicitarios, piezas de utilería para reforzar nuestra sociedad del espectáculo. No hay en ninguna de ellas, una actitud educativa o civilizadora. Tampoco hay revolución o rebeldía. Cada una de ellas tiene los elementos que podemos entender, de acuerdo a nuestros consumos culturales.
Si se esperaba una explicación de ellas, este texto no será. Porque son pequeños envoltorios, más parecidos al papel, caja y moño de un regalo. El significado en cada una de ellas estalla cuando las abrimos; cuando nos preguntamos qué diablos dicen… y vamos encontrando ese significado que estalla en nuestra cara. Parecen pequeños poemas que juegan con lo que creemos, sabemos y deseamos. Son juegos como el serpientes y escaleras: cada vez que estamos al punto de llegar a entenderle del todo, regresamos varias casillas. Y una sonrisa se dibuja en el rostro.
El placer y goce que otorgan no son en la primera vista, es en regresar a ellas. Releerlas como la piel del amante o el trago que nubla la conciencia. Son esas zonas grises que no se ocultan ni están a plena luz.
Cuando hablo de disposición de deseo, señalo que el deseo no es nunca una determinación “natural”, ni “espontánea”. Por el contrario, es el acomodo de diversos elementos heterogéneos con los que creamos una simbiosis, un acuerdo para dejarnos que funcione en nosotros. Nos volvemos parte de la pieza para que estalle (emocione) en nosotros. El ejercicio de poner imágenes conocidas, sólo es el pretexto para dialogar con nosotros, la pieza y el autor de dicho dispositivo. Podríamos decir que, en nuestra mente, es como andar en casa, en calzones, bebiendo el primer café de la mañana, tomando la taza con las dos manos.
(Texto para una exposición de Israel Martínez en @casabrujaprojects. Calle 20 de enero #706, Col. Obregón, León, Guanajuato.)
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Francisco Rangel. (Celaya, 1975) Trabaja como profesor, edita videos y en la mesa de redacción del Semanario Tachas. Ha escrito un par de libros, produce música lo-fi y disfruta de la polémica. Estudió filosofía y física.
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