Tachas 599 • Hablar De Un Buen Libro • Jeanne Karen

 

Cuando uno abre el libro, no sabe bien a bien qué se va a encontrar. Lo abrimos con el deseo, quizá, de aprender algo nuevo, de entretenernos, de ahondar en conocimientos que ya teníamos pero hace falta reforzar; pero abrir un libro y encontrar otra forma de ver, de percibir el mundo que creíamos conocer, siempre será un gran descubrimiento.

Hace unos días tuve la fortuna de presentar el libro La poesía mexicana del siglo XIX: Romanticismo, Costumbrismo y Naturalismo, editado por el gran poeta e investigador Ricardo Venegas, quien además también aporta su visión dentro de las interesantes páginas del libro e invita a disfrutar del magistral enfoque de Mario Calderón y Claudia Cabrera, investigadores que nos entregan a lo largo de 251 páginas, un universo de ideas que se disfruta de principio a fin. Ricardo es además el editor de Ediciones Eternos Malabares, sello con el que se publicó el libro, en una coedición con la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Eternos Malabares es una editorial con un amplio catálogo que va desde la poesía hasta la investigación. La noche de la presentación, que fue en el Colegio de San Luis, nos acompañó otra escritora potosina de renombre: Laura Elena González, quien nos enriqueció con su conocimiento, escucharla hablar de su pasión, de su visión, siempre será un gran motivo para asistir a una charla, mesa, presentación en donde esté invitada. 

Hablar de un período de la literatura mexicana que ha sido tan importante, -pero hablar desde los otros-, desde la visión de los poetas que rara vez estaban reunidos en antologías, se vuelve imperioso, porque las voces de los poetas del citado siglo, son también las voces de los hombres que vieron e hicieron crecer instituciones importantísimas de nuestro país; no sería lo mismo la cultura y el arte en México, sin el increíble trabajo, la ardua labor que realizaron a lo largo de casi un siglo, los poetas, escritores de La Academia de Letrán y del Liceo Hidalgo. 

Ejemplos abundan, pero en un espacio como la columna, puedo citar a Guillermo Prieto, fundador de la Academia de Letrán, poeta que albergó en su espíritu a la poesía costumbrista, con todo lo que implica, y que nos dejó versos tan bellos, ciertos y necesarios como: El silencio se destiende/ convirtiendo en noche el día.

Dos poderosos versos del poema Romance de la migajita, ampliamente estudiado en el libro; me quedo con la fuerte imagen anterior, inmersa en el misterio, entre el silencio, la oscuridad y la luz.

Ahora pienso que es alentador también, para quienes escribimos en estos tiempos, sentir que algo puede suceder con nuestra obra en el futuro, que habrá tal vez lectores que vuelvan su mirada a los poemas de nuestro siglo y que encuentren joyas y motivos, las primeras para maravillarse y los segundos para seguir adelante con esperanza. Vayan a buscar el libro, hay mucho por aprender, por conocer, por comprender, espero que este breve texto haga crecer su curiosidad, su asombro y su impulso lector.

 

 

 

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Jeanne Karen (San Luis Potosí, México, 14 mayo 1975). Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Temas como la muerte, la introspección y la complejidad semántica en la comunicación en relación con el autismo y las ciencias exactas como las matemáticas y la física, influyen su trabajo en un debate casi ético. Premio estatal de poesía Viene la muerte cantando (1998) Premio de Poesía Salvador Gallardo Dávalos (1999), de Poesía Manuel José Othón (2002 y 2006) Premio de Periodismo Francisco de la Maza por Publicación o Programa de Difusión Cultural (2009).

Ha publicado los libros: Simulación dinámica (Bitácora de Vuelos, 2015), Cementerio de elefantes (Múltiples editoriales). Hollywood (Ponciano Arriaga), Menta (Ponciano Arriaga).

 

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