Tachas 612 • Brevedad de Aleqs Garrigóz y Horizonte de Mauricio Beuchot • Jaime Panqueva

 

Desde finales de año pasado, al escribir la guía que resumía los libros del 2024, me impuse (nuevamente) el propósito de aumentar mi lectura de poesía. Con el gentil auspicio de la recientemente desaparecida Azafrán y Cinabrio, que editó una cantidad nada despreciable de material poético, incluidos muchos de la región centro occidente, además de traducciones y poetas extranjeros, llegó a mí Horizonte (2010). El filósofo Mauricio Beuchot, conocido en su disciplina como el formulador de la hermenéutica analógica, funde en su poemario la sensibilidad del ser humano con las preocupaciones del pensador racional:  

 

¿Qué alegoría nos dará 
un sentido para nuestra historia?
Hemos matado al espíritu,
hemos apagado la pasión, 
hemos arruinado los corazones, 
no queda mucho ya.
¿Volverá a arder el fuego?
¿Volverá a arder la alegoría?
¿O moriremos de frío, 
de inanición de sentido?

 

La fe católica también se decanta en sus versos donde celebra, por ejemplo, la imagen de la virgen María en su niñez:

 

Juega, Virgen niña,
Sigue con tu risa, y en tu gozo;
que el rizo dorado de tus cabellos
brille y se agite
con el destello de tu alegría.
Y si, de pronto, 
Atisbas una lágrima en tus ojos pequeños,
corre a mis brazos, 
desde la lejanía de los tiempos.

 

Casi al mismo tiempo, como una provocación, llegó a mí, Brevedad (Keli ediciones, 2024), colección de aforismos del poeta Aleqs Garrigóz. Las sensibilidades no podían ser más contrarias, pues Garrigóz despliega un glosario de ultrajes o sentencias desde una voz poética que en contravía de Beuchot, no extraña el fuego, pues desea regarlo todo con gasolina:

 

• Nunca conocía un vocablo más hueco que Dios. 
• ¿Qué inteligencia es esa que nos ha plantado en este mundo, en este juego diseñado para siempre perder en él?
• El mundo es un escupitajo en la cara.
• Donde otros ven en la naturaleza orden, armonía y belleza, yo veo brutalidad, monstruosidad y grosería. 
• El linchamiento es sólo una de las etapas de la vida.

• Al hombre enamorado no le cabe en la boca más que veneno. 

 

Arracimados por temas, Dios, Amor, Mal, Mundo, Sexo, Suicidio, Infancia, Muerte, Literatura, entre otros, guiados por la violencia y la destrucción de lo normado, de la convención, la demolición deparó un choque frontal entre poetas y concepciones del mundo. Por eso decidí incluirlos en este espacio, donde también me decantaré por la elegante contundencia de Beuchot:

 

Entrar en la poesía es entrar en la vida.
Pero desde la muerte, es decir, 
en la perspectiva de la muerte. 
Y entonces la muerte se dejó ver,
porque ella es silencio.
Símbolo del ser,
que llevas hacia lo otro. 
El rostro del extraño
se vuelve rostro de hermano. 

 

Encontré en esta guía la manera de juntar a Caín y Abel. Los lectores están en su derecho de escoger favorito.  

 

Comentarios a mi correo electrónico: panquevadas@gmail.com

 

 

[Ir a la portada de Tachas 612]