jueves. 26.06.2025
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El Día Después: iniciativa ciudadana

"La vida política y los elementos que intervienen en la configuración de la vida social, cultural y económica, es por demás compleja..."

El Día Después: iniciativa ciudadana

La ingenuidad no nos ayudará como país. El pensar que el nuevo presidente electo resolverá la grave situación en la que están la mayoría de las personas, de un día para otro, será un pecado de inocencia y de imprudencia ciudadana.

La vida política y los elementos que intervienen en la configuración de la vida social, cultural y económica, es por demás compleja. Las venas históricas en donde se anclan los problemas sociales y políticos son de orden estructural y van más allá de posibles soluciones simples.

El juego del poder en estos años fue excluyendo a la ciudanía de la democracia, y la redujo al voto. Los partidos políticos se han conformado con cumplir los mínimos para mantener su registro y aprendieron muy pronto moverse en la  simulación y caminar en el filo de la navaja, a valorar el costo-beneficio de sus acciones, de sus omisiones y de sus compromisos con el poder político, con el poder económico y con los poderes fácticos que todavía mecen la cuna en la sociedad. En resumen, pueden hacer cualquier cosa y salir ilesos.

Un discurso múltiple  y confuso se fue desarrollando en aras de crear y preservar el poder político. El Estado y sus instituciones  han establecido  los marcos legales para la participación social y la han hecho a su modo a la vez de que crear mecanismos institucionales para “regular y controlar” las acciones del Estado.

Se han ido impulsando nuevos marcos jurídicos como el Sistema Nacional Anticorrupción como respuesta a las exigencias ciudadanía, y que en ese múltiple discurso de avances en contra de la corrupción, se resisten las legislaturas  a nombrar al Fiscal General de la Nación, y no se quiere facultar su autonomía desde su nombramiento para que haga su trabajo sin favoritismos y sin encubrimientos.

Se observa un discurso desde las instituciones del estado y desde los intereses particulares de gobiernos estatales y municipales que han usado y  usan a la sociedad, a las personas de forma simulada, sólo para sus fines sino para buscar legitimidad en sus decisiones. Así tenemos,  legislaciones federales y locales, gobiernos estatales y municipales que juegan a la consulta ciudadana, al cabildeo social, a los foros populares, a las contralorías sociales, a los consejos ciudadanos, un discurso propio de la demagogia desde el poder, poder real o simbólico, en donde el pueblo es un actor negado en el mejor de los casos, pero que es usado para legitimar el uso del poder.

Hace unos días Diego Luna, como vocero, junto varios cineastas, actores, actrices y cantantes presentaron e impulsaron el  proyecto social y político: “El día después” que nace de la pregunta ¿Qué vamos a hacer las y los ciudadanos a partir del 2 de julio de 2018?  

En este proceso electoral que ha concluido con la votación del día de ayer, el ausente permanente fue el pueblo. Particularmente las mujeres fueron olvidadas en las propuestas concretas de los partidos políticos durante la campaña. En contados casos se escuchó a la gente, y si pasó esa escucha esta fue de forma parcial y de “rapidito”. Los medios de comunicación se centraron en los discursos de campaña, en lo dicho en los debates, en los ataques y escándalos que fueron la estrategia de campaña, y la pregunta es ¿Dónde quedo la sociedad? ¿En dónde se registró lo que las personas en cada localidad, municipio o estado demandaban a los candidatos? ¿Cuáles fueron las necesidades expresadas? ¿Cuáles fueron los compromisos y promesas hechas por parte de candidatos y partidos políticos?

“El Día Después” es una iniciativa que busca impulsar la participación activa de la sociedad, una sociedad civil que tiene que asumir la tarea de la conciliación desde las diversas visiones que se tienen sobre la política y sobre la forma de entender la vida social, para poder impulsar un mejor país y tener un mejor gobierno, buscando el diálogo y construyendo una ciudadanía “decida, volcada, critica, que sepa celebrar las cosas que hay que celebrar y cuestionar y exigir cuando haya que hacerlo”. Se trata de que la política sea de interés de todos y todas y no sólo un nicho que se apropian los partidos políticos y sus representantes.

La iniciativa  “El Día Después” propone 12 puntos que pueden orientar y ayudar a construir una sociedad, si bien plural, también comprometida a impulsar y exigir que el gobierno trabaje en apego a los derechos humanos. Los doce puntos propuestos son:

  • Se exige paz y tolerancia
  • No al racismo y al clasismo
  • Ejercer una actitud crítica hacia los gobernantes
  • No a la corrupción
  • No a la pobreza
  • Escuchar a los pueblos indígenas
  • Respeto al género y a la orientación sexual de las personas
  • Solidarizarse con los indocumentados
  • Más apoyo a la educación
  • Más apoyo a la cultura
  • Más apoyo a la ciencia
  • Más apoyo a las artes

Se puede conocer esta iniciativa ciudadana en:

El Día Después @eldiadespuesmx

 Puedes leer y compartir el manifiesto de #eldíadespués, y firmar  en http://www.eldiadespues.mx

Por lo pronto, las y los ciudadanos podemos seguir construyendo el cambio en la vida social de nuestra comunidad participando en política, más allá de los partidos políticos, teniendo una nueva relación con el Estado, con sus instituciones y creando nuevos espacios para la acción colectiva, para la exigencia de transparencia, para exigencia en la rendición de cuentas, para exigir la eficiencia y la eficacia de los servicios que le toca al estado garantizar con calidad y trato humano, para hacer exigibles la plena vigencia de los Derechos Humanos. Desde hoy 2 de julio de 2018, somos parte de El Día Después.