viernes. 20.06.2025
El Tiempo

Encontrarnos • Arturo Mora

“Encontrarnos es conocer y saber, y es mejor saber que no saber…”

Encontrarnos • Arturo Mora

Somos el tiempo que nos queda.
José M. Caballero Bonald

Aunque la ventana sea la misma, no todos los que se asoman ven las mismas cosas: la vista depende de la mirada.
Alda Merini

Todo se borrará en un segundo. El diccionario acumulado de la cuna hasta el lecho de muerte se eliminará. Llegará el silencio y no habrá palabras para decirlo. De la boca abierta no saldrá nada. Ni yo ni mí. La lengua seguirá poniendo el mundo en palabras. En las conversaciones en torno a una mesa familiar seremos tan solo un nombre, cada vez más sin rostro, hasta desaparecer en la masa anónima de una generación remota.
Annie Ernaux

Esto de buscar el sentido de los eventos que vamos viviendo tiene un componente humano, que es el querer comprender lo que se experimenta, y es una necesidad intrínseca que se expresa en cada persona. Pasa por tomar consciencia de unomismo y de nuestra relación con los otros. 

La cultura en que vivimos nos dota de explicaciones, la mayoría de ellas sustentadas en las diversas mitologías y en la construcción que hemos hecho de un pensamiento mágico, casi todas basadas en un determinismo fatalista, que desliga la razón y los hechos -lo real-, de las creencias y las representaciones -lo ideal-, porque pareciera que preferimos habitar la ilusión y la fantasía que intentan quitar la desazón que se siente en el corazón y en el alma, ante la falta de certezas y ante la falta de únicas respuestas ante nuestrasinterrogantes y dudas, inquietudes que nos abordan sin cesar.

Por otra parte, la vida en lo material, que está centrada en la subsistencia y en la necesidad de vivir con un mínimo de dignidad y con una calidad de vida que permita no pasar hambre, evitar la exposición a inclemencias del medioambiente, cuidarnos de los fenómenos naturales -llamados desastres naturales-, y a evitar enfermedades que disminuyen nuestras capacidades o posibilitan una muerte prematura, a la vez de crear oportunidades como civilización, para que todos puedan sean beneficiarios de los avances científicos y tecnológicos, para existir con dignidad al tener una adecuada y suficiente salud física, social y mental,  si asumimos que todos tenemos derecho a vivir las diversas etapas del desarrollo humano y social, para llegar a ser humanos en plenitud, con todo lo que eso implica. 

En la construcción social de la realidad hemos inventadoexplicaciones para mantener el estado de cosas, creando mecanismos de control social y formas para justificar la estratificación económica y la desigualdad social. Los superhéroes encargados de cuidar la narrativa del bien,nunca dejan triunfar a quienes cuestionan el poder, que irrumpen para cambiar un estado de cosas en el que el mal se convierte en sinónimo de cambio.

Pero no es todo, la sociedad de mercado maquilla desde el consumo la realidad y naturaliza los estereotipos para crear una normalidad como mandato social que se muestra incuestionable y en la que se crea, a su vez, un deber ser aspiracional, en el que se normalizan las desigualdades y las violencias, en el que la exclusión es el distintivo-marcador social, el código QR con el que categorizan a las personas,donde la trampa y el negocio de la sociedad capitalista de mercado es buscar la aceptación incondicional de que la realidad es así y ya, haciendo que la frustración, el dolor, el sufrimiento y la insatisfacción, se vivan desde la negación, aceptando como normal la sumisión y explotación.

A la par, ha logrado que se interiorice la necesidad de aparentar “algo” que no somos, y nos convertirnos en lo que no podemos ser desde el consumo. Sócrates decía “Es increíble la cantidad de cosas que no necesito” cuando paseaba por los mercados, sentencia que aplica ahora a todo lo que se vende en los supermercados, plazas comerciales, tiendas de conveniencia y hasta tienditas tianguis, pero sobretodo en el comercio en línea, que demuestra que el“mercado” hace de todo una mercancía, que lo único que le interesa es la ganancia, y que no tiene escrúpulo o pudorpara lograrlo.

Encontrarnos en lo real el desafió más grande que el ser humano tiene en estos tiempos en que la ilusión y el deseohan sido hechos productos. Ilusiones que no son propias, que son impuestas desde la mercadotecnia y la publicidad. Las pantallas brillantes de smartphones y computadoras no son espejos; son distractores de la realidad que mediatizan y atomizan la mirada y condicionan la percepción de lo que vemos y sentimos. Un mercado que ha hecho que los valores humanos se conviertan en monedas de cambio, en el que todo está permitido mientras nos mantenga una cierta euforia y una felicidad artificial, por demás banal y efímera.

El miedo a darnos cuenta de quienes somos, esto es,encontrarnos y conocernos a nosotros mismos, nos pone en disyuntivas que nos confrontan, pero que nos pueden ayudar a desarrollar un pensamiento autocrítico y conocernos con cierta profundidad y claridad, al aceptar nuestra historia con todo lo que nos ha marcado y con la forma en que se desarrollaron nuestras relaciones familiares y los vínculos establecidos en nuestra trayectoria para ser quienes somos. Encontrarnos es una posibilidad para encontrar sentido y respuesta a nuestras preguntas y a nuestro deseo. El punto central es aceptar que no podemos hacerlo solos, y lo más importante es que no lo podemos hacer desde discursos, narrativas y versiones que ponen fuera de nosotros las causas de lo que nos pasa. Encontrarnos es conocer y saber, y es mejor saber que no saber, aunque sea una ruta difícil y humanamente dolorosa, como camino para la libertad, para encontrar la tranquilidad y la armonía, que es lo más parecido a la felicidad.