Opinión • Riesgos • Arturo Mora

“Lo sorprendente es la negligencia del gobierno estatal ante la ola de covid, que está saturando ya hospitales en varios municipios…”

Hay una condición peor que la ceguera, y es ver lo que no es.

Thomas Hardy

 

No me deje solo entre personas llenas de certezas. Esa gente es terrible.

Antonio Tabucchi

 

 

Estos años de pandemia que hemos pasado han puesto a prueba la capacidad de las instituciones del Estado y de los gobiernos para atender la crisis sanitaria por la que pasa el mundo. No hay respuestas únicas, ni estrategias que garanticen los resultados más favorables para mantener bajo control la propagación del coronavirus y poder atender a quienes presentan síntomas que se pueden tornar graves y causar la muerte.

Las nuevas variantes del covid-19 están haciendo de las suyas y los efectos son por demás peligrosos. Si bien la estrategia de vacunación no tiene un carácter universal aún, debido a que falta tiempo para tener información sobre los efectos y respuestas secundarias en diversos rangos de edad, principalmente de niños y niñas, lo que no ha permitido incluir a todas las personas hasta ahora en el esquema de vacunación. Tan es así, que el tercer refuerzo de la vacuna que se aplica en las últimas semanas, responde a la necesidad de querer parar los contagios y sus efectos en la brevedad posible. Sin embargo, la nueva variante ómicron está propagándose a una velocidad muy alta, respecto a la variante delta y aun al inicial Sars-Cov-2.

Ante este escenario, crecen en paralelo las expresiones propias de la ignorancia, nutridas por la desinformación, que abonan a teorías ficticias conspiracionistas y otras más que se anclan en el mito y creencias religiosas, que hacen gala del fanatismo y la necedad. Eso está llevando a que muchas personas no se vacunen, pero lo más peligroso es que no están dispuestas a seguir los protocolos y medidas sanitarias, lo que está originando que se incremente el riesgo de contagios y sus consecuencias.

La deportación del tenista serbio Novak Djokovic en Australia se convirtió en noticia de salud pública, con gran relevancia para el mundo global en que vivimos, dado su ingreso a ese país sin estar vacunado. Uno de los argumentos de las autoridades para expulsarlo de esa nación fue que su postura personal ante la vacunación contra el covid-19 podría “alentar el sentimiento antivacunas” y con ello contribuir a que se complique más el control de la pandemia. Por otra parte están las protestas en Francia de docentes de educación básica, ante los excesivos cambios de las estrategias protocolarias impuestas por el gobierno ante el covid-19, que los han llevado a un paro de labores. También estamos registrado eventos sociales que aglomeran a muchas personas, sin que estén los permisos y las medidas sanitarias siendo operadas en esos actos, que van desde fiestas familiares, bailes y eventos como la Feria de León y la reciente presentación del plan de gobierno de la alcaldesa Alejandra Gutiérrez, en el teatro Manuel Doblado, con una asistencia de 1200 invitados, teniendo síntomas de covid y siendo confirmado su contagio un día después. Cabe señalar que la Feria de San José Iturbide fue suspendida hace unos días, en vista del alto índice de contagios covid en Guanajuato.  

Lo sorprendente es la negligencia del gobierno estatal ante la ola de covid, que está saturando ya hospitales en varios municipios. Lo que asombra es que haya opiniones expertas como la de Alejandro Macias, sobre el comportamiento de la nueva variedad ómicron, y la del exsecretario de Salud José Ángel Córdova Villalobos que señala el riesgo de los aforos en la feria, en especial en los sitios cerrados, haciendo un “llamado a no vacunados y enfermos a que no asistan”, y que no estén siendo escuchados.

Las opiniones expresadas por el secretario de Desarrollo Económico Sustentable y otras autoridades para llevar a cabo la Feria León 2022 es que se tomaron “decisiones valientes” pese a los riesgos de COVID-19, agregando que “La vida es un riesgo”. Seguramente en el fondo pensaron en la letra de la canción de José Alfredo Jiménez, “Caminos de Guanajuato”, y que “Allá en mi León, Guanajuato. La vida no vale nada”, y se olvidaron de que “El riesgo se define como la probabilidad de un resultado sanitario adverso, o un factor que aumenta esa probabilidad” y que la Feria, sin duda alguna, incrementará esa probabilidad y pasará a ser un “peligro de salud pública” que pondrá a más personas en riesgo de contagio, con la infinidad de consecuencias en cada caso.

Ulrich Beck se refirió al concepto de sociedad de riesgo como característica principal de la sociedad moderna. Define riesgo como el rasgo que "caracteriza un peculiar estado intermedio entre la seguridad y la destrucción". Las autoridades del gobierno del estado de Guanajuato y las del municipio de León se quedaron en la certeza infundada de que es mayor y mejor el beneficio económico que la salud de cientos de miles de personas, y hacen una apuesta, por la “seguridad en las instalaciones”, y que lejos de ser una decisión valiente, se convierte en el anuncio de una crisis de salud pública, y olvidan que la salud y la vida no tienen precio, que son un valor, y que es muy lamentable semejante decisión. Hay riesgos calculados, pero también hay riesgos que son imprudencias.