El Congreso: Comedia de equivocaciones • Campa
Hay quienes dicen que en México son tan escasos los sucesos de interés gratuitos, que por eso en las tragedias los mirones son incontables.
En la política, que ciertamente no es gratis -de hecho, es carísima-, pero que nos cobran por adelantado, hay algunas comedias de equivocaciones que merecerían un rating mayor. Con los diputados locales, por ejemplo, no hay manera de aburrirse. El episodio de esta semana fue de risa loca.
Comenzó el miércoles, en Silao, con la reunión de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del estado, en la que forman los coordinadores de los diputados de los grupos parlamentarios: panistas, priistas, perredistas, verdeecologistas y panalistas.
Para no aburrirse, discutieron la eventual integración de la comisión plural que se encargaría de investigar las supuestas corruptelas que se habrían cometido en el sexenio -casi completo- de Juan Manuel Oliva Ramírez a cargo del Ejecutivo del estado, la misma que semanas atrás propuso la fracción priista, al término de la glosa del primer Informe de gobierno de Miguel Márquez.
No se pusieron de acuerdo. Los panistas, en voz de su coordinador y presidente del órgano de gobierno del Congreso de Guanajuato, Juventino López Ayala, habrían reiterado que la comisión de marras es innecesaria, puesto que para eso existen la Secretaría de la Transparencia, en el Ejecutivo, y el Órgano de Fiscalización Superior, a las órdenes del Congreso, una argumentación, por supuesto, no exenta de razón.
A su vez, el priista Francisco Javier Contreras Ramírez, vicepresidente de la junta, defendía que “la naturaleza” de la comisión especial propuesta “es muy diferente” a la de los órganos técnicos que ya existen. Seguro, ese es precisamente el punto que no gusta a los panistas…
Eso sí, las partes coincidieron en llevar a la consideración del Pleno la propuesta de crear la rimbombante comisión especial plural en la sesión siguiente de la Cámara -ayer, jueves-.
La Asamblea, como máxima autoridad en el Poder Legislativo, habría de tomar la decisión correspondiente, sentenció Juventino; el acuerdo es que se lleve al Pleno, confirmó Contreras Ramírez. Todos en paz.
Ya en la sesión ordinaria de ayer, los diputados guanajuatenses de todos los colores simplemente extraviaron la brújula.
Los panistas, que han sido incapaces de establecer un control mínimo desde el arranque de la Legislatura, se asustaron porque no llegó su diputada Karla Alejandrina Lanuza Hernández.
Calcularon el sentido de los votos y los diputados del partido a cargo del gobierno de Guanajuato decidieron “reventar” la sesión del Congreso del estado, con el argumento peregrino de no estar de acuerdo con el orden del día: no a la eventual aprobación de la comisión antiolivista, que unas horas antes habían aceptado llevar al Pleno.
En los números mentales de los panistas, perderían la votación, con 17 de su grupo, contra los 18 que sumarían en el bloque del PRI, los verdes, el PRD y el Panal. No necesariamente iba a ser así.
Y es que, para comenzar, los diputados de la fracción del Partido de la Revolución Democrática llegaron tarde a la votación en la que se aprobaría o no el orden del día, y no entraron al salón de sesiones hasta que subía de tono una discusión entre la priista Yulma Rocha y el presidente de la mesa directiva, el panista Francisco Flores.
Las diputadas del sol azteca, Guadalupe Torres Rea y Georgina Miranda Arroyo, que sí entraron, se quedaron sentadas a la hora de la votación, con lo que reprobaban el orden el día, y aunque al final el sentido de su voto no se consideró, los panistas pudieron salirse con la suya.
El presidente de la mesa directiva, Francisco Flores Solano, feliz, decidió que, al no ser aprobado el orden del día, la sesión se suspendía. Hacía diez minutos que había comenzado.
Todavía más desconcertantes resultaron las declaraciones de los perredistas, después del sainete.
El diputado José Luis Martínez -quien ni siquiera se dignó presentarse a la sesión-, acompañado de sus correligionarias, primero aclaró que sus retardos y ausencia, respectivamente, no fueron una acción deliberada, que se ponían de acuerdo como grupo y se les hizo tarde.
Enseguida, Guadalupe Torres aceptó de plano que ellos no están de acuerdo en la creación de la comisión que impulsa el PRI: “Desde nuestro punto de vista, no es necesaria la comisión”.
En otras palabras, en su papel de vándalos políticos, los diputados panistas -que, pese a sus obvias carencias como grupo y en lo particular, desdeñan el cabildeo con sus pares- perdieron la oportunidad de deshacerse de una buena vez por todas de ese amago priista, que tarde o temprano les subirán al Pleno, pero, ahora sí, con los votos “amarrados” previamente.
Ya luego vendrían las descalificaciones del caso. El priista Contreras acusó a los panistas de no tener palabra y de dificultar el gobierno a Miguel Márquez.
Y Juventino López reconoció la maniobra: “Porque no estamos de acuerdo en que se siga molestando”. Ese fue el argumento del señor diputado coordinador del grupo parlamentario del PAN en el Congreso de Guanajuato.
Lo bueno es que las historietas suelen continuar.
CAMPA
Ayer tuvimos la visita en León de Roberto Campa Cifrián, priista de viejo cuño y actual subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación.
Estuvo acá para inaugurar el seminario “Desafíos de las ciudades seguras en el siglo XXI”. Ahí, con una solidaridad digna de mejores causas, cuadró su discurso con el de su compañera de partido la alcaldesa de León, Bárbara Botello, y dijo que están sobrevaloradas las pruebas de control de confianza a los uniformados del país, lo que ocasiona su reprobación y separación del cargo.
Aportó un dato que no se había explorado en Guanajuato, o en León: que es la prueba del polígrafo a la que se le ha dado mayor importancia, la que reprueban y la causa de las bajas.
Según Campa Cifrián, al no pasar ese apartado de las pruebas, han sido despedidos “y no debería ser así”. Toda una revelación, a la que todavía no acompaña, hasta donde sabemos, una iniciativa en sentido contrario.
Habrá que revisarlas y determinar el valor de cada una de las pruebas, dijo en eco al discurso del gobierno de León, pero reconoció que, por lo pronto, así lo exige la Ley General del Sistema de Seguridad Nacional.
Asegura el funcionario federal que en sus reportes León presenta índices de inseguridad que están por debajo de la media nacional. Qué alivio.
LA JAULA
El gobernador Miguel Márquez revisó su discurso inmediato y ayer dijo en Pueblo Nuevo que Guanajuato todavía no firma con el gobierno federal de Enrique Peña Nieto la “Cruzada contra el Hambre”, porque hay que revisar muy bien el acuerdo.
“Tenemos que trabajar con todos los guanajuatenses por aquellos que más lo necesitan y sería muy doloroso y cuestionable que lucremos con la pobreza y con el hambre de los mexicanos”, dijo Márquez, ahora sí.
Por supuesto, espera el buen funcionamiento de los programas, y que se evite lucrar con la necesidad de la gente. A propósito de los municipios que no fueron inscritos en el programa, dijo que el compromiso es que el próximo año la cobertura se amplíe al norte y noroeste del estado.
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