Gobiernos transparentes

A últimas fechas se han presentado señalamientos y se han fincado responsabilidades administrativas y penales a distintos funcionarios de la administración pública estatal y municipal.

Ante ello las acciones que deben emprender los gobiernos como ejes conceptuales para fomentar la transparencia son: la rendición de cuentas, contraloría social, participación ciudadana, acceso a la información, ética de los funcionarios públicos, regulación jurídica y el fortalecimiento de la cultura democrática, lo anterior como prácticas para limitar el abuso de poder, la deshonestidad y la ineficiencia de los gobernantes.

La transparencia es uno de los principales reclamos de la sociedad, su ejercicio permite fortalecer la legitimidad de los actos de gobierno y permite que los recursos sean aplicados estrictamente bajo criterios de priorización y economía.

El objeto de la transparencia es lograr una gestión eficaz con la disminución significativa en las áreas de riesgo para la corrupción y conductas irregulares de los servidores públicos, ofreciendo a la ciudadanía la satisfacción de sus necesidades con una corresponsabilidad que propicie el bienestar social.

En la práctica se observa una relación directa entre el fortalecimiento de la transparencia y la disminución de la corrupción en las administraciones públicas estatales o municipales. Se observa como la corrupción vulnera la democracia, corrompe las instituciones, afecta la competitividad de las empresas, mina la moral de la sociedad, genera cotos de poder, impide una distribución equitativa de la riqueza y nos aleja de las aspiraciones nacionales.

El socializar el derecho de acceso a la información no es fácil, debido a que durante años los gobiernos nos han acostumbrado a la opacidad, por ello es necesario dar a conocer a la población que tiene ese derecho y la forma en cómo puede ejercerlo. Se requiere un involucramiento del ciudadano, pero también facilitando la creación de organizaciones civiles representativas y legitimadas con el objetivo de vigilar el actuar del gobierno en sus distintos niveles. Aquí la transparencia se convierte en una poderosa arma contra la corrupción y el abuso de poder.

A sabiendas de la poca credibilidad existente de los gobernados hacia los gobernantes y las élites en el poder, se busca hacer de la rendición de cuentas un medio ideal para fomentar la credibilidad, pieza fundamental de toda democracia.

El principio básico de transparencia, es la honradez en el ejercicio de los recursos, sumado a  la rendición de cuentas y los gobiernos efectivos. Pero es necesario acotar que de poco sirve un gobierno honrado, si es poco eficiente en la ejecución de las acciones de gobierno.

Un  gobierno eficiente y eficaz, requiere contar con seis características básicas:

1. Un plan de gobierno con objetivos claros.
2. Programas operativos anuales cuantificables.
3. Un equipo humano capaz y honesto.
4. Recursos económicos suficientes.
5. Mecanismos de evaluación y control.
6. Una real participación social.

El equipo se garantiza seleccionando bien a los funcionarios públicos, aquí se encuentra el secreto del buen gobierno, pero además, el servicio civil de carrera garantiza contar con lo que se conoce como los mandos medios bien capacitados y sobre todo con permanencia más allá de quien gobierne.

La participación ciudadana, constituye el ingrediente más importante para lograr un gobierno exitoso, cualquier programa por más recursos que se le asignen al no contar con la participación de la gente, fracasa.

La participación de la ciudadanía tiene que ser el eje de la transformación de todo gobierno. El reto es precisamente... lograrlo.

@Alelizarraras