Tigres de papel | Agenda pospuesta: Policía, Gto iluminado, seguridad, tranvía, pobreza, austeridad...

Termina la pausa de Semana Santa y los funcionarios públicos municipales, estatales y federales, mañana temprano estarán de regreso en sus escritorios, frescos y descansados, para retomar optimistas y  dispuestos sus muy importantes encomiendas…  antes de pensar en su periodo ordinario de vacaciones, que comienza por ahí de junio.

Termina la pausa de Semana Santa y los funcionarios públicos municipales, estatales y federales, mañana temprano estarán de regreso en sus escritorios, frescos y descansados, para retomar optimistas y  dispuestos sus muy importantes encomiendas…  antes de pensar en su periodo ordinario de vacaciones, que comienza por ahí de junio.

Ya se les fue medio año del ejercicio de sus responsabilidades, y la percepción más clara es que los funcionarios municipales, estatales y federales continúan rebasados por la agenda del día a día.

PRIMERO, LOS POLICÍAS DEL GOBIERNO DE LEÓN

La administración priista de la alcaldesa, Bárbara Botello, parece cada vez más agobiada por la coyuntura de los policías preventivos reprobados en los exámenes de control de confianza, y cuyo despido obligado se complica, en los hechos, al paso de los días.

La Alcaldesa y su equipo, pasaron de una defensa de los uniformados a ultranza, al acuerdo simple con la Secretaría de Gobierno del estado, para que la reprobación de los exámenes se sancione, conforme a lo establecido en la norma, con la separación del cargo. Pero no le encuentran la cuadratura al círculo.

Lo que comenzó como mero chismorreo entre la tropa, se materializó en la semana de asueto con los primeros quince policías cesados que se apersonaron, dos días seguidos, en el patio central de la casa municipal para exigir, ya no la reinstalación en sus empleos, sino una liquidación conforme  a la Ley.

Los policías pusieron en claro, dos cosas: primero, el trato grosero que empleados municipales de tercer o cuarto nivel del área jurídica de la secretaría del Ayuntamiento, les dispensaron al ofrecerles cinco mil pesos por quince años de servicio y, además, con aire de perdonavidas.

Y, segundo, que tampoco alguien se ha dignado explicarles la procedencia del cese fulminante, contra las hojas de servicio sin mancha y hasta reconocimientos oficiales, entregados por sus superiores.

Como el paréntesis en el calendario no fue para todos mar y arena o compras en McAllen, los policías inconformes aprovecharon la guardia baja para ganar adeptos entre sus iguales, y anuncian para este martes una tercera presencia en la alcaldía, ahora sí, asesorados legalmente.

Es claro que si los policías municipales reprobaron los exámenes de control de confianza, se deben ir, eso es lo que dice la norma, eso no está a discusión. Legalmente, no son aptos para realizar la función. Que les paguen y ya. Pero que les paguen lo que corresponde conforme a derecho, y punto.

Nada abonan a la solución del problema, declaraciones como las del secretario de Seguridad Pública del gobierno del estado, Álvar Cabeza de Vaca, quien un día sí y otro también, les restriega en la cara que se van por deshonestos.

A ver. Las y los policías cesados se van, se deben ir, por reprobar un “test”, o varios si usted quiere. Pero no se van por una acusación legal concreta. Si así fuera, mal harían las autoridades en no consignarlos y hacer lo posible para que fueran a dar a la cárcel.

Y el asunto de los dineros, bueno, eso es francamente pedestre. El discurso se vuelve un boomerang. Dicen en la alcaldía que este asunto es parte de la herencia de la administración panista anterior. Eso es correcto. Entonces, el pendientito tiene al menos un año. Alguien lo sabía aquí y todos lo sabían en la administración estatal donde, dicho sea de paso, la alineación es prácticamente la misma.

Si a la hora de proyectar los presupuestos aquí y allá, y en la tardanza para liberarlos y ejercerlos, aquí y allá, nadie, por supuesto, se preocupó -o lo recordó-, esa no es culpa de los policías que ahora tienen que aguantar regateos como si estuvieran en el tianguis. Páguenles. Un poco de decencia, hombre.

LA GUERRA POR EL GUANAJUATO ILUMINADO

Ese es el otro asunto que domina la agenda cotidiana, mediática al menos, de la alcaldesa Bárbara Botello.

Si bien es cierto, como dice el gobernador Miguel Márquez, que el proyecto “Guanajuato Iluminado” -y eso, sólo por el gusto de pasarlo por la pila bautismal-, se encuentra dentro de la esfera de responsabilidades de los 46 presidentes municipales de Guanajuato, por convenir a la economía de sus comunidades al asumir el pago del DAP, también lo es que fue el jefe del Ejecutivo estatal quien tomó el liderazgo original.

Para confirmar lo anterior, bastaría con revisar el orden del día de las reuniones de los llamados “Día del Alcalde”. De ahí se lo arrebató, Bárbara Botello.

La del “Guanajuato Iluminado”, es una historia de desencuentros y malos entendidos, más bien teledirigidos.

Primero, la obligatoriedad o no, de adherirse al proyecto; luego, la licitación única, o no, para la proveeduría de las lámparas de leds; enseguida, la asesoría y el patrocinio compartidos, o no, de la Secretaría de Energía federal y del Banco Mundial.

El resultado, por demás predecible, fue la polarización en dos bloques de los alcaldes: los priistas y los panistas. Como antaño. El primero, liderado por la alcaldesa de León, Bárbara Botello.

A la versión primera, en el sentido de que la asesoría y el patrocinio referidos serían únicamente para los municipios tricolores, a gestión de la presidenta municipal de León, tuvo que salir, otra vez, el gobernador Márquez para precisar que sería para todos, puesto que se trata de procurar el bienestar general, no de banderas políticas.

Vino entonces la segunda reunión de alcaldes priistas, continuación de la iniciada en San Miguel de Allende, esta vez en la propia residencia particular de la abogada Bárbara Botello: quince alcaldes, más diputados, más sus dirigentes políticos, más delegados federales de obvio origen partidista.

Ya sin rodeos, Bárbara Botello habló ahí de un “frente común” basado en la solidaridad de partido, y anunció que precisamente mañana lunes, se reunirán en la Secretaría de Energía para coordinar la elaboración de los diagnósticos de cada municipio. En la reunión esperan incluso la presencia del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

Del bando de enfrente, salvo los avances un tanto erráticos del dirigente estatal del PAN, Gerardo Trujillo, poca respuesta se ha generado en términos políticos.

Los alcaldes panistas prefieren seguir el ritmo que les marca el gobernador Márquez, sobremanera cauto y decidido a mantenerse en la línea institucional, una actitud plausible aunque quien sabe si también duradera, más allá del lunes, si de la reunión priista en México surgen anuncios importantes que vengan a romper el empate. Esperaremos. Y no mucho, según parece.

Del gobierno de León, habrá que aguardar pues todavía un rato, para conocer los primeros avances de lo comprometido en el plan de gobierno, primordialmente en la inversión social, la apuesta más alta de la administración según los decires de la alcaldesa, y en el renglón de “Infraestructura y servicios”: transporte, seguridad, calles y hasta el parque industrial prometido, en el que para variar, no se han puesto de acuerdo el estado y el municipio.

EL ESTADO, PRIMERO LA SEGURIDAD

La agenda del gobierno del estado no luce menos atropellada que la del gobierno municipal, renglón por renglón.

En materia de seguridad, prácticamente todas las iniciativas de la autoridad estatal se encuentran en el papel o, para ser propios, en los contratos y en los convenios.

Más allá de la realidad virtual del twitter, es el caso del arranque del proyecto de seguridad “Escudo”, que a un costo de dos mil 700 millones de pesos se contrató a un solo proveedor, sin licitación de por medio.

Suponemos que precisamente por razones de seguridad, la sociedad todavía no conoce una sola de las acciones concretas que haya generado este programa que, advertencia de por medio, será aterrizado a lo largo de todo el sexenio.

“Escudo”, es el programa “madre” para la seguridad de los guanajuatenses, que es iniciativa propia del gobierno de Miguel Márquez. El resto de la estrategia, proviene o se comparte con la Federación y los municipios.

Desde el arranque de las administraciones federal y estatal, son ya dos las reuniones de lo que el gobierno de Enrique Peña Nieto, comprometió como una Comandancia Regional en la que se incluye al estado de Guanajuato.

La primera, fue precisamente acá, en Silao, y la segunda en el estado de Jalisco. De éstas, tampoco ha trascendido siquiera el nombre del responsable, asignado por la autoridad federal.

Hay que anotar enseguida la promoción del Mando Único de las fuerzas policíacas en la entidad, estrategia cuya paternidad se disputan el equipo de Peña Nieto y los gobernadores reunidos en la Conago.

El gobernador Márquez hizo rápido y bien su tarea y obtuvo el visto bueno de los alcaldes -incluida la presidenta municipal de León-, a quienes constitucionalmente les corresponde la designación de su jefe de Policía.

Pero hasta ahí han avanzado. Eventualmente, la responsabilidad recaería en el secretario de Seguridad del estado, Álvar Cabeza de Vaca. Eso ordenaría la ortodoxia, que quién sabe si todavía a estas alturas sea tomada en cuenta.

Toda esta suma de buenas intenciones, que parecen sostenidas con clips, se encuentra atravesada además por la fea marca de los policías municipales en municipios como León, Silao, Celaya o San Miguel de Allende, a los que todavía no se les encuentra salida y que posponen, según se desprende de los dichos de la propia autoridad estatal, la puesta en marcha de las acciones y el flujo de recursos. Nada más.

LOS TRANVIARIOS VIAJAN EN ORUGA

Víctima de la circunstancias, el gobernador Márquez se ve obligado ahora a retomar su proyecto de campaña, de un transporte articulado interurbano que permita una movilización más eficaz de los guanajuatenses a lo  largo del corredor industrial.

Desde el arranque de su precampaña en busca de la candidatura panista a gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez desechó de su propuesta el viejo proyecto de un tren interurbano, alimentado generosamente, pese a algunos altibajos, por las administraciones estatales panistas. Simplemente, lo consideró inviable.

A cambio, propuso y defendió un proyecto de transporte articulado, a semejanza de las orugas que circulan en León, que cruzaría el corredor industrial, de Purísima del Rincón a Celaya, al menos. Llegó al cargo y comenzó a gobernar.

Se cruzó entonces en el camino el anuncio del presidente Enrique Peña Nieto, de un tren que correrá de la ciudad de México al estado de Querétaro, y Miguel Márquez se sumó a las voces que pidieron que el proyecto alcanzara a Guanajuato. Hasta donde se sabe, la respuesta no fue positiva.

Márquez, a última fecha, vuelve al proyecto original y aquí seguimos. El problema es que si el tren no corre, el tiempo, sí.

LA POBREZA

La Cruzada Nacional contra el Hambre, es la apuesta sexenal en turno para abatir los índices de pobreza en el país. Incluido, claro, el estado de Guanajuato.

En sintonía, el gobernador Márquez, apenas iniciado el sexenio de Enrique Peña Nieto, solicitó se aumentara el número de municipios guanajuatenses en el catálogo, una iniciativa nada redituable políticamente tal vez, pero necesaria y hasta urgente.

La estrategia federal arrancó en 400 municipios del país. De Guanajuato, se enlistaron nueve, en la primera etapa: Celaya, Dolores Hidalgo, Irapuato, León, Pénjamo, San Felipe, San Luis de la Paz, San Miguel de Allende  y Silao.

Cosas de la política, en las campañas todo mundo coincidió en hacer énfasis en la inversión social, ese es el caso de la alcaldesa de León, Bárbara Botello y del gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez.

La inversión federal, no se restringe a los municipios considerados en la Cruzada, pero sí se atenderán de manera prioritaria, a reserva de que se amplíe su número como lo solicitó el jefe del Ejecutivo del estado.

La inversión en el desarrollo social será, sin duda alguna, la prueba de fuego de la administración del gobernador Márquez en las elecciones intermedias, en las que deberá enfrentar al aparato que perfila desde ahora el PRI, a través de la designación de los delegados federales, todos de sello tricolor y con trabajo partidista. Al tiempo.

LA AUSTERIDAD

De la mano del gasto social, tendríamos que ver caminar al programa de austeridad anunciado por el gobernador Márquez y los titulares de los poderes Legislativo y Judicial  de Guanajuato.

Aun  cuando poco o nada impacta en el presupuesto general del gobierno del estado un ahorro de 143 millones de pesos, es sin duda una buena señal del talante del gobierno del panista.

Eso sí, al margen del destino que se decida para los pesos ahorrados, habrá que estar muy pendiente de  los excesos que, los reconozca o no el gobernador, más temprano que tarde van a trascender a lo largo de su administración.

EL PARQUE BICENTENARIO

Primero, fue: la Expo Guanajuato Bicentenario y luego, el Parque Guanajuato Bicentenario. Ya se coqueteó con la idea de un parque recreativo y después, con desplazar hacia allá dependencias de gobierno. Ahí sigue, como lo que es: un gigantesco elefante blanco.

Pendiente en la agenda del gobernador Márquez, aparece también el destino del Parque Bicentenario. Se aceptan sugerencias.

La Expo Guanajuato Bicentenario, se inauguró el 17 de julio del 2010. Permaneció abierta al público hasta el 30 de enero del 2011. Su cierre programado para el 20 de noviembre se canceló al anunciar que seguiría abierta hasta el 30 de enero siguiente. Que aquello era todo un éxito con casi tres millones de visitantes. En el gobierno, nadie atina a qué hacer con semejante área de oportunidad.

EL GOBIERNO FEDERAL MONOTEMÁTICO

En materia de seguridad, el gobierno de Enrique Peña Nieto, rompió con todos los pronósticos de café:

Los narcos no se han puesto de acuerdo entre sí, los priistas no se pusieron de acuerdo con el crimen organizado… y la violencia sigue imbatible a lo largo y ancho del territorio nacional. Ese es el gran tema pendiente en la agenda del gobierno federal.

En cuanto a los asuntos de seguridad el único cambio es que el tema huyó del discurso oficial. Por lo demás, todo se mantiene: más de tres mil ejecuciones en los primeros tres meses del gobierno de Peña.

A la alta o a la baja, es cuestión de quién aporte la estadística, pero más allá de los anuncios, todo sigue igual.

LA JAULA

Aquí no deberíamos ocuparnos de estos asuntos, de no ser porque el mundo nos pertenece a todos.

Corea del Norte anunció que ha entrado en “estado de guerra” y advirtió de un “combate a gran escala” fuera de la región. “Desde ahora, las relaciones Norte-Sur entrarán en estado de guerra y los asuntos que surjan entre el Norte y el Sur serán tratados de acuerdo con ello”, señaló el régimen a través de un anuncio especial publicado en la agencia estatal.

El comunicado advirtió además de un “combate a gran escala” más allá de la región si Corea del Sur y EUA continúan con sus actividades militares en la zona desmilitarizada entre las dos Coreas.

¿Demencial? Sí, por supuesto.

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