Tigres de papel | El plan de Márquez
El gobernador Miguel Márquez presenta hoy por la tarde, en el Teatro Bicentenario de León, su Programa de Gobierno 2012-2018. Por ajustes del calendario político, curiosamente le toca en suerte darlo a conocer unos días después de rendir su primer Informe al frente del Ejecutivo del Estado.
Esa circunstancia nos permite perfilar, a partir de su propuesta original rumbo a la elección, si el Gobernador de Guanajuato en turno modifica sustancialmente su visión del compromiso o se ciñe a la carta de navegación con la que zarpó.
A ver.
Despejado el documento del rollo, los lugares comunes y las propuestas aplicables a cualquier latitud, como caracteriza a todos los de su especie, “Campo emprendedor” aparece como la primera línea estratégica de trabajo y en ésta y en las que le acompañan, vale la pena detenerse en algunas de las promesas/compromiso que signó.
A cargo de la cartera está Javier Usabiaga Arroyo, de amplia experiencia particular y como servidor público en el ramo.
Le dejan como pendientes, en rápida enumeración, la diversificación de cultivos, la organización de los productores para reducir los costos de compra y mejorar la venta, y la capacitación.
Márquez habla de reconvertir a Guanajuato en “el granero de México” con el fortalecimiento de las cadenas productivas y el posicionamiento en todo el mundo de los productos hechos en nuestro estado. Hasta ahora, sólo generalidades desdibujadas por la gripe aviar.
Del apartado “Economía para las personas”, está a cargo nada menos que el ex gobernador sustituto, y a quien Márquez relevó en la responsabilidad: Héctor López Santillana, de regreso como secretario de Desarrollo Económico.
En la redacción de las ofertas de campaña, el truco está en el manejo de los verbos, así que ahí aparece el compromiso de “fomentar” la creación de nuevos parques industriales sustentables (ojo, de inversión privada) en: Abasolo, Pénjamo, León, San Felipe, San Luis de la Paz, San Miguel de Allende, Acámbaro, Salamanca y Valle de Santiago.
También, de la implementación de “clusters” (atención de nuevo) “para la articulación de los sectores público, privado y educativo” en: cuero-calzado; turístico; textil y confección; vivienda; automovilístico; agroindustrial y salud.
En “Atracción de Inversiones” compromete el arribo de empresas que compren a proveedores locales, fomenten la llegada de otros y complementen las cadenas productivas, como: sector automovilístico y de nuevas tecnologías.
Del turismo, recupera las rutas que ya explotó en su momento el entonces gobernador Juan Manuel Oliva: de convenciones y cultura; ecoturismo de aventura; circuito de haciendas y conventos; ruta arqueológica y de turismo rural.
De la línea “Guanajuato educado” está a cargo Eusebio Vega Pérez, secretario de Educación de Guanajuato. Ahí se apuesta a la construcción de 17 preparatorias en Acámbaro, Apaseo el Grande, Comonfort, Dolores Hidalgo, León, Pénjamo, Salamanca, San José Iturbide, San Luis de La Paz, Juventino Rosas, Celaya, Guanajuato, Irapuato, Moroleón, Salvatierra, Silao y Uriangato, para dar cabida a 55 mil jóvenes.
Luego aparecen las becas para universitarios, el apoyo a los emprendedores, el empuje a la ciencia y la tecnología y las becas en el extranjero.
“Guanajuato Seguro”, es sin duda la línea más estridente del arranque del Gobierno de Miguel Márquez. La lidera Álvar Cabeza de Vaca, secretario de Seguridad y, más atrasito, el procurador de Justicia, Carlos Zamarripa.
Aquí es también donde hay señales más claras. “Crearemos centros de atención a las mujeres víctimas del delito”, dice uno de los enunciados. Sin llegar todavía hasta allá, el Gobernador firmo el fin de semana –apenas 24 horas después de aprobada en el Congreso- el Decreto de promulgación de la Ley de igualdad entre mujeres y hombres en Guanajuato, y sin rodeos le pidió a Zamarripa “que se ponga las pilas” para castigar la violencia contra las mujeres.
Habrá que reconocer al gobernador Márquez, que en su compromiso: “consolidaremos los juicios orales en la totalidad de nuestro Estado”, los avances son sustanciales, aunque los resultados estén por revisar.
Desde su primer documento, Márquez habla de: construir una sola estrategia, un solo objetivo, un solo mando –de las fuerzas policiales-, en los tres órdenes de Gobierno, mando único.
Ése es el privilegio de la información. El plan de seguridad federal que presentó el presidente Enrique Peña Nieto posicionó la estrategia y Márquez, aún sin aterrizarla, tiene ya el aval de los alcaldes -a quienes constitucionalmente corresponde la facultad de designar a sus jefes de policía-, para ponerla en práctica.
Y viene entonces el Programa Escudo: “Blindaremos nuestras fronteras –o límites, para ser propios-, para saber quién entra y quién sale de nuestro estado. Tendremos un sistema de Inteligencia y tecnología al servicio de la seguridad de los guanajuatenses.”
Para el “Escudo” se firmaron, nada más, unos 2 mil 700 millones de pesos a pagar en seis años. Un proyecto caro, del que todo está por verse.
En “Infraestructura para el desarrollo”, están de más los argumentos y es larga la lista de proyectos que se encargan a José Arturo Durán Miranda, secretario de Obra Pública en el estado.
En Salud: la conclusión del Hospital Infantil de León; la conclusión del Hospital Materno de Celaya; la conclusión del Hospital General de Salvatierra; la construcción del Hospital General de Irapuato y más de 50 centros de salud en las comunidades y las zonas urbanas marginadas.
En educación, además de las 17 prepas, la construcción de la Vocacional del Instituto Politécnico Nacional en Las Joyas, en León, sin duda todo un “campanazo” de Márquez; la construcción de la Universidad Tecnológica de León, Campus II, en marcha el proyecto; y la construcción del Instituto Tecnológico Superior de Guanajuato.
En materia de agua, el Gobernador confirma su compromiso con la construcción de la presa el Zapotillo –pese a los vaivenes de don Aristóteles, allá en Jalisco; la construcción de la presa Santa María El Realito y la construcción de la planta potabilizadora en la Presa de La Purísima.
Desvanecida la ilusión del tren interurbano, aunque fuera como continuación del México-Querétaro, quedan para la conectividad el Eje Metropolitano León–Silao; la autopista Guanajuato-San Miguel de Allende; y, en León, la Vía Rápida Bicentenario y la prolongación de bulevar Insurgentes, para crear el circuito exterior de la ciudad, entre otras.
En “Más calidad de vida”, que lleva el omnipresente Éctor Jaime Ramírez Barba, como secretario de Desarrollo Social, Márquez cumplió de entrada su compromiso de crear el Instituto del Migrante guanajuatense y sus familias, y compromete seguir con los programas de: Piso Firme; Techo Digno y Mi Casa DIFerente.
Al llegar al eje de “Mejor gobierno”, al asesor redactor del Plan se le agotó la imaginación, así que se refriteó otro poco del programa de seguridad que entregó Alvar, enunciado atrás.
De lado la “grilla” y las lecturas sesudas a la política local, esos son los compromisos y los proyectos sobre los que hoy borda de nuevo el gobernador Miguel Márquez. Nada mal, en verdad, para un arranque de sexenio.
LA JAULA
A 9 días del arribo del nuevo arzobispo de León, Alfonso Cortés Contreras, hoy al mediodía se ofrece una emotiva despedida en el Tempo Expiatorio a Monseñor José Guadalupe Martín Rábago, Arzobispo Emérito de la Arquidiócesis de León. Fueron casi 18 años los que estuvo José Guadalupe Martín Rábago a cargo de la responsabilidad, primero como obispo y después como arzobispo. “Dio testimonio de servicio incansable, generoso y desinteresado por su comunidad, y siempre supo dar una palabra de aliento para recorrer los caminos de Dios”, dijo ayer al término de la homilía en la Catedral Metropolitana, el padre José Salomé Lemus Domínguez, rector de la misma Catedral.
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