Tigres de papel | La Cloaca, OCL (estas ruinas que ves) y Contraloría
ÁREA 24: LA CLOACA
La alcaldesa Bárbara Botello, caminó por parajes inhóspitos. Los que ocupan las direcciones municipales de Obra Pública, Implan y Desarrollo Urbano, mejor conocidos en la llamada Administración Sheffield, como: La Cloaca. Ahí, echó mano del discurso políticamente correcto. Llamó a los empleados a fortalecer la administración municipal y brindar un mejor servicio público a la ciudanía. Pero lo mismo hicieron su antecesor y el anterior y el… En Obra pública, la alcaldesa prometió cercanía y pidió honestidad. Sintetizó ahí la importancia estratégica de ese núcleo de dependencias, lo que todo mundo parece saber, pero a partir de lo cual nadie actúa en consecuencia: un pilar de la administración; de donde depende el desarrollo económico y social de la ciudad. Para hacerse entender más pronto, les dijo sin rodeos que necesitan sacudirse el mote de ‘cloaca’. Les citó en un párrafo el apretado resumen del programa de obra pública del trienio: las Súper escuelas en los polígonos de pobreza; las plazas de la ciudadanía; cuatro puentes vehiculares; concluir el bulevar Timoteo Lozano y continuar la pavimentación del Vasco de Quiroga. La infraestructura social que por 24 años no se hizo en León –dicho en sus palabras-. Aunque, bueno, les aclaró que nadie tiene asegurado el empleo, salvo que se entreguen a cambio empeño, honestidad y resultados.
En la Dirección General de Desarrollo Urbano, les dijo lo mismo y agregó la asignatura de la competitividad: ‘Quienes trabajan aquí saben lo que significa esta dependencia’. Así que no tolerará más actos de corrupción o de despotismo ¿O será, nepotismo, señor comunicado? De ninguno de los dos, pues. Y ya en el Instituto Municipal de Planeación, el reconocidísimo Implan, invitó a los empleados a ser ejemplo nacional en materia de planeación y desarrollo. Como les dijo Bárbara, se los dijo Ricardo Sheffield y se los había dicho quienes les adelantaron en el encargo. Sheffield, lo único que hizo fue popularizar el alias. A la distancia, la estadística confirma que el tiempo no pasa, no se percibe, nada cambia.
OCL: ESTAS RUINAS QUE VES
Como aquí se lo habíamos adelantado hace un muy buen rato, los consejeros del Observatorio Ciudadano de León saldrían el último día del primer mes del año, el 31 de enero, a dilucidar el destino del zarandeado OCL. Fue el exalcalde expanista Eliseo Martínez Pérez, el que dio la cara.
Según Eliseo, ahora cada uno de los consejeros del OCL va a aportar de forma voluntaria cuatro mil pesos mensuales, de manera que la suma -y la puntualidad de los pagos, por supuesto-, permitirá que el Observatorio continúe su labor.
Lo cierto es que ayer mismo, los chicos del OCL se apuraban en limpiar sus escritorios. Quedarán ahí una secretaria y un par de office boy, para lo que se ocupe. El resto, no más. Y eso incluye a quien fungió como su presidenta, Ana María Carpio.
Todavía Eliseo, afable como es, explicaba que el OCL ya no evaluaría los procesos internos de la administración municipal, sino que ahora estarían pendientes de los resultados que propicien, justo la dinámica de trabajo anunciada por el Programa Sindes (Sistema de Indicadores de Desempeño), el nuevo servicio de medición contratado por la alcaldesa Bárbara Botello, precisamente para sustituir al OCL.
Con el cambio de objetivos, siguió Eliseo Martínez, se reducen los costos de operación, a unos 800 mil pesos anuales, lejísimos ya de las mieles oficiales que derramaron 18 millones de pesos en el proyecto OCL, en tres años, desde su cimentación, hasta su derrumbe.
-”Nosotros pretendemos que el nuevo camino del Observatorio sea exclusivamente sostenido por los ciudadanos”, reflexiona Eliseo en voz alta y asegura que el próximo mes -que difícilmente llegará-, habrá una reestructuración del consejo directivo del OCL.
En realidad es el adiós de un proyecto que, atinado y necesario por definición, se pervirtió por el uso político -y presupuestal-, que le dieron sus impulsores -la Fundación Internacional para el Desarrollo de Gobiernos Confiables, que preside el exgobernador panista de Guanajuato, Carlos Medina Plascencia-, y sus patrocinadores -la administración panista del exalcalde, Ricardo Sheffield Padilla-.
Por cierto, Eliseo Martínez Pérez, confirmó que Carlos Medina Plascencia está fuera del OCL: “Él pidió salir del observatorio para no perjudicar en esta confrontación que se dio y dejar el observatorio libre de situaciones políticas”. Amén.
Si ya se antojaba difícil que la administración municipal priista triunfante, consintiera continuar la entrega de información estratégica del gobierno a manos tan dentro del Partido Acción Nacional, el monto y uso -y abuso-, de los dineros públicos, facilitó a la alcaldesa Bárbara Botello, la anulación del compromiso.
Con el OCL se van una alternativa de acceso a la información pública relevante; los padrinazgos enraizados en más de dos décadas. . . , y 18 millones de pesos de los bolsillos de los leoneses. Aquí no pasó nada.
CONTRALORÍA
Es duro el trabajo que le espera al contralor municipal, Alberto Padilla Camacho, quien ayer dio a conocer su plan de trabajo anual, a lo largo del trienio de esta Administración municipal en León, de signo político priista.
El objetivo del plan: prevenir posibles desviaciones de los recursos financieros, humanos y materiales del municipio, así como evaluar la función pública en su gestión y desarrollo administrativo. Nada más.
Luego de todo un rollo más propio de los DI, el contralor adelanta que en el calendario de 2013 se programaron más de 400 auditorías: 30 financieras para garantizar la correcta aplicación de los recursos, 75 de obra pública, 37 preventivas, 300 individuales de desempeño, 300 patrimoniales, 240 inspecciones ciudadanas y 600 prácticas de usuario simulado.
Se intervendría además en 750 procesos de obra pública, 150 de contratos de adquisición, enajenación y de servicio, 150 procesos de entrega-recepción y se recibirán 5 mil 900 declaraciones patrimoniales, el cien por ciento de los obligados de la Presidencia Municipal. La Contraloría también recibirá quejas, denuncias y sugerencias
En las letras chiquitas del documento hay un pequeño apartado que podría sacar chispas. A petición de la Comisión de Contraloría, se verificaría la declaración patrimonial del total de los miembros tanto del ayuntamiento como del gabinete. Está por verse cuántos aguantan que les vayan a checar sus ahorros, que muy a regañadientes confiesan y, eso, cuando lo hacen.
El arranque del joven contralor ha sido más bien titubeante, como fue su arribo al descartarse a Memo Romero, la primera opción de Miguel Salim, con todo y eso, nada que llame demasiado la atención en el contexto de la nueva administración.
La Contraloría tiene por delante un desafío interesante: señalar -con sustento-, y concluir las indagatorias -sin recrearse nada más porque sí-, en el juego mediático, como ha sido la tónica hasta ahora. A ver.
LA JAULA
Entre las decisiones de la Suprema Corte, que a veces parece la de Tres Patines y los gobernadores de Jalisco, donde parecen lo mismo el pinto que el colorado, qué sacudida le dieron al tema de la presa El Zapotillo, que ya tenía rato caminando sin ruido.
Con reflejos, eso que ni qué, el Sapal, puntualiza:
“En el supuesto caso de que por razones legales el proyecto El Zapotillo regresara a su proyecto original, y la cortina de la presa se elevara 80 metros, en lugar de los 105 que señala el proyecto actual, la dotación para la ciudad de León no sufriría ningún cambio ni afectación”.
“En el año 2006 la Conagua anunció el proyecto El Zapotillo con una cortina de 80 metros para dotar de agua a León y los Altos de Jalisco. Sin embargo en el año 2007, por petición de Jalisco se elevó la altura de 80 a 105 metros para dotar de agua a la zona metropolitana de Guadalajara”.
Eso lo precisa el Sapal, antes de que la acostumbrada declaración oportunista de los Verdes -hoy a media mañana-, nos alcance...
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