Un año después

Hoy hace un año, fuimos a las urnas. Los electores del país decidieron que el PRI regresara a la Presidencia de la República, con Enrique Peña Nieto al frente. Los votantes guanajuatenses refrendaron el triunfo del Partido Acción Nacional y eligieron gobernador a Miguel Márquez Márquez. En León, la mayoría de los sufragios favoreció a la candidata priista, Bárbara Botello, y con ella los tricolores se hicieron de nuevo de la presidencia municipal, después de 24 años de alcaldes blanquiazules.

Ya se fue un año y, restas y sumas particulares aparte, bien a bien no tenemos claros los beneficios (si los hay) que el sentido del voto trajo a los ciudadanos.

Con Enrique Peña Nieto en la Presidencia de la República, la economía de México sigue el mismo viejo cuento neoliberal que estrenamos con Miguel de la Madrid: diez en la macroeconomía… y cero en los bolsillos de las familias más desprotegidas.

En materia de seguridad cambió el discurso y desaparecieron los narcos de las portadas de los periódicos y de las pantallas de televisión, pero nada más. Las redes sociales, como sucedáneo, hacen lo que pueden por informar a un auditorio cerrado, mientras la violencia en las calles se perpetúa.

En política, el dinero y el invento genial del “Pacto por México”, que capitaliza la descomposición de los partidos “opositores”, el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática, señaladamente, y dobla las manos al Congreso de la Unión, mantienen al jefe del Ejecutivo federal en el estrellato artificial al que nos acostumbró desde su campaña, y aún antes, para permitirle un sinfín de reformas que tienen de todo, menos sintonía.

Márquez

En Guanajuato, el gobierno de Miguel Márquez Márquez tampoco encuentra el rumbo. El discurso inicial de la transparencia derivó en mal chiste en un Gobierno que arrastra y recrea corruptelas al por mayor, hasta entregarse de nuevo a los brazos de su partido.

En seguridad no ha cambiado absolutamente nada. Las tasas de criminalidad en Guanajuato se mantienen, a disposición de la lectura “del vaso medio lleno o medio vacío”.

La economía del estado es nota internacional, gracias a la inercia de las inversiones en el renglón automovilístico que empujó el ex gobernador Juan Manuel Oliva. A muchos puede no gustar la referencia, pero esa es la realidad. La aportaciones del Gobierno actual en ese campo, como en casi todos, están en veremos.

Y en política, la cosa se pone peor. El de Márquez es un Gobierno reactivo y su política de comunicación, un desastre. Márquez ya se dio un par de frentazos con los Alcaldes priistas, por el caro Proyecto “Escudo”, para la seguridad pública, y por el fallido “Guanajuato Iluminado”. Sin un Secretario de Gobierno de fiar y con una representación parlamentaria panista de capacidades muy limitadas, el Gobernador se distrae en la operación política.

Y, para rematar, tienen enfrente a la Presidenta Municipal de León, Bárbara Botello, como el fantasma que recorre los sueños de los funcionarios estatales. El sexenio de Miguel Márquez, larga la carrera sin agarrar el paso.

Bárbara

En León, María Bárbara Botello Santibáñez, abogada, ex regidora, ex diputada, trajo al PRI de regreso a la Presidencia municipal. Se habían ido el 31 de diciembre de 1988. Justo hoy hace un año, la jornada electoral la colocaba como la triunfadora sobre el aspirante del Partido Acción Nacional, Miguel Ángel Salim. Sin restar méritos a la priista, en la acera de enfrente despachaba un partido en dos, sin estructura, estrategia, ni liderazgos y alejado de la comunidad. En León, perdieron Miguel Salim y Miguel Márquez.

Las expectativas de un cambio de signo político en el Gobierno de León, luego de dos décadas y media de panismo, son altas y a ellas se enfrentan Bárbara Botello y su equipo. Las primeras escaramuzas ante los neo opositores panistas, la Alcaldesa las ganó con displicencia. Pero su equipo corto ya registra tres bajas. Muy temprano para ese número.

A Bárbara le ha sido difícil desprender la etiqueta de “Gobierno de Revista”, que le endilgó Gerardo Trujillo, el dirigente estatal el PAN. Proclive a la estridencia, a Bárbara hay que reconocerle el temple para sostener sus decisiones, así tenga en contra a los opinadores de siempre. Aquí obliga la mención a Alfredo Ling Altamirano, desenterrado por los panistas al decidir la vía contestataria para enfrentar a la administración priista.

En las tareas de Gobierno, la presidenta municipal ha emprendido una actualización administrativa –que suena necesaria- y que comenzó con el impuesto predial y seguirá esta semana con la regularización de los usos del suelo de las empresas y los comercios de la ciudad. Polémica en puerta. Pero la alcaldesa Bárbara Botello tiene ya el tiempo encima para rendir su primer Informe de Gobierno, cuyo contenido es todavía, al menos para los ajenos, todo un acertijo.

Un año ha del proceso electoral del domingo 1 de julio de 2012, en el que la mayoría eligió Presidente, Gobernador y Alcaldesa. Desde entonces conocemos los resultados. Los saldos, todavía no.

La Jaula

Ayer cerraron las campañas políticas en los catorce estados de la República que el próximo Domingo 7 –vaya fecha-, tendrán elecciones locales.

El común denominador, para variar, han sido las descalificación es entre el PRI el PAN y el PRD. De corruptos y ladrones no se bajan –algo se han de saber.

En los comicios estarán en disputa una gubernatura, la de en Baja California, 931 presidencias municipales y 441 curules locales. De esas 14 entidades, 10 son gobernadas por el Partido Revolucionario Institucional, dos por el Partido Acción Nacional y dos por una coalición PAN – PRD.

En este proceso, “El Gato” Morris alcanzó los reflectores nacionales. Quiere ser el alcalde de Xalapa, Veracruz, y es más popular que el propio Gobernador Javier Duarte.

Pero hubo otras iniciativas que divirtieron al respetable, como la de Carlos Peña, candidato priista a la Presidencia Municipal de Zacatecas, quien invitó a los electores a ver el final de la telenovela “Amores Verdaderos” de Televisa como parte de su campaña política.

Los políticos, pues, ya hicieron su show; el domingo, es el turno de los ciudadanos.

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