Mujeres tomando decisiones, el largo camino

Mujeres tomando decisiones, el largo camino

Ya es hora que la mujeres buelvan (sic) a sus casas…
Gioconda Belli, El País de las Mujeres

Nada más desesperante que escuchar o leer esta frase, entre broma y broma…Si se exige a la mujer competir con las mismas reglas, que se evalúe el trabajo de cada una sin considerar su género. Y tal como lo dije hace un año, que no se les ocurra, siquiera insinuar que las mujeres no somos capaces de gobernar.

En 1947 se reconoció a la mujer mexicana el derecho de votar y a ser candidata en elecciones municipales. Aguascalientes se convirtió en el primer estado en tener a una mujer como Presidenta municipal, y seis años después, en 1953 se reconoció el derecho al sufragio universal. Usar la palabra reconocimiento tiene implícito el carácter de derecho humano. No es una dádiva de la ley o del sistema; es un derecho inherente a la persona.

Sesenta años después, la historia de la mujer, y su lucha por el acceso a los lugares donde se toman decisiones, se escribe todos los días. La participación social de las mujeres en el ámbito de lo público y el acceso a los puestos de representación popular se ha incrementado, aunque sigue muy lejos de lo que podemos considerar una situación de igualdad.

En 2013 se ocupan 42 de las 128 curules en el Senado y 183 de 500 en la cámara de Diputados. De acuerdo al INEGI, entre 2007 y 2012 la proporción de presidentas municipales presentó un ligero repunte, al pasar del 4.1% al 7.7%, pero en 2013 la cifra baja al 5%, 69 mujeres presiden gobiernos municipales, y aunque se ha avanzado en el número de mujeres en espacios legislativos, el pendiente queda en la presencia que tenemos como gobernantes. A lo largo de la historia, México sólo ha tenido seis gobernadoras, y en la actualidad todos los estados y el Distrito Federal tienen hombres como titulares del poder ejecutivo.

Los números ahí están, es evidente la desproporción en los cargos ocupados por mujeres. Pero no debemos caer en lo que Sara Sefchovich llama “mujerismo”, es decir, considerar que con tal de que sea una mujer, no importa nada más, y que por ser mujer cuenta con determinados atributos de superioridad. El ejemplo de que Indira Gandhi hizo mucho para modernizar la India contrasta con el de Imelda Marcos, frívola y corrupta.

De ahí que lo que la perspectiva de género busca es generar condiciones de igualdad de oportunidades, modificaciones culturales y sociales que sólo se alcanzan con acciones afirmativas para que entonces, partiendo de condiciones de verdadera igualdad, los nombramientos y las evaluaciones tengan que ver con el talento, la capacidad y la experiencia de las personas, independientemente si es hombre o mujer.

Hay importantes avances en las puertas de entrada de las mujeres a la política municipal. Influyen la educación, la carrera política previa y el trabajo comunitario previo, aunque también en algunos casos los nexos familiares en la política. A pesar de su conservadurismo, han gobernado mujeres en algunos municipios de Guanajuato, entre ellos Yuriria, San Felipe, Celaya, Santa Catarina, San Miguel de Allende y en este trienio Pueblo Nuevo y León, todas con distintas circunstancias, unas más autónomas que otras. En algunas, para el desperdicio, se materializó aquello de: “presencia de mujer no garantiza perspectiva de género”. El tiempo es el mejor aliado de la evaluación objetiva, pero en todos los casos, el desafío es mantener lo ganado.

Hay estudios que revelan que los principales problemas enfrentados por las mujeres que gobiernan son demostrar constantemente que tienen capacidad y habilidad para dirigir un municipio o un estado. Que son evaluadas con altas expectativas, pasando primero por el tamiz de su género, y luego se observa su desempeño. Se les demanda cumplir con su papel público pero se les observa minuciosamente en el espacio privado. Se exige una conducta intachable, ser hija, esposa, madre, ama de casa, y combinar adecuadamente la relación entre la familia y la política. Desde luego, enfrentar y aguantar amenazas e insultos a su vida íntima.

Hoy transformamos cada vez más las circunstancias históricas y culturales que han establecido las diferencias en el desarrollo público de hombres y mujeres. Pero en tanto llegan las condiciones de igualdad, de lo logrado, ni un paso atrás.

@BetyManrique