miércoles. 17.04.2024
El Tiempo
César Zamora
13:03
18/06/15

El voto de castigo vs. la impugnación en Silao

"Si el PAN ganó en Silao fue porque Enrique Solís, el presidente municipal de extracción priista, está envuelto en una polémica que parece interminable desde el 4 de septiembre de 2014, cuando dos sujetos golpearon a la periodista Karla Silva."

El voto de castigo vs. la impugnación en Silao

Y nadie existe si no es noticia
/La codicia del glamour
/y el glamour de la codicia”.

Data
Jorge Drexler

Si el PAN ganó en Silao fue porque Enrique Solís, el presidente municipal de extracción priista, está envuelto en una polémica que parece interminable desde el 4 de septiembre de 2014, cuando dos sujetos golpearon a la periodista Karla Silva.

Y el vendaval no cesa: la fracción albiazul en el Ayuntamiento volvió a exigir la destitución del primer edil, y esa misma exigencia ya hizo eco en el Congreso del Estado.

El profesor Juan Antonio Morales Maciel, director en el turno vespertino de la escuela secundaria “Miguel Hidalgo”, y candidato panista a la presidencia municipal, recibió el “apoyo extra” de un alcalde enrolado como «el villano» de la película. Morales Maciel ya recibió la constancia de mayoría que lo avala como alcalde electo, y en gran parte se la debe a los deslices de Solís.

Ni el equipo de comunicación social ni el de blindaje institucional —si se le pudiera llamar así a una caterva de priistas old fashion— pudieron crear el capelo que necesitaba Enrique Solís para evitar el desgaste del que ahora es víctima irredimible.

La caída irrefrenable de Solís comenzó cuando él mismo, con declaraciones insulsas, propició el agolpamiento de casi 200 periodistas en las inmediaciones de la Casa Municipal.

Para cuando Morales Maciel resultó electo candidato a la alcaldía (léase Micronovela blanquiazul, del 20 de diciembre de 2014), Solís ya había hecho lo que se debía hacer para que regresara Acción Nacional como timonel del ayuntamiento. «La Ley Mordaza» —dicen los opinólogos— se convirtió en el sinónimo de máximo yerro, es decir, la hosquedad de las nubes delató la tormenta (leer ¿Alternancia o continuismo político en Silao?, del 30 de enero de 2015).

El panismo, hay que decirlo, no ganó por sí solo. El triunfo albiazul no fue sino una conjugación ya previsible de factores: el máximo yerro de Solís (en términos halterofílicos, el envión), la reunificación —o la dulcificación— de las sectas más robustas en torno a una planilla heterogénea (la materia gris del PAN evitó cometer el lapsus del 2012), la aparición de dos o tres candidatos iluministas (esa creencia en la posesión de un poder sobrenatural para salvar a Silao del ocaso) y la disgregación del PRI.

A contrapelo, el Partido Revolucionario Institucional y Ricardo García Oseguera (quien fue el candidato de López Obrador en Silao) formularon una hipótesis polémica: el PAN recuperó Silao por medio de una maniobra fraudulenta, pero eso habrán de comprobarlo en el Tribunal Electoral. Hablan de la compraventa de votos, la violación de los principios rectores del proceso electoral, el recuento ilegal de paquetes electorales, etcétera.

Mientras Leonel Mata (PRI) y Ricardo García Oseguera (Movimiento de Regeneración Nacional) interponen los recursos impugnatorios, no echemos en saco roto que el viernes 5 de junio, dos días antes de la jornada electoral, el agresor confeso de Karla Silva, Luis Gerardo Hernández Valdenegro, declaró ante la jueza Wendy Liliana Labra Galván que el priista Enrique Benjamín Solís Arzola ordenó amenazar y golpear a la reportera. En los juzgados de oralidad penal de Irapuato se confirmó que el domingo 7 de junio habría voto de castigo contra la impunidad (o contra el ícono mediático de la impunidad).

¿Cuál es el background de una declaración dos días antes del 7 de junio? ¿Por qué Solís Arzola apoyó, a ultranza, al candidato perredista Martín Hinojosa? ¿El voto de castigo se dio de manera natural, «algún alguien» lo indujo, o habría que recurrir a un tratado sociológico posmoderno? ¿Procederá la impugnación del PRI contra el cómputo final y la expedición de la constancia de mayoría? Desbrocemos la distraccionósfera para descubrirlo.