Opinión • ¿Debate o concurso? • David Herrerías
“El domingo esperaba que alguno de los conductores dijera: «por sesenta mil pesos dígame usted…»”
No sé de dónde sacamos esos formatos de debate, que parecen más programas de concurso que verdaderos espacios para la discusión de ideas. El domingo esperaba que alguno de los conductores dijera: «por sesenta mil pesos, dígame usted…»” ¿Por qué en lugar de permitir que se explayen, los ponemos a contestar preguntas dirigidas, como si fuera un concurso de conocimientos? Jugando a ser democráticos ahora se escogen preguntas de la ciudadanía, aunque algunas no se conecten entre sí, sean repetitivas, o presupongan cosas: “¿cómo hará usted para incentivar el crecimiento de las Mipymes”? ¿Y quién dijo que hay que incentivar ese crecimiento? ¿Por qué tiene que contestar eso que a la mejor ni estaba en su plan de gobierno?
Otra evidencia de que los debates se perciben como un concurso de conocimientos es la prohibición absurda de conectarse con asesores, vía celular o medios electrónicos, como si fuera un examen. ¿Qué los candidatos van a gobernar solos y sin acceso a medios electrónicos? ¿Qué tiene de malo que se rodeen de personas conocedoras que los asesoren y les den datos interesantes?
A eso hay que añadir los tiempos para exponer ideas: ¿qué argumento sólido se puede desarrollar en minuto y medio? ¿Qué réplica inteligente se expresa en 30 segundos? (Qué quieren, velocidad o exactitud, diría Pepito).
Por lo antes expuesto, me permito proponer algunas ideas para el siguiente debate:
Lo primero que dibuja la idea de gobierno de un candidato es conocer cuáles son sus prioridades. No las que las preguntas lo obligan a contestar, sino las que él o ella expresan libremente. Por ahí podríamos empezar: ¿Cuáles serán los temas prioritarios de su gobierno?
Después se les puede pedir que desarrollen el primero de esos temas, en cinco o diez minutos, con los apoyos gráficos y tecnológicos que crean necesarios. Cada uno podría exponer los suyos en una primera ronda. Después se podría dar un tiempo para debatir, criticar las propuestas de los otros, con tiempos de réplica acumulables, pero que podrían llegar quizá a unos 5 minutos por ronda.
No me importa si traen a un equipo asesor, no es un concurso, sino ver si con su equipo serán capaces. Podrían sacar evidencias concretas para exponer las mentiras o datos falsos (¿por qué sí se pueden exhibir cartulinitas y no documentos de internet?)
Ahora bien, con tanto candidato la cosa se pone difícil. Aunque sea impopular, creo que para el segundo debate, los partidos que estén lejos de aspirar siquiera a meter un regidor deberían hacerse a un lado.
Sé que no me van a hacer caso, pero estoy dispuesto a sostener esta propuesta en un debate, siempre y cuando me den más de un minuto y medio para hablar. Pero les advierto que, si el siguiente debate es igual que el anterior, lo empezarán a anunciar como remedio contra el insomnio.