Amigo
La palabra ‘amigo’ es una de las voces más intensas en cualquier lengua. Refiere siempre una relación singular, única; como cada amigo. En español nos llega del latín amicus, que a su vez deriva del verbo ‘amar’. Otra hipótesis supone que el vocablo ‘amigo’ es un derivado de la voz latina para alma (anĭma). Esta se referirá al principio original que da sentido, viveza, energía y espíritu a algo. Una deberá ser la correcta, pero ambas son compatibles: la amistad es una variedad de amor que nos nutre de energía.
Debería aplicarse a una persona muy cercana, a la que se le profesa afecto personal, puro y desinteresado, que nace y se fortalece con el trato. Sin embargo, su uso indiscriminado ha hecho perder su sentido profundo, exclusivo, distintivo de una persona frente al conjunto. En la cultura mexica el amigo era considerado un alma gemela. Coatl era la voz utilizada y de ahí se deriva el mexicanismo cuate, decimos «mi cuate» para referirnos precisamente a alguien cercano afectivamente.
La amistad, según la Psicología, es un proceso de identidad con pares (personas que manejan los mismos valores o los ideales de estos). La necesidad afectiva del ser humano nos ha llevado a compartir sentimientos y vivencias con quienes manejan similar perspectiva de la vida y con quienes podríamos tanto disfrutar de sus emociones, como compartir las nuestras. El amigo nos llega a conocer mejor que nosotros mismos, pues sabe de nuestros defectos. Al amigo lo necesitamos… y la esperanza es que él también nos necesite, pues de lo contrario se podría alejar.
El afecto, la relación filial, nació cuando un grupo de primates dejó los árboles para transformarse en bípedo. Esto los empezó a diferenciar del resto de primates el chimpancé, gorila, bonobo y orangután. Esta condición le hizo variar, entre otros efectos, la forma de copular. Con este cambio logró que la hembra identificara a su pareja y comenzó a formarse la familia. En virtud de la supervivencia y de la identificación con los seres más cercanos nace el amor de pareja y el que se profesa a los seres más cercanos, incluso extrañarles en su ausencia. Al parecer este proceso se dio entre el Ardipithecus ramidus, más fácilmente reconocido como Ardi hace, aproximadamente, más de 4 millones de años.
Por cómo nace la amistad y sus características, el peor enemigo de la amistad es el egoísmo. Quien solo se quiere a sí mismo, es incapaz de ver que a su derredor podría tener grandes amigos, pero su visión raquítica le impide verlos. Y sin la seguridad de un grupo de identidad, se es más vulnerable.
Las referencias a la amistad actualmente son múltiples en todos los sentidos. Quizá porque se trata de una de las mayores preocupaciones; es muy difícil encontrar a alguien que ame desinteresadamente a otra persona, sin que medie la atracción física o sexual. Somos perfectos a nuestros propios ojos, pero en los demás no encontramos justificación a su comportamiento. Elbert Hubbard en alguna ocasión declaró: «un amigo es una persona que lo sabe todo de ti y que a pesar de ello te quiere».
En los dichos la amistad es una guía reflexiva en todas las culturas. Cito proverbios de diferente origen: «El que busca un amigo sin defectos, se queda sin amigos» (turco); «la casualidad nos hace hermanos pero el corazón nos hace amigos» (español); «Con un amigo, hasta el agua es dulce» (chino).
Los verdaderos amigos son anónimos, pues los públicos entrelazan sus intereses. Los grandes amigos de la historia, en casi todos los casos se transformaron en los grandes enemigos. Por ello, dicen que en política no hay amigos, pero abundan los enemigos. Natural, donde los sentimientos se mezclan, los intereses públicos los hacen incompatibles y los odios alcanzan niveles desmesurados. A eso se reducen, desgraciadamente, grandes parejas de la historia, por eso solo perduran los de ficción: el Quijote y Sancho; Sherlok Holms y el doctor Watson; Pablo Mármol y Pedro Picapiedra; Pumba y Timón.
Amigo viene de amar. Quien tiene un amigo verdadero, es una persona perfecta.