miércoles. 24.04.2024
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Chispitas de Lenguaje • Encabezados • Enrique R. Soriano Valencia

"Antes de la aparición de las computadoras (ordenadores), la máquina mecánica no ofrecía opciones..."
Chispitas de Lenguaje • Encabezados • Enrique R. Soriano Valencia

Los encabezados o títulos de documento están normados por la última versión de la Ortografía (2010). Las anteriores versiones académicas, este tema no lo trataban. Por ello, es natural que aún persistan formas no recomendadas, pues muchos de los profesores actuales se formaron sin una orientación al respecto. Por ello, es común encontrar criterios diversos. 

Antes de la aparición de las computadoras (ordenadores), la máquina mecánica no ofrecía opciones. Así, se tomó como costumbre enunciar los encabezados con mayúscula en cada letra. Para muchas personas, no era suficiente con encontrarlos por encima de todo el texto, separados por un espacio mayor del resto del documento, ni centrados (aunque los subtítulos es más común alinearlos a la izquierda). 

Posteriormente, se optó por mayúscula inicial solo en las palabras significativas. Eso aplicó casi en exclusiva a sustantivos (personas, animales, cosas o conceptos) y adjetivos (palabras que aportan una particularidad al sustantivo). No se recurría a la mayúscula en palabras de enlace, como los artículos, preposiciones, interjecciones y conjunciones (excepto si se hallaban al inicio del encabezado). 

Los dos anteriores estilos aún persisten, particularmente en documentos jurídicos, incluidas las normas (códigos, leyes, reglamentos).

Para la Ortografía vigente, los encabezados no son textos de excepción. Es decir, que deben aplicarse las normas ortográficas. Ello significa que es preferible enunciar los encabezados en minúscula, con excepción de la letra inicial (independiente de su categoría gramatical). Desde luego, también debe recurrirse a la mayúscula inicial en los nombres propios. Eso significa que ya no debe escribirse EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA, ni El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Estos dos estilos son antiguos. Lo actual es El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (destaco que aquí la palabra hidalgo no aparece como apellido, a muchas personas podría confundirle; aquí hidalgo se refiere a la forma antigua del castellano para indicar hijo de algo, o de alguien importante). 

Ahora, al enunciar el nombre del libro lo presento con cursiva porque la propia norma académica establece que cuando en un documento se cite el nombre de una publicación («…títulos de obras de creación, ya sean libros, películas, cuadros, piezas musicales, programas radiofónicos o televisivos…», precisa Fundéu), debe recurrirse a cursiva. Eso significa que cuando alguien encabece un documento debe presentarlo en el tipo de letra similar a todo el texto(redonda es lo común, como se le llama cuando no es cursiva). Sin embargo, si se menciona en otro documento el nombre (título o encabezado) de una obra y no es posible aplicar cursivas (como sucede en algunas redes sociales), la alternativa es entrecomillar (españolas o inglesas). 

Si al interior del encabezado se requiere de puntuación, se debe usar (comas, dos puntos, paréntesis), pero no así al finalizar. Es decir, un encabezado nunca cierra con punto. 

Estos mismos criterios aplican a los subtítulos (a pesar de que no estén centrados), a los índices y a las tablas (incluidas las presentaciones en diapositivas).

Con las computadoras, el encabezado puede presentarse en un tamaño mayor, otro tipo de letra o en negritas.