viernes. 19.04.2024
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Chispitas de lenguaje • Las ch y ll • Enrique R. Soriano Valencia

"Hace unos días, el servicio informativo de un sitio en Internet retomó una vieja nota sobre el uso

de las antiguas letras ch y ll..."

Chispitas de lenguaje • Las ch y ll • Enrique R. Soriano Valencia

Hace unos días, el servicio informativo de un sitio en Internet retomó una vieja nota sobre el uso de las antiguas letras ch y ll. Como ese servicio aparece de forma automática en los teléfonos inteligentes, provocó un revuelo que yo suponía superado: la supresión de esas combinaciones en el abecedario. 

Buena parte de la población hasta ese momento se dio por enterada de una decisión tomada por las Academias en el X Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española, celebrado en 1994 (28 años). Posteriormente, esa misma información se incorporó al libro de Ortografía, publicado por las propias Academias en 2010 (12 años). Por lo tanto, no es una noticia, sino una información ya muy antigua.

Como ese servicio informativo publica notas sobre el idioma, retomar esta nota causó revuelo pues muchas personas hasta ahora se enteraron y se preguntaban cómo se pronunciarían y escribirían algunos vocablos que las contienen ahora. 

Ese sitio informativo es impreciso cuando asegura que fue la Real Academia Española la que tomó esa decisión. Eso es falso porque actualmente todos los aspectos que afectan al idioma se toman por consenso. Es decir, que ninguna de las 32 academias decide de forma independiente respecto del idioma. Eso incluye a la Academia española, a pesar de que sea la más antigua y que de ese país proceda la lengua que hermana a más de 500 millones de personas en el mundo. Justo este aspecto último aspecto es la razón por la que ninguna actúa de forma unilateral. 

Por otra parte, se tomó la decisión solo de retirarlas del alfabeto, no del idioma. Es decir que Chihuahua, Chiapas y lluvia o llanta no dejan de escribirse como hasta ahora. Esto es, retirarlas del alfabeto no altera en absoluto su uso en el idioma. 

Por otro lado, la decisión de los académicos se debió a una razón clara: el abecedario es una «serie ordenada de las letras de un idioma» (Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.5 en línea]. <https://dle.rae.es> [consultado el 13 de septiembre de 2022]). En sentido estricto, ni la ch, ni la doble l son letras… son combinación de letras. A ese caso se le llama dígrafo (dos grafías). Por esa razón era impreciso considerar esas combinaciones como letras en el Diccionario

Antes de esta norma, en un diccionario se observaban la ch y ll como secciones idénticas a las de a, b, c, ch, d, e… Sin embargo, después de esta revisión, las palabras que iniciaran por esos dígrafos pasaron a formar parte del apartado de la letra inicial. Así el abecedario quedó formado por 27 letras (ya sin dígrafos).

El tema, incluso, ya había sido tratado por esta columna, justo después de la aparición del libro de Ortografía.Entonces, como hace semanas, generó una similar controversia, pero como no estaban las redes sociales en plenitud, de nuevo pasó inadvertido para muchas personas. 

Es decir, la tecnología ahora sí ha hecho llegar la información al grueso de la población, que de todos modos seguía aplicando el uso de esas letras. Se seguirán usando porque la ortografía las contempla, aunque en el alfabeto ya no sean letras, sino dígrafos.