Detalles de octubre
"En términos estrictos, octubre debía ser el octavo mes. Además, tiene una especial significación para el idioma español que es de hecho, no de derecho, la lengua oficial de nuestro país"
En términos estrictos, octubre debía ser el octavo mes. Además, tiene una especial significación para el idioma español que es de hecho, no de derecho, la lengua oficial de nuestro país.
La etimología ‘octubre’ procede del número ocho. Sin embargo, es el décimo mes. Eso se debe a la vanidad de dos personajes: Julio César y César Augusto. Ambos, en diferente momento, por supuesto, al ser la máxima autoridad romana y verse a sí mismos como los mejores, decidieron trascender, modificando el calendario. Bautizaron un mes con su nombre para inmortalizarse.
Con su intervención, julio y agosto quedaron como meses de treinta y un días (no podía ser uno menos que el otro) y por ello dejaron a febrero como el más pequeño y el que compensaría cada cuatro años con un día extra, para evitar el desfase con el Sol.
Otro aspecto destacable, relacionado con el idioma, es que en este mes en Europa celebran el doce como el Día de la Hispanidad y aquí, el Día la Raza. Ambas conmemoraciones están vinculadas a que ese día de octubre, pero de 1492, Cristobal Colón dio por fin con tierra firme. Con poco más de dos meses de navegación y sin la certeza del tamaño del globo terráqueo, los marineros ya están al borde del desquicie.
De la primera conmemoración, dice Wikipedia: «Hispanidad es una expresión con múltiples significados, que alude al conjunto de personas, países y comunidades que comparten el idioma español y poseen una cultura relacionada con España». En efecto, gracias a ese hecho histórico, la comprobación que el horizonte no era el límite del Mundo y que –desde luego, bajo el pensamiento medieval– la Providencia había decidido que España llevara la fe católica al resto de los seres humanos, España expandió su concepto del mundo.
Así comenzó un proceso de anexión de territorios a la Corona española y al mismo tiempo, una catequesis, pero al mismo tiempo la difusión y arraigo del idioma español en América.
Ya Antonio de Nebrija, al presentar la primera Gramática de una lengua romance a los Reyes Católicos, gracias a la mediación del arzobispo de Sevilla, señalaba que la unidad de un imperio se logra cuando todos manejan la misma lengua. Es por ello, que entre otras de las acciones emprendidas por la Corona, estuvo difundir el español.
Entre tanto, en México –y muchos países latinoamericanos–, celebramos el Día de la Raza. Eso se debe a que el concepto para América no fue tanto la unidad alrededor de la Corona, sino al encuentro y fusión de razas. En un principio fue un profundo planteamiento teológico si los habitantes de América eran verdaderamente seres humanos. Como se trataba de una raza totalmente desconocida (en Europa se contabilizaban solo la blanca, la negra y la amarilla), entonces dudaron si los habitantes de América eran seres humanos y, por tanto, si tenían alma o no. Los doctores de la Iglesia tardaron cuarenta y cinco años en decidirse. Fue el papa Paulo III el 2 de junio de 1537 que reconoce a los indígenas como seres humanos mediante una bula. Ello tuvo sus beneficios, pues no se podían esclavizar, se les debía pagar un salario justo y se les consideraría hasta el límite de su capacidad. La práctica fue menos objetiva porque no se pasó de sistema a otro, sino que la explotación simplemente cambió de nombre: ahora se llamaría encomienda, para darle el matiz de cristianización. De todas formas, muchos españoles ya empezaban a tener familia con los lugareños, independientemente de la aceptación eclesiástica –en algunos casos de buena forma y en otros, no tanto–.
Ahora, como el proceso de difusión del idioma no fue académico, en toda América se comparte un 80% de vocablos. El 20% restante son voces locales. En México la lengua nativa de mayor presencia en el español es el náhuatl.