Dudas frecuentes

"¿Hablamos español o castellano?, ¿dónde hablan el español más puro? Estas parecen ser de las dudas más frecuentes entre los hispanohablantes."

 

 

 

 

¿Hablamos español o castellano?, ¿dónde hablan el español más puro? Estas parecen ser de las dudas más frecuentes entre los hispanohablantes.

Reviso el libro Las 500 dudas más frecuentes, publicado por el Instituto Cervantes (Espasa, Madrid, 2013). Las preguntas incluidas en este volumen fueron recogidas en diversos sitios en Internet abiertos a preguntas, especializados en el idioma. Esos sitios incluyen a la Real Academia Española (RAE), la Fundación del Español Urgente (Fundéu) y el propio Foro Cervantes, señalan en la presentación. En estos sitios se publican las preguntas que reciben y ubican en los primeros sitios las de mayor frecuencia.

Mi experiencia en donde he participado como expositor, las preguntas con las que inicio esta colaboración, son muy frecuentes y son con las que inicia este volumen. Es decir, hay una seria preocupación por entender y definir nuestro idioma (las dudas específicas ya las he tratado en anteriores colaboraciones).

El idioma que hablamos recibe dos nombres. En Centro y Sudamérica le llaman castellano, con excepción de El Salvador y Colombia, donde –al igual que en América del Norte, incluso México– le nombramos ‘español’. Caso singular lo representa España donde mayoritariamente es castellano y en muy pocas zonas le llaman español. En la Península Ibérica se entiende que usen el nombre castellano porque, con justa razón, todas las lenguas oficiales de las diferentes provincias tienen el derecho de llamarse ‘idioma español’, pues el origen pertenece a ese reino (esto no lo dice ese libro, pero lo sostengo yo). Sin embargo, la lengua que usamos ya ha dejado, hace mucho, de ser estrictamente castellano –aunque, desde luego, sea la base–. El enriquecimiento con otras lenguas (árabe, godo, ostrogodo, lenguas americanas y extranjerismos), los diversos acentos y la asignación de sentidos diferentes al original, lo hacen un idioma muy apartado de su origen. Es tanto como querer decir que hablamos latín porque esa lengua es el antecedente de la actual. Hoy hablamos algo muy distinto del castellano originario… aunque también diferente del español renacentista que llegó a nuestras tierras. Quizá algún día se le llame de otra forma o, por lo que se observa actualmente, llegue a ser conocido como espánglish (por tanto anglicismo que caracteriza al que hablamos en muchos sitios de América, donde hasta tonalidades o acentos muy alejados del español se oyen).

Por esa misma razón no podía definirse cuál es el mejor español. ¿Contra qué momento histórico debe comparársele? Cervantes ni siquiera escribía apegado al Diccionario y a la Gramática de Nebrija. Sus obras están muy enriquecidas por cientos de arabismos, de moda en su época (como hoy sucede con los anglicismos). Por tanto, nadie podría ostentar ese impreciso título. Incluso, quienes se resisten a las modificaciones introducidas por las Academias de la Lengua (Nueva gramática, de 2009, y Nueva ortografía, de 2010) toman como válidas las que su generación usó y que fueron modificaciones introducidas por las academias en anteriores obras. Por ejemplo, en el latín (y ninguna otra lengua lo hizo) no había los signos iniciales de exclamación y de interrogación. Esa fue una novedad académica en su momento para el español. Hoy, esos mismos que se resisten a los cambios académicos protestan porque los chamacos ya no los usan. ¿Son los chicos quienes –sin saberlo– regresan a una práctica regular de antes del 1700 y, por lo tanto, usan más “puro” o mejor nuestro idioma? No me atrevería a asegurarlo (los jóvenes actualmente no lo saben, pues de lo contrario argumentarían esto contra los reclamos de anteriores generaciones).

Las preguntas iniciales no tienen una respuesta sin que deje de producirse polémica. Las diferentes posiciones tendrán algo de razón, pero no de forma absoluta. Por tanto, aunque sean preocupaciones muy extendidas, no son fundamentales para escribir con eficiencia este idioma materno, como sea que se llame y donde quiera que lo hablen aparentemente mejor.