Hablemos de la marihuana

" ...  ha reavivado la polémica si se debe legalizar o no su uso su producción y comercialización. Hablemos de ella"

 

 

 

 

Hace unos días la Suprema Corte de Justicia de la Nación dictó una resolución a favor de cuatro personas (a los únicos que atañe la decisión; al resto, no) para el uso recreativo de la marihuana (no su compra, ni su venta). Ello ha reavivado la polémica si se debe legalizar o no su uso su producción y comercialización. Hablemos de ella.

Los vocablos admitidos para escribir el nombre de esta sustancia es con h intermedia (por el diptongo ua) o con g (por razones fonéticas): marihuana o mariguana. El nombre viene del náhuatl: ‘malli’ (que derivó a ‘mari’ por ser un vocablo más común en español) que significa ‘hierba que se enrosca’ o ‘fibra vegetal para tejer’ y ‘huana’, que seguramente procede como sufijo de ‘tlahuani’, vocablo que se usó para designar a una ‘persona trastornada’ o ‘borracho’. Es decir, que es una «hierba para tejer o para trastornar». Lo que implica que desde tiempos prehispánicos ya se conocía de las propiedades de fumar esta sustancia (recuérdese también que la costumbre de fumar tiene origen americano) y su resistencia para conseguir telas perdurables, porque de ahí también se puede obtener el cáñamo.

La castellanización del vocablo ha llevado a que se derive a marijuana, término no aceptado, pero del que procede el nombre popular en inglés: maryjane (también conocida como weed, pot y grass, que son los nombres con los que se conocen a las malas hierbas). En muchos países de habla hispana también se refieren a ella como ‘la maría’, por eufemismo (formas de referirse veladamente a algo).

De igual forma se le conoce por el nombre científico Cannabis índica. Originalmente es una planta del grupo de vegetales fibrosos para fabricar hilos resistentes. De ahí su nombre, el latín cannabis se traduce de forma moderna como cáñamo, que es un hilo de mayor resistencia. La variedad común es llamada índica o india, pero su resistencia es menor a la generalidad de estas plantas, pero contiene mayor proporción de alcaloides, la sustancia activa que produce los efectos de trastornamiento.

La Cannabis índica fue muy popular en toda la zona mediterránea. En el siglo xiii, en Turquía, había asesinos suicidas comandados por un líder religioso que saqueaban poblaciones. Se les conoció popularmente como hashisines, que se traduce como ‘los consumidores de hachís’, que es el extracto de la marihuana. De ese vocablo procede en español la palabra ‘asesino’.

Ello no implica que todo consumidor de marihuana sea un asesino. Sin embargo, todo intoxicado por la mariguana puede cometer y acometer muchas barbaridades porque su pensamiento se turba, se obnubila, no es el normal. Aunque, para ser justo, lo mismo sucede con el consumidor de alcohol. El problema es que estadísticamente, el alcohol es una de las causas de mayor número de accidentes y muertes de tránsito, agresiones sexuales, pérdida de fortunas y divorcios.

La marihuana contiene 400 diferentes tipos de sustancias. Yo trabajé como secretario particular del doctor Manuel Mondragón y Kalb, quien fuera Comisionado Nacional de Seguridad. Él es médico reumatólogo. En alguna ocasión me informó que ninguna de esas sustancias es analgésica, es decir, de las sustancias que quitan el dolor. Por lo que él sostiene que es un mito el que la marihuana y el alcohol es un alivio para las reúmas. Por una parte es un placebo y por la otra, la fricción y la sensación del alcohol sobre la piel, ofrecen esta sensación de alivio.