miércoles. 25.06.2025
El Tiempo

Idiomas del Mundial

"El fútbol no es lo único que nos une a millones de personas, el idioma también. El problema es que del primero nos sabemos todas sus reglas y del segundo, apenas algunas muy mal memorizadas..."

Idiomas del Mundial

El español es uno de los idiomas más extendidos en el mundo. También es uno de los de mayor riqueza expresiva, a pesar de los anglófilos lingüísticos (los que gustan y se apasionan en aplicar para todo y en cada ocasión el inglés). En el Campeonato Mundial de Fútbol 2018, hay ocho selecciones nacionales que hablan español: Argentina, Colombia, Costa Rica, España, México, Perú y Uruguay; el árabe, cuatro: Arabia Saudita, Egipto, Marruecos y Túnez; tres el inglés: Australia, Inglaterra y Nigeria; dos, el portugués: Brasil y Portugal; y dos el alemán: Alemania y Suiza (solo en parte, un catón).

El resto de las selecciones participante tienen idiomas no compartidos: Japón, Polonia, Bélgica, Corea del Sur, Suecia, Serbia, Croacia, Islandia, Irán, Dinamarca y Rusia. Incluso sus dirigentes y personal de apoyo, debe recurrir a otra lengua para conseguir los servicios para sus equipos.

Son 211 asociaciones las que integran la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociación; 18 miembros más que la ONU). Su sede está en Suiza. El idioma en que se llevan a cabo las reuniones, en el que se comunican sus miembros y redactan documentos oficiales es el inglés. No obstante, también son lenguas oficiales el español, el francés y el alemán. Los dos últimos son los pocos recurridos porque cada vez son menos los territorios y población que usan esas lenguas. Incluso el alemán, que en otros tiempos también tuvo territorios más allá de sus fronteras, al igual que las otras potencias como España, Inglaterra, Portugal y Francia. En la actualidad ya no tiene colonias o territorios bajo su administración. Es una lengua que solo se usa en su territorio e, incluso, está empezando a fragmentarse. Me confesaba un alemán que hasta resulta ya difícil entenderse los del norte y con los de sur.

De los 500 millones de hispanohablantes del mundo, la mayoría son aficionados al fútbol. El inglés se mantiene como el idioma oficial porque así lo maneja de ONU y la mayoría de empresas que prestan sus servicios a la FIFA, proceden de los Estados Unidos de América. El inglés es el idioma comercial por antonomasia. Sin embargo, el idioma de las personas es el español. Mediante él se comunican con fluidez la mayoría de tanto practicantes como de afición futbolística; aunque también es justo decir que también con el español también se ofenden entre partidarios de diferentes equipos. Quizá por eso ha sido rápida y rígida las sanciones de la FIFA para ese grito coreado de la afición: «Eeeh, puuu…».

Por supuesto, los vocablos derivados de este espectáculo deportivo han arraigado en la forma de hablar, aunque también es adecuado insistir en que se han adaptado a la grafía de nuestro idioma. Desde el mismo nombre de la actividad, que en inglés es foot (pie) y ball (pelota o balón). A nuestro país no pasó como balón-pie, a pesar de que por mucho tiempo se intentó. Pero justo también es recordar que los cronistas recurren mucho a esta alternativa para nombrar al espectáculo deportivo. Su grafía se adaptó como suena en español: fútbol. También se admiten las dos ortografías, con acento gráfico en la vocal u y sin la tilde. Eso se debe a que mientras unos en nuestra forma regional de hablar damos tono fuerte en la U, otros lo hacen en la vocal O.

El fútbol no es lo único que nos une a millones de personas, el idioma también. El problema es que del primero nos sabemos todas sus reglas y del segundo, apenas algunas muy mal memorizadas. Somos muchos hispanohablantes para incorporar palabras que nos podrían separar. Tanto la humanidad como los mexicanos necesitamos unirnos para que juntos construyamos condiciones de entendimiento mejores.