martes. 24.06.2025
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¿Lenguaje incluyente?

"El llamado lenguaje incluyente, que se limita a referencias sexistas es político y no práctico"

¿Lenguaje incluyente?

Cada día complican más la vida a los sufridos redactores del sector Público, ahora obligados con manuales de estilo a escribir circunloquios, retorcimientos y piruetas en sus documentos. Culpar al lenguaje de una práctica social es combatir con superficialidades lo que la educación –como práctica formativa– debe trabajar. Iniciar por «Mexicanos y mexicanas» un discurso no combate a fondo el machismo –presumiblemente la razón de este estilo– y solo justifica una imagen de presunta equidad (que si existiera en la moral de muchos, renunciarían a sus prebendas). El llamado lenguaje incluyente, que se limita a referencias sexistas es político y no práctico.

El estilo moderno de redacción reclama sencillez. Pero los manuales de estilo del Sector, lo único que están haciendo es complicar lo que de por sí ya está retorcido en la forma de escribir en el sector Público. Ahora están obligados a hacer muchas piruetas en la construcción de oraciones para «no reflejar machismo».

Preciso un poco más, el uso del genérico (‘mexicanos’, por ejemplo, que comprende a varones y a mujeres), es distinto del sexo. Las personas tenemos sexo. Somos hombres y mujeres por la diferencia de gametos. La palabra ‘género’ refiere gramaticalmente a algo diferente de ‘sexo’. La variación obliga a usar palabras femeninas y masculinas para para armonizar una oración. Pero si se trata de abarcar ambos, para eso la historia, el mismo desarrollo social, acuñó el genérico. Entonces, no se puede argumentar que el uso genérico sea sexista. El género es gramatical, no biológico.

Por otra parte, asociar el genérico con machismo es una trampa solo porque suena masculino. El género es incluyente, no machista. Si el género tuviere esa connotación, que las mujeres usen sillas (de género femenino) y los varones bancos (de género masculino). La preferencia por un ‘banco’ en nada se relaciona con una práctica machista. Entonces, ¿a qué viene vincular un factor formativo con el género en el lenguaje?

Obsesiones de esa medida obligarían a revisar la Constitución, que en muchos de sus artículos recurre al uso genérico. El artículo 30, inciso A, encabeza «Son mexicanos por nacimiento» y le siguen una ristra de fracciones, ¿se excluye con ello a las mexicanas? Faltaría definir qué requisitos son necesarios para ser mexicana entonces. ¿Debe interpretarse que por machismo no son consideras mexicanas por nacimiento lo enunciado en ese inciso? Absurdo, ¿no?

En el ánimo de la precisión, tampoco existe «violencia de género» por lo arriba expuesto. Lo que hay en nuestra sociedad es ‘violencia contra las mujeres’ o ‘violencia doméstica’, que puede tener preferencia por alguno de los sexos. Esas agresiones se manifiestan en la subvaloración, el prejuicio, la no equidad de salarios, el relego a actividades sociales o domésticas. Eso sí es machismos y debería combatirse frontalmente. Se debe educar a ambos sexos para hacer todo tipo de actividades, en vez de dividirlas… las mujeres emprenden muchas actividades antes consideradas solo de varones. A una mujer se le debe atenciones, pero tanto como a un varón. No debe recrearse el concepto de por ser mujer: es por ser una persona, por tratarse de un ser humano. Ese es el respeto a la persona.

Además, recurrir en el lenguaje a «Las y los mexicanos…» es parte del mismo vicio: se está aplicando el genérico en la palabra ‘mexicanos’. Por esa lógica, debería enunciarse «Los mexicanos y las mexicanas…», pero eso complica una enormidad un texto porque los artículos, adjetivos, participios y algunas conjugaciones que se incluirán en la oración deben corresponder a cada uno de los géneros. Pero si se complica la oración, todo el texto será una locura. ¡Qué lío! Cordura debería imperar y acciones, en vez de políticas del lenguaje tan retorcidas.