Los números
Con la palabra numerales la gramática se hace referencia a las cifras y sus referencias. Por su origen, se clasifican en arábigos (1, 2, 3, 4…) y romanos (i; ii; iii; iv…). Por su uso, los tenemos como cardinales (los comúnmente usados), ordinales (para dar orden en sucesión), múltiplos (doble, triple) y fraccionarios o partitivos (mitad, octavo).
Los numerales son adjetivos. Es decir, casi siempre aparecen junto a palabras que refieren personas, animales, cosas o conceptos para precisar la cantidad de estas: «dos personas vinieron ayer», me comí seis manzanas».
Como adjetivo, asume el género de la palabra afectada: «necesito una silla»; «el dato está en la página doscientas once»; «amo a mi media naranja», «compré medio metro de tela»; «la tercera parte del queso». Pero cuando se usan como sustantivos (concepto abstracto), tienen su propio género: «El uno es el número inicial»; «la mitad es lo justo»; «el doscientos fue el número premiado».
Es preferible escribir los números en letra en documentos no especializados (a diferencia de un texto financiero). Ello, cuando los números sean esporádicos o poco frecuentes. Suele usarse letras hasta el treinta. Después es indistinto; excepto decenas y centenas cerradas (cuarenta, cincuenta, doscientos, trescientos, etc.).
Ahora, los números romanos van con mayúscula en nombres propios de reyes, papas, duques, etc. (Juan XXIII, Alfonso XII); no así fuera de este caso, por ejemplo, en capítulos de libros, siglos y fracciones de la ley. En este caso los números romanos deben enunciarse en versalitas. Estas son letras con formato de mayúscula, pero tamaño de minúscula: capítulo iii, siglo xxi y fracción xxiv. Poco se conoce esta opción en los procesadores de textos. También se solía escribir los meses en romanos, pero actualmente se ha perdido esa costumbre.: 15/x/2009. No obstante, es recomendada para distinguir los días de los meses, pues hay quien acostumbra iniciar por el mes, al estilo inglés, y no por el día, acorde con la lógica del español.
Se les llama números arábigos a los usados normalmente, porque fueron incorporados a nuestra cultura a través de los árabes. Los países herederos de lenguas derivadas del latín representaban las cifras mediante lo que hoy llamamos números romanos. El problema de estos es la complejidad para hacer operaciones. Por dedicarse al comercio, la cultura árabe requería de un sistema más sencillo y rápido para las operaciones. De ahí su desarrollo que se basa en el signo y la lejanía del punto decimal.
Recibe el nombre de sistema decimal porque para representar cualquier número, por grande que sea, echa mano de diez signos y sus infinitas combinaciones. El sistema binario, por ejemplo, aplicado en la programación de computadoras, recurre a la combinación solo del uno y el cero.
Se adoptó el sistema decimal porque se inició la cuenta mediante los dedos. Como los árabes cubren sus pies de las arenas ardientes, se limitaron a los de las manos. Los mayas desarrollaron un sistema vigesimal, porque llevaban al descubierto los pies. Como el idioma, los números son producto de la necesidad.