sábado. 14.12.2024
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Periecos, antecos y antípodas

"Observo mucho en las redes sociales donde participo un creciente interés por palabras poco comunes"

Periecos, antecos y antípodas

Observo mucho en las redes sociales donde participo un creciente interés por palabras poco comunes. Quizá se deba a que la mayoría de mis contactos están relacionados con esta columna, con los cursos impartidos o a mis comentarios radiofónicos en el mismo sentido. Entonces, natural que quienes me han contactado se interesen en temas que comparto.

Hace unos días, una amiga me decía que trataría de aprenderse unos insultos que le eran totalmente desconocidos que coloqué en mi muro de Facebook. Por la mañana de ese mismo día, subí un video donde presentaba (no lo produje yo) veinte palabras ofensivas poco frecuentes. Casi de inmediato noté muchos ‘me gusta’ y también personas que lo compartían.

Por ello hoy contribuyo con las tres palabras que encabezan esta colaboración. La más común de ellas es la última. Sin embargo, la mayoría de las ocasiones está mal conceptuada. Pero vayamos por la inicial.

El Diccionario de la lengua española, DLE (el oficial, elaborado por las Academias) indica de ‘perieco’ «Dicho de una persona con respecto de otra: Que habita en un punto del globo terrestre sobre el mismo paralelo que ella, pero sobre el meridiano opuesto».

Perieco procede del griego perioikos, voz formada con el prefijo peri- ´alrededor´ y oikos ´casa´. Los griegos la usaban para referirse a las personas procedentes de otras culturas que no eran esclavos y se asentaban fuera de Grecia.

Los periecos de los mexicanos son chilenos no continentales. Es decir, sobre el mismo paralelo (esa línea imaginaria vertical: 110º) tenemos alineados territorios de Canadá, Estados Unidos y México. Pero como la definición señala el meridano opuesto, ello se ubica en el hemisferio sur. En esa zona, queda a mitad del océano Pacífico. La única tierra habitable es la isla de Pascua (Rapa Nui), que es territorio chileno. Ese paralelo cruza por el extremo inferior de la península de Baja California y por Sonora.

Por su parte, anteco es: «Dicho de una persona con respecto de otra: Que habita en un punto del globo terrestre sobre el mismo meridiano que ella y a igual distancia del ecuador, pero en el hemisferio opuesto».

Al igual que la anterior palabra, nos llegó por el latín a Roma llegó por los griegos. Pertenece al latín tardío antoeci, -ōrum, y este del griego ἄντοικος ántoikos 'que vive al lado opuesto'. Una de las múltiples hipótesis sobre la toponimia del departamento colombiano de Antioquía supone que este es su origen.

Como en este caso se trata de los habitantes que comparten meridiano, los mexicanos tenemos muchos (tomando del paralelo 16º al 32º N): tenemos a texanos, guatemaltecos beliceños, cubanos, floridanos (voy en orden estricto hacia el Este),bahamanense, jamaicanos, haitianos, dominicanos y puertorriqueños. Pero como la definición precisa que deben ser en otro hemisferio, entonces son antecos de los mexicanos: canarios, saharauis, marroquíes, argelinos, libios, egipcios, israelíes, libaneses, jordanos, sirios, árabes sauditas, iraquíes, iraníes, turcos, afganos, tajikistanos, paquistanos, hindúes, nepaleses, butaneses, bangladeshanos, burmanos, thailandeses, laosianos, camboyanos, vietnamitas, chinos y filipinos. Quedan excluidos en este recorrido hacia el Este los hawaianos porque se encuentran en nuestro mismo hemisferio.

Por su parte, los antípodas son los que viven exactamente del otro lado de la esfera globo terráqueo. El DLE «Dicho de una persona con respecto a otra: Que habita en un lugar del globo terrestre diametralmente opuesto al lugar en el que habita la otra».

Estrictamente, ese punto se ubica a la mitad del océano Índico. Nada de tierra hay cerca. Es un punto localizado muy por debajo de la India en el paralelo que correspondería y quedaría, tomado el meridiano como referencia, entre Madagascar y Australia.

Curiosamente, es más común escuchar la palabra antípoda que anteco. Y, sin embargo, tenemos más antecos que antípodas. Caprichos de los usuarios del lenguaje.