Voces de los comicios

"Estamos en medio del proceso electoral. Vale la pena, entonces, identificar el significado de las palabras involucradas"

Voces de los comicios

Estamos en medio del proceso electoral. Vale la pena, entonces, identificar el significado de las palabras involucradas.

La palabra ‘comicios’ aplica de forma moderna para designar las elecciones políticas, no para las de otro tipo. Este vocablo no tiene singular (en el Diccionario de la Real Academia Española, el oficial de nuestra lengua, solo aparece en plural). Procede del latín comitia, plural de comitium. Esa voz se usó para nombrar la asamblea masiva, dividida en secciones, de la Roma republicana. Es decir, en realidad designaba un conjunto de reuniones. De ahí que haya pasado a nuestro idioma solo en plural. En aquellos encuentros, los ciudadanos romanos elegían a quienes estarían en los cargos públicos y también en ellas discutían las leyes.

Por otra parte, el término ‘elección’, procede del verbo ‘elegir’. Este tiene por significado «Escoger, preferir a alguien o algo para un fin». Tiene la misma raíz en latín de ‘leer’, por lo que la selección –presumiblemente– debe ser un proceso consciente, después de enterarse, de tomar conocimiento sobre el tema. Me refiero a que buena parte de las preferencias partidistas se basan en la simpatía o imagen y, por desgracia, muy pocas por razonar lo que cada candidato o partido propone, que es lo calificable.

‘Cabildo’ es una palabra sinónima de ‘ayuntamiento’. Actualmente es el vocablo que sirve para designar al conjunto de personas que administra un territorio y norma la relación entre sus habitantes como comunidad con necesidad operativas para la convivencia armónica. ‘Cabildo’ procede del latín capitulum, que a su vez procede de caput, nombre genérico de la cabeza (por eso ‘decapitar’ es perderla físicamente). La palabra capitulum la usaba la iglesia romana para designar las reuniones de los dirigentes para discutir asuntos religiosos. Por extensión, ‘cabildo’ se usa de forma moderna para ese conjunto de ciudadanos que se erigen en autoridad civil en una demarcación.

‘Ayuntamiento’ procede de la palabra latina para ‘juntar’, ‘reunir’. ‘Ayuntar’ viene de iugum, que derivó en múltiples palabras como ‘yugo’ y ‘cónyuge’. Ortográficamente, por ser palabra común, debe escribirse con minúscula inicial (obviamente, exceptos en los casos de puntuación). Sin embargo, si mediante ese vocablo se sobrentiende uno en particular, se enuncia con mayúscula. No es sinónimo de presidencia municipal, como en muchas ocasiones se usa, porque uno se refiere al conjunto de ciudadanos con autoridad civil y otro al órgano operativo, ejecutor de las decisiones del ayuntamiento. Por ello, oficialmente se suele acompañar de los años que la junta en particular estará en funciones.

A su vez, la voz ‘diputado’ procede del vocablo latino deputatus. Se trata del participio de ‘evaluar’, ‘apreciar’. El prefijo di- tiene sentido de «repasar, recorrer una vez más de arriba abajo algo». En nuestro idioma solo se quedó con significado de doble, como en dióxido, que implica dos óxidos. En tanto que la raíz latina del vocablo putare tiene el sentido de ‘considerar’, ‘estimar’ o ‘reflexionar’.  Es decir, que la palabra ‘diputado’ identifica a alguien que evalúa o valora más de una vez para tomar decisiones (el problema es que en la práctica se someten a la línea partidista, en vez de su conciencia o lo que interesa a los ciudadanos). No hay alguna razón para escribir esta palabra con mayúscula inicial (a menos que esté después de punto y seguido o inicie texto), menos aún acompañada del nombre de alguna persona: se trata de un nombre común.

‘Votar’, finalmente, tiene la misma raíz de boda, votum. El voto era el juramente sagrado pronunciado por los novios. Por eso se dice que cuando la pareja se casa, los cónyuges hacen votos, que es un juramento, una promesa. Es decir, en última instancia, ejercer el voto implica quedar unidos a una persona. En los procesos electorales hacemos votos, nos casamos, metafóricamente hablando, con personas que ejercerán actividades de presidente municipal y diputados (federales y estatales). Entonces, cuidado, porque si el «cónyuge» que estamos eligiendo no cumple, los divorcios siempre son muy problemáticos y desagradables por las heridas emocionales que dejan. Y aunque la toma de protesta incluye que la ciudadanía lo reclame, casi nunca la toman en cuenta (a menos que les haga mucho ruido o les afecte la carrera política).

Este próximo domingo 3 de mayo los espero a las 13:00 horas en la Feria Nacional de Libro de León para firmarles mi segundo libro de Chispitas de lenguaje.