Torneos continentales de futbol [VI]: Acción en ambos lados del Atlántico • Fernando Cuevas
“Se perfilan algunos candidatos al triunfo…”
Sexta entrega de los certámenes, ahora ya con acción en los dos lados del Atlántico. Se perfilan algunos candidatos al triunfo.
LA EUROCOPA [VI]
Tres partidos en los que terminaron imponiéndose los favoritos pero al menos dos de ellos con más dificultades de las esperadas.
Para seguir aspirando
Vistoso colorido entre el rojo y amarillo para un inicio alegre de partido, con ambos equipos buscando atacar la portería rival: primero Ucrania se acercó con peligro y después Macedonia, alternando dominio en los primeros veinte minutos de acción durante los cuales se presentía la sensación de que caería un gol para cualquier bando al minuto siguiente. Los ucranianos empezaron a inclinar la balanza en su favor, teniendo más tiempo la pelota y jugando vertical, hasta que al 28’ se fueron adelante en tiro de esquina alcanzado en segundo poste por el capitán Yarmolenko. Cinco minutos después Yaremchuk salió justo en línea para convertir el segundo y por primera vez en el torneo mover un par de veces el marcador electrónico en la primera parte.
Un rápido aviso de Macedonia con disparo a primer poste bien desviado por el arquero, anunciaba que seguirían dando pelea a pesar de la desventaja, si bien un par de aproximaciones de los eslavos respondían el mensaje enfatizando que no habría exceso de confianza. Al 56’ los de rojo se acercaron vía penal, resultado de una jugada de peligro bien salvada por el portero, quien también detuvo en primera instancia el tiro desde los once pasos pero ya no el contrarremate de Alioski. El partido entró en zona tensa y áspera, atractiva a la vez, entre la búsqueda del empate y la ampliación de la ventaja con llegadas en los dos arcos. Sin que nadie se diera cuenta, el VAR detectó un penal fallado por los ucranianos, que resultó afortunadamente innecesario para su causa.
Jugar bien y volver a perder
Con la rodilla al suelo en homenaje a Eriksen, a quien se le colocará un marcapaso, Dinamarca tomó un inusitado impulso para irse adelante en el marcador cuando todavía se escuchaba el eco del silbatazo inicial, recuperando una mala salida de Bélgica para que Poulsen lanzara tiro cruzado a ras de césped. Y la andanada continuó hasta más allá del minuto diez, cuando el partido se detuvo para brindarle un emotivo aplauso comunitario al jugador danés cuya vida estuvo en peligro. Mientras los de casa mantenían la presión elevada y le exigían a Courtois, los belgas se mostraban erráticos, irreconocibles y muy limitados en ofensiva, ahora sí echando de menos a sus estelares ausentes y mayor precisión de los presentes.
En la segunda parte los daneses salieron con igual disposición pero no contaban con la entrada de los protegidos Witsel, Hazard y De Bruyne, necesaria según el técnico español para, por lo menos, emparejar el asunto. Así fue y más. Contagiaron a Lukaku y al otro Hazard y entre ellos armaron la remontada para poner el estado de las cosas en el terreno de lo esperable. Toma 1: Lukaku arrastrando la pelota, servicio a De Bruyne para que con un amague se quite a dos defensores y sirva a T. Hazard para empatar. Toma 2: Lukaku se quita a varios defensas, toca a Hazard que se la entrega a De Bruyne para que saque izquierdazo implacable fuera del área y anotar el segundo, obviando respetuosamente el festejo. Buena reacción de los de rojo en busca del empate que alcanzó solo en merecimiento, pero no en el marcador, evitado por el gigante portero y un travesaño salvador. Dinamarca vive dolorosa disonancia entre desempeño y resultados.
Orange is the new black
Con buena dinámica arrancó el encuentro entre unos renovados Países Bajos y una participativa Austria, pronto metiéndose en problemas por un penal cometido por el capitán Alaba, bien detectado por el VAR y convertido por Depay. El gol le vino bien al juego, sobre todo porque los hombres ahora de negro se mantuvieron hablándoles de tú a los de naranja, edificando ocasiones propicias para el empate, si bien del otro lado también hubo posibilidades, sobre todo un par que parecían más fáciles de anotar que de errar. No se movió el marcador en este lapso, a pesar de las ocasiones presentadas en uno y otro lado, manteniendo el interés en buena parte de los lapsos del encuentro.
La estrategia para la segunda parte de los neerlandeses apuntaba a entretejer posesiones largas para romper ritmos e ímpetus de los austriacos, que se mantenían en la intención de encontrar el empate, lanzando avanzadas si bien no definitivas sí de carácter atendible para la defensa los locales, apretando un poco más a partir de los quince minutos de juego, incluso tocando la puerta con peligrosa insistencia en el estadio Johann Cruyff, hasta que en una escapada al límite del fuera de lugar, Dumfries consiguió el segundo tanto para la causa local, cual pesada losa para unos austriacos que tenían que buscar una igualada muy complicada, sobre todo por la ausencia de Arnautovic, sancionado un partido por insultar a los macedonios. El tablero ya no se movió.
LA COPA AMÉRICA [III]
Segunda jornada del torneo continental en la que se enfrentaron las selecciones del sector B, con solo un equipo de los cuatro consiguiendo gol.
Frontera conflictiva
La primera oportunidad fue para Colombia a balón parado, antes de llegar al tercer minuto de juego, y de ahí pal real, provocando al menos otro par de claras opciones para inaugurar el marcador, mientras que Venezuela trataba de entender qué sucedía en el campo de juego para reorganizarse y enfrentar la situación, misma que de cierta forma aminoraron durante algún tiempo, incluso arribando a la meta contraria sobre todo a través de algún tiro de esquina o un centro al área. Pero la tendencia se mantenía, Zapata empujaba y el gigantón Mina se posicionaba en zona de peligro hasta en el último instante, rematando desviado: como fuere, la Vinotinto aguantó el cero en el primer medio.
Los de amarillo salieron al segundo medio con la misma idea desde el inicio, aunque de entrada un poco más erráticos en la creación y el control de la pelota, salvo esa chilena de Uribe con alta dosis de calidad que alcanzó a desviar el arquero Fariñez con la punta de los dedos; los bolivarianos, por su parte, conservaban una línea de cinco al fondo cuidando sobre todo los avances de los punzantes carrileros del cuadro rival. Cambios con media hora por jugarse y otros más a quince del final para renovar energía hacia delante, en torno a un ambiente que parecía viciarse entre faltas continuas, hombres en el pasto y alguna bravuconada sin sentido. Hacia el final, otra vez el arquero venezolano, héroe visible del partido, sacó un sólido remate que buscaba el desequilibrio y Díaz se iba expulsado por un pisotón.
Eficacia sobre estética
Brasil volvió a salir con la idea de conseguir un gol pronto y manejar tano el tiempo como el estilo contragolpeado, planteado por su rival al inicio. Perú podría tener claro el esquema inicial pero a pesar del conocimiento de causa, parecía que no tenía oportunidad de evitarlo. Y justo así sucedió: Sandro aprovechó un buen servicio dentro del área para rematar y anotar el primero. En consecuencia, los de la casa atrasaron engañosamente las líneas y cedieron la iniciativa como parte de la mascarada, aunque cerca del minuto 40 por fin los peruanos lograron inquietar la portería carioca, aprovechando que les dejaron tener más la pelota y cierto margen de maniobra, sobre todo en la salida.
Para el medio siguiente, la Verdeamarela volvió a salir con afán dominador como para asegurar la ventaja, generando un par de llegadas que no terminaron en el marcador pero que marcaban una tendencia confirmada después con la marcación de un penal, corregido por el VAR, y después con el segundo tanto al 68’, obra de Neymar jr. con disparo por el piso bien colocado. Descontrol de los Incas pero diez minutos después tuvieron para meterla con facilidad pero la volaron de manera increíble: muy pocas opciones como para desperdiciarlas así. Y para terminar cuando todo estaba decidido, todavía nos regalaron otro par de jugadas de absoluta contundencia para clavar el tercero por conducto de Ribeiro y el cuarto vía un insistente Richarlison. La reedición de la final del 2019 resultó más dispareja y confirmatoria del poderío carioca, ante un decepcionante cuadro peruano.