León: Industria o turismo

El reportero Martín Guardián nos ofrece hoy en las páginas de EL HERALDO de León un repaso a detalle de dos visiones que -si bien en sentido estricto no son excluyentes- provocan desencuentros a la hora que se discuten sobre la mesa las políticas públicas de apoyo a la vocación del municipio: ¿León es una ciudad industrial o de servicios?

Para el Presidente de la Concamin Bajío, Roberto Novoa, por ejemplo, el asociacionismo es la puerta a la competitividad, habría que explorar nuevos sectores industriales y desarrollar infraestructura para albergar las inversiones.

En la diversificación coincide José Abugaber, presidente del Consejo Coordinador Empresarial de León, pero pone en claro que -del lado de la industria- aquí los empleos los genera la cadena cuero, calzado y proveeduría.

Con el reportero habló también el Presidente de la Coparmex en León, Juan Rodrigo Moreno, quien recoge el discurso del secretario de Desarrollo Económico del estado, Héctor López Santillana: aprovechar las oportunidades de negocios que traen las trasnacionales.

Abugaber apunta que, para atraer nuevas inversiones, urge el parque industrial… que ha quedado en promesas.

Novoa advierte que no seríamos sólo turismo, y coincide en que la industria es la que genera los empleos.

Desde la perspectiva de la autoridad municipal, la industria tradicional de León no da para generar más empleos y el turismo hay que consolidarlo todavía: 35 mil de las 622 mil personas que integran la Población Económicamente Activa están sin trabajo.

Y aquí, otra vez la disyuntiva: ¿cómo capitalizar mejor la ubicación privilegiada del municipio? León tiene en un radio de 400 kilómetros al 80 por ciento del mercado nacional.

Nacho Noriega, de la Dirección de Economía Municipal, sueña con la concreción de siete parques que abonen a la diversificación de la industria y suban a León al “boom” automovilístico del estado de Guanajuato.

Con el otro cristal, las cosas se miran –un poco- diferentes. Manuel López, Director de Turismo municipal, no se anda por las ramas: hay que apostar a consolidar la vocación turística de León.

El hombre tiene claras las cosas: invertir en infraestructura, mejorar la promoción y crear nuevos productos para alargar la estancia de los visitantes.

En el ojo de la grilla, López juega con develar a León, que ha sido: “el secreto mejor guardado de México”.

La ciudad tiene la Feria de enero, el Rally y el Festival del Globo, pero las posibilidades son infinitas: conciertos, eventos deportivos y culturales, actividades artísticas, nuevas rutas, desarrollo de “outlets” de calzado…

Los señores y las damas que toman las decisiones, tienen mucho qué hacer:

Por un lado, a Flexi la baja en los pedidos la obliga a cerrar su maquiladora en Santa Catarina y echa a 131 trabajadores; del otro, una grilla local empuja fuera de León el encuentro de los colegios de los Legionarios de Cristo. No son buenas señales.

Con el fenómeno de la alternancia política, vivo en todos los niveles; una desaceleración económica inocultable; y la inseguridad en ascenso, este sería un buen momento para que León discuta de manera abierta sus posibilidades de desarrollo.

Total, lo peor que puede pasar es que sigan haciendo lo mismo… como siempre.

El grito en el cielo

La noche de anoche fue la Noche Del Grito. Y a 203 años del inicio de la guerra de Independencia, en México las cosas no andan muy bien que digamos.

La serie de reformas –”estructurales”, les apodan- que intenta concretar el Presidente Enrique Peña Nieto, sus opositores – apoyadores en el Pacto por México y sus aliados en las dos Cámaras del Congreso de la Unión- tienen al país al borde de un ataque de nervios: la CNTE y la izquierda, primero.

El Presidente finalmente pudo ayer emular “a los héroes que nos dieron patria” desde el balcón de Palacio Nacional y, los soldados, desfilarán hoy en la conmemoración de su Centenario en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México, así se hayan abierto paso a garrotazos.

Peña Nieto lleva en fila las reformas educativa, energética, hacendaria, fiscal y de telecomunicaciones, que con raspones y rasguños han librado la aduana del Congreso. Unas más, otras menos, con expresiones sociales encontradas.

Los profes de la Coordinadora Nacional de la Educación, la CNTE, estuvieron 26 días plantados en el Zócalo del Distrito Federal, y se los permitieron hasta que llegó la Noche del Grito: tan sólo unas horas antes, las fuerzas federales ejecutaron su desalojo, a como se pudo.

La Noche del Grito, del Presidente; el grito en el cielo, de los mexicanos…

La Jaula

En un caso cuyo análisis bien valdría la pena poner en mano de especialistas, en Celaya, dos automovilistas se mataron a tiros por la nimiedad de un percance vial. (EL HERALDO de León, Sección Especial de Policía, domingo 15 de septiembre, página 2.)

La historia es simple: en un barrio de Celaya, El Zapote, los conductores de una camioneta Windstar y de un auto Mercury, chocan. Descienden para estimar los daños y discutir los pagos. Los ánimos se calientan. Uno de ellos saca una pistola. El otro se encamina hacia su vehículo y hace lo propio. Se tirotean. Ambos mueren.

La interpretación, da para todo. David Alfaro Siqueiros le cuenta a Julio Scherer, en “La Piel y la entraña” cómo se divertía en Europa con narraciones ficticias de la manera en que, en su país, los mexicanos se mataban a media calle, por puro gusto.

¿Ya de plano ha permeado así en la sociedad la violencia que impera en el país? Es lugar común en cualquier mesa de café, la expresión de no saber con quién se trata en la convivencia pública obligada, como el tráfico vehicular, por ejemplo.

Porque ahora no es únicamente la ejecución, la violación, el asalto: es la violencia cotidiana que muchos suponen los obliga a tener un arma a la mano. Y utilizarla a la menor provocación, Ojalá que alguien nos explique…

Comentarios y quejas: [email protected] y @FPacomares