Qué pena

Que los panistas, al menos los del estado de Guanajuato, están muy apenados por el espectáculo que ofrecieron el fin de semana pasado, a propósito de la continuación de su 17ª Asamblea Nacional, un espectáculo que únicamente los habría sorprendido a ellos, porque todo mundo lo esperaba.

Y como todo mundo lo vaticinó también, la reforma a los estatutos panistas, hecha a la medida y al contentillo de su dirigente nacional, Gustavo Madero Muñoz, será llevada a los tribunales electorales, como lo comentamos aquí ayer y más tarde lo confirmaron los senadores azules por Guanajuato, Fernando Torres Graciano y Juan Carlos Romero Hicks.

Para los senadores panistas, la impugnación de la reforma a los estatutos de su partido ante el Tribunal Electoral Federal tendría que despejar, de entrada, la duda sobre si lo que se dio como aprobado realmente alcanzó la mayoría de votos durante la Asamblea Nacional. Hoy, los panistas no reconocen siquiera esa certeza.

En palabras de Torres Graciano, controlador del partido en Guanajuato y firme aspirante a la candidatura a gobernador: “Fue tan rápido cuando tomaron la votación que no puedo decir siquiera que fue válida, porque fue tan rápida que no permitieron verificarlo”.

En las filas calderonistas, opositoras a la línea de Gustavo Madero, el exdirigente estatal del PAN asegura que la asamblea panista, otrora toda disciplina, fue “violentada, atropellada” por la dirigencia maderista.

Romero Hicks, siempre cauto, simplemente se remite a esperar el resultado de la eventual impugnación.

Juan Carlos Romero Hicks aprovechó para confirmar que mantiene su aspiración de buscar la dirigencia nacional del PAN, como relevo de Gustavo Madero: “Seguimos con la mano levantada y con el interés de apoyar al partido”, dijo Romero, por si alguien estaba con el pendiente.

Ayer abundaron las voces panistas que ofrecieron disculpas y se reconocieron apenadas por el show de gritos, insultos y empujones con el que amenizaron su Asamblea Nacional. La exdiputada federal Lucila Gallegos, por ejemplo, manifestó que esas conductas generan desconfianza en el partido y que no son comportamientos por los que quieran que se identifique al Partido Acción Nacional.

Para Lucila Gallegos, con lo ocurrido en la Asamblea pierden todos los panistas y no duda en calificar como “un fraude” las acciones de su dirigencia nacional. Fueron los gritos, y no el debate, lo que predominó en la Asamblea, reconoce Lucila.

Habló también el exalcalde de León Ricardo Sheffield, quien asistió como delegado. Ese, dijo Sheffield, es el tipo de situaciones que ha perjudicado recientemente la imagen del PAN ante los ciudadanos y hace más difícil su reestructura. Pues sí.

Para Ricardo Sheffield, el PAN todavía no llega a los excesos de las tribus perredistas, pero reconoce la existencia de “grupos” que habrían incurrido en “imprudencias” y “desaseo”. Pero nada más. Ah, bueno.

En Querétaro, el exgobernador de Chihuahua Francisco Barrio confirmó su discurso contestatario a Madero y acusó que el PAN está corrompido y perdió sus principios éticos.

En la línea que ha seguido el grupo de exgobernadores panistas, como Ernesto Ruffo y Carlos Medina, Barrio insistió en que 12 años en el gobierno de la República fueron suficientes para que los panistas hayan hecho suyas las prácticas priistas, circunstancias que ya no refuta nadie ni fuera ni dentro de Acción Nacional.

Dijo Barrio: “Para decirlo claramente: nos corrompimos. Y muchas de las peores prácticas priistas que denunciamos durante décadas las fuimos haciendo nuestras”. Así andan los panistas, qué le vamos a hacer.

La Reforma de Peña

Para comenzar la semana, el presidente Enrique Peña Nieto presentó ayer, temprano, su iniciativa de reforma energética, que incluye cambios a la Constitución federal, con más concesiones a las empresas privadas, que participarían en la generación de electricidad, hasta ahora una facultad exclusiva del Estado.

Con la presentación de la propuesta, la Presidencia de la República comenzó también una embestida propagandística: “Que no te engañen”, es el mensaje y su estribillo: “No a la privatización, sí a la reforma energética”.

Peña Nieto envolvió su reforma en un discurso catastrofista de no aprovechar la “oportunidad histórica” de emprender una reforma energética “en beneficio de los mexicanos”.

La aprobación de la propuesta modificaría los artículos 27 y 28 de la Constitución federal para abrir a la iniciativa privada la posibilidad de generar su propia electricidad.

Bueno, Peña se permitió incluso citar a Lázaro Cárdenas, como ejemplo de sus afanes: “Esto ya lo logró el país alguna vez, cuando el presidente Lázaro Cárdenas dio un paso definitivo al expropiar, hace 75 años, las empresas petroleras y crear Petróleos Mexicanos”.

A mitad de cosas tan serias, la transmisión por internet se “cayó” en varias ocasiones. Seguro, por el rating del presidente.

Más patrullas

Aquí lo hemos comentado ya en un par de ocasiones: al general Pizarro y al abogado Aguilera, a cargo de la seguridad de los leoneses, cuando les aprietan, lo único que se les ocurre hacer son retenes y razias. No dan para más.

Sepultados por las encuestas, los jefes de los gendarmes les ordenaron cerrar el bulevar Juan Alonso de Torres y detener a todos, uno por uno, a cualquier automovilista con la mala fortuna de circular por ahí, la madrugada del domingo.

Y esos moditos inconstitucionales del general ya hartaron a los leoneses. O es eso, o pronto conoceremos una sorprendente interpretación de los sondeos públicos. Cosa de esperar.

En vía de mientras, la presidenta municipal, Bárbara Botello, ya le compró 40 patrullas nuevecitas, con todo el ánimo de agotarle los pretextos. Según explicó la alcaldesa, esas 40 patrullas se suman a las 555 que ya tenían, más 89 motocicletas. A ver si ahora sí llegan a tiempo, le faltó decir a Bárbara Botello.

Bueno, lo dijo de manera elegante: “Nos permitirán una mayor supervisión en las colonias y una atención oportuna a los reportes que haga la ciudadanía, ayudan a incrementar las presencia de las fuerzas policiales para inhibir conductas antisociales y delictivas y nos permiten ofrecer un servicio eficiente”.

La Jaula

En el rango de la población económicamente activa, los mexicanos desocupados ya suman 2.6 millones. El 5 por ciento. Un porcentaje superior al 4.8 por ciento reportado en el mismo trimestre de 2012.

Y eso no es todo: de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, que hace el Inegi, en el periodo abril-junio de 2013 todas las modalidades de empleo informal representaron 59.1 por ciento de la población ocupada. Gente que trabaja sin la mínima seguridad social.

En relación con su población, el estado de México y el Distrito Federal constituyen los mercados de trabajo más grandes del país, con 6.8 y 4.1 millones de personas ocupadas, en ese orden, y representan en conjunto 22 por ciento del total nacional.

Les siguen Jalisco con 3.4 millones de personas, Veracruz 3.1 millones, Puebla 2.5 millones, Guanajuato 2.4 millones y Nuevo León con 2.2 millones.

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