Tigres de Papel • Camiones • Francisco Javier Mares
“Que la mayoría azul esquive así las protestas por el incremento a los pasajes que demanda ‘el pulpo camionero’ es meramente incidental…”
En la cancha de ‘Balonmano’ de la unidad deportiva del estado, los dedos azules fueron más: aumenta el costo del pasaje de los urbanos de León.
La unidad deportiva del estado, la ‘Enrique Fernández Martínez’, es sede de una sesión del cuerpo colegiado de gobierno de la ciudad, que es el Ayuntamiento. La alcaldesa y síndicos y regidores y ujieres están ahí, so pretexto de la toma de protesta a delegados y subdelegados de las comunidades rurales. Son bastantes y necesitan espacio. Que la mayoría azul esquive así las protestas por el incremento a los pasajes que demanda ‘el pulpo camionero’ es meramente incidental.
La cancha de ‘handball’ –en inglés, of course- usurpa lo que fue la explanada principal de ‘la depor’, apenas traspasar la taquilla. Un estacionamiento desplazó las canchas del fut infantil que resistieron décadas. La esquina nororiente, del tamaño de una escuela secundaria, se donó a una fundación amiga. El terreno al lado lo tiene la policía. Más y más actividades son exclusivas en renta. A nadie asombra pues la intrusión. Pronto unos bonitos condominios ahí, seguro. En vía de mientras, hay café y bocadillos para todos.
A las 10:14 horas, el secretario del Ayuntamiento lee la orden del día. Es larga. De la lista de presentes y declaración de quórum a los asuntos generales son quince puntos. El trece es el bueno: “‘Actualización’ –sin cargo el eufemismo- a las tarifas del servicio público de transporte colectivo en la modalidad de urbano en ruta fija”. El presupuesto de egresos y el programa de inversión son la mar de importantes, pero morbo mata interés.
En una de las cabeceras del rectángulo de juego, en zona de anotación, diez manos alzadas confirmarían que las tarifas de los urbanos del SIT escalan: el pago en efectivo va de 13 a 14 pesos, y con el plástico ‘Pagobus’, de 12 a 13. En las cuotas de trato ‘preferencial’ a estudiantes, menores de edad, adultos mayores y personas con discapacidad, el salto es de 5.20 a 6 pesos con 50 centavos. Hay más, porque del dinero público, la autoridad municipal entregará a los camioneros un subsidio de 50 centavos por cada viaje pagado en efectivo o con tarjeta general. Y eso no es todo: con 80 millones de pesos del erario municipal, arranca un fideicomiso para comprar camiones a los permisionarios. En el trámite de aprobación más de un sapo se les atoró en la garganta.
El respetable ha sido debidamente dispuesto. Las filas primeras apoyan las mociones panistas. Más atrás aplauden en guinda. Tampoco es que haya cabida para todos. Detrás de la alambrada, al costado izquierdo de la alcaldesa Alejandra Gutiérrez, excluidos, estudiantes y usuarios de las orugas, alimentadoras y anexas, interrumpen a gritos y alzan sus consignas en cartulinas. La sacan de quicio o casi.
-“¡No al aumento!”, corean ‘los alambrados’ en la inauguración del punto trece, mientras el síndico Román Cifuentes lee la sentencia dictada a los usuarios.
Norma Zúñiga, del PVEM, regidora ella, abre el fuego opositor. En la última sesión ordinaria del Ayuntamiento en el año, como regalo de Navidad, el PAN ha dedicado un aumento al pasaje de los urbanos. Son 440 mil usuarios. La tercera parte de la población de León es pobre. El sobrecupo en los camiones atenta contra la seguridad y la salud de los pasajeros. Hicieron un acuerdo ‘bajo el agua’. Un proceso turbio. Fue la propia alcaldesa la que autorizó un subsidio para adquirir camiones nuevos, eso dijeron los propios permisionarios. No fue la comisión la de la propuesta sino unos cuantos de este Cabildo; habrá que esperar a que (no) se cumplan los compromisos, rubrica el regidor Guillermo Medina Plascencia, de Morena.
El guion ya estaba escrito. El gobierno fingió negociar. Maquillar con subsidios es un insulto a la ciudadanía. No hay dinero para apoyar a los usuarios pero sí para el Festival del Globo; para traer tenistas a la feria; para hospitalizar mascotas. La población tiene derecho a un servicio de transporte digno. Basta de excusas, les espeta Vanessa Montes de Oca, guinda también.
El panismo mayoritario lleva a la mesa una estrategia de cartón. Su escuadra lee textos temáticos de autores anónimos en los que tropiezan. Román Cifuentes no. Él, a cada intervención, necea en la diatriba contra el gobierno de la República. Es así cada jueves de sesión. Nadie le avisa que ya no es diputado federal. Es apenas un síndico en un municipio del bajío. “Aquí no es a contentillo ni por un aplauso fácil; no se trata de manipular la información”, ironiza o cree “¡Mentiroso!”; “¡Mentiroso!”, le gritan desde la barrera.
¡10 horas!
A Román le parece una buena idea restregar a la oposición que las mesas de trabajo les llevaron: ¡10 horas!, y en el dislate lleva la penitencia de la burla de Vanesa Montes de Oca y Dessire Ángel Rocha.
-¿Diez horas le parece mucho? Diez horas de show porque ya sabían lo que iban a aprobar –ataja la morenista.
-Me da pena que diga que se dedicaron diez horas a tan importante propuesta; diez horas para decir aquí que era el ‘tarifazo’ o regresar a las ‘combis’ –remacha la regidora de Movimiento Ciudadano.
Peor se la pone Guillermo Medina Plascencia, guinda para variar. Él estuvo las diez horas y no fue tomado en cuenta para ‘el famoso receso’ del que regresaron con la propuesta armada. “No al aumento”, firma.
-Ah, detrás de las diez horas hay un trabajo previo de la dirección de Movilidad –intenta recomponer el síndico Cifuentes como quien, ya en el pantano, se mueve.
El secretario del Ayuntamiento pide respeto a quienes gritan tras las rejas.
Rumbo al cierre, Alejandra Gutiérrez sub el tono, habla de ‘decisiones valientes’ y, sí, arremete contra el gobierno federal: “Dijeron que no subiría la luz ¿Subió o no subió? Claro que subió. Y un chingo que subió”.
A la una de la tarde y 29 minutos, todos a los vestidores: 10 a 5, ganan los azules: hay ‘tarifazo’ a los urbanos en León.
Un segundo antes, el gesto francamente desencajado bajo el aguacero de voces extra vallas, la alcaldesa suelta un “hay quienes viven de sólo cortar listones…” –Pueees, sí.
(A)La Jaula
Guanajuato en llamas
…Y ahora, cuatro agentes de las FSPE asesinados en Uriangato. Dos municipales más en Jerécuaro y otro ataque en Salvatierra. Hay una cacería de policías en el estado. Guanajuato sangra. El lunes, en día de tianguis en la avenida principal de Uriangato, sicarios tirotearon a efectivos de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado. Mataron a cuatro. La persecución fue hasta Yuriria, sin bajas ni detenidos en las filas de los hampones. A la mañana siguiente, en la comunidad de Cupareo, en Salvatierra, elementos de la misma corporación reaccionaron a un ataque a balazos. Abatieron a uno de los civiles que les disparaban. Todavía este martes, la refriega entre criminales y uniformados de la Ley se replicó en Jerécuaro. Asesinaron a dos agentes de la policía municipal. Los balacearon al circular sobre la carretera a Apaseo el Alto. Ni siquiera pudieron responder el fuego. Uno de los policías murió en su patrulla, el otro cayó al lado de la caja de la camioneta. Las armas de unos y otros hacen de esta una ‘guerra’ desigual, lamenta la gobernadora Libia García. En suplemento de la misma saga, la secretaría estatal de Seguridad Pública cesó a Christian Eduardo Morales Palomino, su jefe de la región 4, exhibido en el vìdeo de vejaciones, insultos y golpes a dos jóvenes detenidos en Celaya. La gobernadora García Muñoz Ledo reaccionó rápido y de manera correcta aunque insuficiente. Los seis gendarmes, incluido el tal Christian Eduardo, es de suponer que incurrieron en violaciones gravísimas a sus normas internas. Si es que tal cosa existe, ‘Asuntos internos’ de la corporación estatal o de Celaya o ambas, debieran entregarlos al Ministerio Público. Nada de pretextar la falta de una denuncia o que eso fue en el 2020 y ya no están. Los vio todo el país. Ridiculizaron además a Guanajuato. A ver aquioras.
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‘X’: TigresDePapel